Actualmente, parece que todos tenemos una idea muy clara sobre qué es el aprendizaje cooperativo y qué podemos hacer para llegar a él. Sin embargo, en la práctica es diferente: muchos/as docentes siguen pensando que simplemente con cambiar la disposición del aula agrupando a los niños ya existe cooperación. La realidad es que el aprendizaje cooperativo va mucho más allá de esto y requiere trabajar de una manera concreta.
Según Arcos (2013), para que en una actividad se fomente el aprendizaje cooperativo, las personas deberán trabajar en grupos heterogéneos, fomentando la inclusión y rechazando todo tipo de segregación y/o exclusión. De este modo, partiendo de este principio, los alumnos trabajarán conjuntamente para mejorar tanto su propio aprendizaje como el de los demás.
Además, las personas deberán trabajar conjuntamente con el fin de conseguir el éxito grupal y no solo el individual. Por ende, todas las personas aspirarán a conseguir un bien común en lugar de competir entre ellos (Arcos, 2013).
Por otro lado, Cerdas (2013), expone que este tipo de aprendizaje requiere que en las actividades se den ciertas actitudes por parte de los y las participantes. Entre estos comportamientos destaca la actitud participativa y la predisposición ante el diálogo y la comunicación. Asimismo, sería fundamental la reflexión y la autocrítica de cada una de las personas del grupo.
En conclusión, como he comentado anteriormente, el aprendizaje cooperativo va más allá de mover mesas y sillas. De hecho, se da bajo una premisas muy concretas y se lleva a cabo de forma que todos los miembros del grupo saquen un provecho del mismo, es decir, se busca el bien común y la búsqueda de la consecución de un objetivo compartido.
Arcos, E. (2013). Juego cooperativo en Educación Infantil. Universidad de Valladolid. Facultad de Educación y Trabajo Social.
Cerdas, E. (2013). Experiencias y aprendizajes con juegos cooperativos. Revista Paz y Conflictos, 6, 107-123.
El aprendizaje cooperativo (García, Traver y Candela, 2012) hace referencia a la actividad en pequeños grupos desarrollada en el aula. Se trata de que, después de recibir instrucciones del profesor, todos los estudiantes, en grupos reducidos, intercambien información y trabajen en una tarea hasta que todos sus miembros la entiendan y aprendan a través de la ayuda mutua, siempre en colaboración.
Para llevar a cabo un aprendizaje cooperativo se han de tener en cuenta las siguientes técnicas (García, Traver y Candela, 2012): - Todos los miembros del grupo deben mostrar interés por el máximo rendimiento - Responsabilidad individual de la tarea asumida - Grupos heterogéneos - Liderazgo compartido - Se debe ayudar a los demás miembros del grupo - Se ha de aprender lo máximo posible - Enseñanza de habilidades sociales - El profesor interviene de forma directa y supervisa el trabajo
En resumen, para que se de aprendizaje cooperativo se ha de aprender en grupo compartiendo, de forma individual, ideas, opiniones, conocimientos… Además, es necesario ser responsable a la hora de realizar tu parte del trabajo al igual que es importante saber cooperar para poder resolver problemas, saber comunicarse entre los miembros del grupo, saber encontrar información de calidad… todo con el fin se alcanzar un objetivo común.
García, R., Traver,J.A., Candela, I.(2012) Aprendizaje cooperativo: Fundamentos, características y técnicas. untitled (edicionescalasancias.org)
El aprendizaje cooperativo consiste en trabajar unidos para alcanzar unos objetivos comunes. En una situación de cooperación las personas procuran obtener resultados que sean beneficiosos para ellos mismos y para todos los miembros del grupo.
Johnson y Johnson (1987) afirman que en las situaciones escolares las relaciones entre el alumnado se pueden estructurar de manera que posibiliten una interdependencia positiva entre ellos a través del aprendizaje cooperativo. En el aprendizaje cooperativo es importante que todo el grupo alcance el objetivo común, pero nunca hemos de olvidar la importancia de ese proceso que siguen para conseguirlo.
Para trabajar en un grupo cooperativo se debe atender a los siguientes aspectos: • Heterogeneidad en la composición de los grupos. • Construcción conjunta de los conocimientos. • Responsabilidad individual e igualdad de oportunidades para el éxito, • Liderazgo compartido. • Enseñanza de habilidades sociales. • Interés por el máximo rendimiento de todos los miembros del grupo.
Para concluir esta pregunta, es importante recalcar que los elementos que siempre se encuentran presentes en el aprendizaje cooperativo son la cooperación, la responsabilidad, la comunicación, el trabajo en equipo y la autoevaluación final del grupo.
Referencias. Jonhson, D., Jonhson, R., Holubec, E. (1994). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós SAICF. Recuperado de: https://www.ucm.es/data/cont/docs/1626-2019-03-15-JOHNSON%20El%20aprendizaje%20cooperativo%20en%20el%20aula.pdf
García, R., Traver, J., Candela, I. (2019). Aprendizaje cooperativo. Madrid: Editorial CCS. Recuperado de: https://edicionescalasancias.org/wp-content/uploads/2019/10/Cuaderno-11.pdf
Tras haber dado el tema 4, hemos aprendido nuevos conceptos y aspectos, pero también nos hemos dado cuenta del verdadero significado de aprendizaje cooperativo y de lo que este conlleva, destapando muchos pensamientos erróneos que teníamos al respecto.
Por ello, hay que tener en cuenta que no todos los grupos son cooperativos, y para poder conseguir un aprendizaje cooperativo de alto rendimiento, los profesionales David W., Roger T. y Edythe J. (1999) nos dicen que el nivel de compromiso que tienen todos los miembros entre sí deber ser muy elevado, de manera que cada miembro debe tener interés en el crecimiento personal de los demás, intentando que se superen las expectativas requeridas.
Así, el grupo debe trabajar junto para conseguir un mismo objetivo en común, donde todos los miembros que lo conforman son importantes y fundamentales en el trascurso de la actividad o trabajo, asumiendo sus responsabilidades por el bien de todos.
Además, para conseguir dicha cooperación, son claves 5 elementos: · Interdependencia positiva, es decir, los esfuerzos de cada integrante no solo benefician a él mismo, sino también a los demás. · Responsabilidad individual y grupal, para poder alcanzar sus objetivos de manera igualitaria. · Interacción estimuladora, promoviendo el éxito de los demás, y alentándose unos a otros para conseguirlo. · Enseñar a los alumnos prácticas interpersonales y grupales imprescindibles, con el objetivo de que aprendan a superar sus conflictos y establezcan un clima de confianza y comunicación. · Evaluación grupal, para averiguar que conductas hay que mantener o modificar, y reflexionar sobre si han conseguido alcanzar sus metas.
Además de lo dicho, es esencial que el docente también se implique en estos elementos básicos y que ejerza una disciplina que conduzca a una acción cooperativa eficaz. De esta manera, el aprendizaje cooperativo será mucho más significativo y efectivo, y todos los miembros de este estarán satisfechos con su trabajo.
Referencias bibliográficas: Johnson, D. W., Johnson, R. T., & Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós SAICF.
La cooperación consiste en que varias personas trabajen juntas para alcanzar objetivos comunes. En una situación cooperativa, los alumnos y las alumnas procuran obtener resultados que sean beneficiosos para ellos mismos y para todos los demás miembros del grupo. Por ello, el aprendizaje cooperativo es la puesta en práctica didácticamente de grupos reducidos en los que el alumnado trabaja conjuntamente para maximizar su propio aprendizaje y el de quienes les rodea. El concepto “cooperativo”, suele confundirse con “todo lo que sea en grupos”, en cambio las diferencias entre ambos son claramente notorias. Los juegos grupales que suponen una competición son métodos que contrastan con el aprendizaje cooperativo. En las actividades cooperativas, hay que impedir que el alumnado trabaje en contra de los demás para alcanzar objetivos escolares tales como una calificación de “10” que sólo uno o algunos pueden obtener, eso no es trabajo cooperativo.
Como la confusión entre cooperativo y competitivo es muy frecuente, a continuación expondré una serie de requisitos que deben tener los juegos cooperativos y no competitivos. Según Crévier y Berubé (1987): - Todo el alumnado debe participar, sin realizar ningún tipo de exclusión entre ellos y ellas. - Las propuestas deben promover y trabajar la sensibilización, cooperación, solidaridad y ayuda mutua entre ellxs. - Que los objetivos más destacables dentro del juego sean colectivos y no los individuales. - La participación de cada jugador/a debe basarse en el bienestar del resto del grupo. - Potenciar la importancia de no eliminar ni descalificar. - La posibilidad de intercambiar papeles dentro del juego, intercambio de roles. - La participación del alumnado en función de sus características, realizando adaptaciones metodológicas. acuerdo con las propias capacidades. - No utilizar la competición como objetivo del juego, sino que el placer y la ayuda mutua deben ser el objetivo.
Por ello, es fundamental la forma en la que enfocamos los juegos como futuros/as docentes, ya que usualmente la tendencia de confundirlos está a la orden del día. Por lo tanto, si queremos que nuestros alumnos y alumnas disfruten de este tipo de juegos y de sus beneficios, es muy importante asegurarnos que las actividades planteadas son realmente juegos cooperativos, alejados de la competitividad.
Bibliografía: (David W & Roger T. Johnson) Cooperatiae Learning in the Classroom (1994). https://www.ucm.es/data/cont/docs/1626-2019-03-15-JOHNSON%20El%20aprendizaje%20cooperativo%20en%20el%20aula.pdf
López Cañada, Elena. Tema 4. Juegos cooperativos . TALLER DEL JUEGO EN EDUCACIÓN INFANTIL CURSO 2022/23. https://aulavirtual.uv.es/pluginfile.php/2719645/mod_resource/content/2/Tema%204.%20Juegos%20cooperativos.pdf
Hoy en día, en las aulas se intenta trabajar de manera cooperativa según muchos, ¿pero realmente ocurre esto? Muchos profesionales dicen fomentar el trabajo cooperativo creando grupos de trabajo en el aula, pero realmente no tiene porque ser cooperativo, aunque sí que puede ser colaborativo.
Es importante conocer la diferencia entre trabajo cooperativo y colaborativo. Según Johnson, Johnson y Holubec (1999), el trabajo cooperativo es una situación de aprendizaje en la que los objetivos de los alumnos se hallan estrechamente vinculados, de tal manera que cada uno de ellos sólo puede alcanzar sus objetivos si y sólo si los demás consiguen alcanzar los suyos.
Esta definición de trabajo cooperativo es distante a la de colaborativo, que según Lucero (2003), busca propiciar espacios en los cuales se dé el desarrollo de habilidades individuales y grupales a partir de la discusión entre los estudiantes al momento de explorar nuevos conceptos, siendo cada quien responsable de su propio aprendizaje. Se busca que éstos ambientes sean ricos en posibilidades y más que organizadores de la información propicien el crecimiento del grupo.
Por lo tanto, el trabajo cooperativo contribuye a la educación en valores, mostrando la superioridad de la cooperación sobre la competitividad. Dicho esto, para que pueda existir este tipo de trabajo, todos y todas deben de tener un objetivo en común y participar de forma igualitaria. Si alguno de los integrantes del equipo de trabajo no necesita ayudar a conseguir el objetivo final, entonces no podemos considerarlo trabajo cooperativo.
Finalmente, el hecho de que todos deben tener el mismo objetivo en común y necesitan participar de la misma forma, no significa que trabajo cooperativo y colaborativo sean individuales. Realmente, es necesario un trabajo colaborativo para alcanzar esa cooperación que se intenta conseguir en las aulas.
Johnson, D. W., Johnson, R. T., & Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula.
Lucero, M. M. (2003). Entre el trabajo colaborativo y el aprendizaje colaborativo. Revista iberoamericana de Educación, 33(1), 1-21.
Vilches Peña, A., & Gil Pérez, D. (2012). El trabajo cooperativo en el aula. Una estrategia considerada imprescindible pero infrautilizada. Aula de Innovación Educativa, 2012, vol. 208, p. 41-46.
los estudiantes que trabajan juntos, se implican más activamente en el proceso de aprendizaje (Cuseo, 1996) puesto que las técnicas de aprendizaje cooperativo (AC) permiten a los estudiantes actuar sobre su propio proceso de aprendizaje, implicándose más con la materia de estudio y con sus compañeros. Además, el AC facilita la implicación de TODOS los estudiantes, en contraposición con otras técnicas que a menudo no consiguen más que la participación de un número reducido que acaban dominando la sesión. Asimismo, capitaliza la capacidad que tienen los grupos para incrementar el nivel de aprendizaje mediante la interacción entre compañeros.
También motiva a los estudiantes a perseguir objetivos comunes, y los estimula a preocuparse por los demás, en contraposición con una actitud más individualista o competitiva. También permite desarrollar habilidades de carácter cívico, como son dialogar, adoptar múltiples perspectivas de las cosas, juzgar y actuar de forma colectiva en asuntos de interés común y desarrollar la capacidad de liderazgo, entre otras. A pesar de ser uno de los objetivos de aprendizaje más habituales, no es frecuente ver planes docentes concretos para el desarrollo de la capacidad de liderazgo. Algunas de las características del AC están en sintonía con el concepto moderno de liderazgo, que enfatiza la cooperación, el liderazgo de equipos y el reconocimiento de perspectivas múltiples.
Domingo, J. (2008). El aprendizaje cooperativo. Cuadernos de trabajo social, 21, 231-246.
EL aprendizaje cooperativo (García, Traver y Candela, 2001) es la actividad donde los alumnos y alumnas en clase forman pequeños grupos. Pero no se trata solo de que formen estos equipos, sino también de que cuando el docente de instrucciones, entre ellos intercambien información y puedan trabajar en la tarea hasta que todos los participantes entiendan la consigna, y por tanto aprendan a través de la ayuda mutua.
No es lo mismo trabajar en grupo, que trabajar en grupo cooperativo (García, Traver y Candela, 2001). Muchas veces tendemos a pensar que el simple hecho de trabajar en grupo es un aprendizaje cooperativo, cuando no hay nada mas alejado de la realidad, de hecho, muchas de las veces que se plantea un trabajo un grupo, solemos dividir los apartados y que cada uno haga su parte. Mientras que, en el aprendizaje cooperativo, como comentábamos antes, se precisa que todos los integrantes de dicho grupo entiendan la lección con ayuda de sus compañeros y compañeras.
Es por ello que para que podamos decir que un grupo ha trabajado en aprendizaje cooperativo debemos analizar si todas las partes del equipo han comprendido la practica y han cooperado en la realización de la misma. Al igual que en los juegos cooperativos, donde el alumnado tiene un fin en común y se necesita de todas las partes para conseguirlo.
García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
Podría definirse el aprendizaje colaborativo como: El conjunto de métodos de instrucción y entrenamiento apoyados con tecnología así como de estrategias para propiciar el desarrollo de habilidades mixtas (aprendizaje y desarrollo personal y social), donde cada miembro del grupo es responsable tanto de su aprendizaje como del de los restantes miembros del grupo. El aprendizaje en ambientes colaborativos, busca propiciar espacios en los cuales se dé el desarrollo de habilidades individuales y grupales a partir de la discusión entre los estudiantes al momento de explorar nuevos conceptos, siendo cada quien responsable de su propio aprendizaje. Se busca que éstos ambientes sean ricos en posibilidades y más que organizadores de la información propicien el crecimiento del grupo. Diferentes teorías del aprendizaje encuentran aplicación en los ambientes colaborativos; entre éstas, los enfoques de Piaget y de Vygotsky basados en la interacción social. Para lograr un aprendizaje colaborativo se requiere de: (Smith1996.)
- Un estudio pormenorizado de capacidades, deficiencias y posibilidades de los miembros del equipo. - El establecimiento de metas conjuntas, que incorporen las metas individuales. - Elaboración de un plan de acción, con responsabilidades específicas y encuentros para la evaluación del proceso. - Control permanente del progreso del equipo, a nivel individual y grupal. - Cuidado de las relaciones socio afectivas, a partir del sentido de pertenencia, respeto mutuo y la solidaridad. - Discusiones progresivas en torno al producto final.
Lucero, María Margarita. «Entre el trabajo colaborativo y el aprendizaje colaborativo». Revista Iberoamericana de Educación, vol. 33, n.o 1, septiembre de 2003, pp. 1-21. rieoei.org, https://doi.org/10.35362/rie3312923.
ReLingüística Aplicada no. 16. http://relinguistica.azc.uam.mx/no016/RL016_A03.htm. Accedido 6 de octubre de 2022.
El aprendizaje cooperativo es aquella actividad que se lleva a cabo en pequeños grupos, pero no se trata simplemente de que el alumnado se agrupe por equipos sino de que estos sean capaces de intercambiar información y trabajar en una determinada tarea hasta que todos los integrantes lo entiendan y puedan participar por igual. De esta forma, se fomenta el aprendizaje a través de la ayuda mutua y la colaboración con los/as demás. Así pues, entendemos el aprendizaje cooperativo como un conjunto de métodos de enseñanza en los que los/as alumnos/as trabajan juntos, ayudándose y apoyándose en las actividades, generalmente académicas. (Melero y Fernández, 1995).
Con el objetivo de que realmente haya un aprendizaje cooperativo, las personas deben seguir una serie de técnicas (García López, 1996):
En primer lugar, debe haber una interdependencia positiva, es decir, un interés por el mayor rendimiento posible de todos los integrantes del grupo.
También es importante destacar la responsabilidad individual de la tarea asumida, ya que deben ser conscientes de que los objetivos no serán adquiridos sin la participación de todos/as y cada uno/a de los miembros.
Por otro lado, los grupos deben ser heterogéneos y acordar un liderazgo compartido, y se debe cumplir con la responsabilidad de ayudar a los/as compañeros/as del grupo.
Como conclusión y desde mi punto de vista, creo que el aprendizaje cooperativo es uno de los principales métodos de enseñanza que se debe utilizar en educación infantil. Es importante que los/as más pequeños/as comprendan que juntos/as pueden lograr los objetivos con éxito, y puedan experimentar la agradable sensación que el trabajo cooperativo deja en uno/a mismo/a. Es fundamental que empiecen a escuchar a los/as demás, a respetar diferentes opiniones y puntos de vista y a realizar cada uno/a pequeñas aportaciones que formarán un gran trabajo en equipo.
García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
En la actualidad, muchas personas tienen un concepto inequívoco sobre el aprendizaje cooperativo y piensan que simplemente con realizar un trabajo grupal ya se está llevando a cabo una cooperación y con ello un aprendizaje, pero esto no es suficiente.
El aprendizaje cooperativo va mucho más allá y como bien nos hacen saber Johnson y Johnson (citado en López, G., y Acuña, S. (2011)) es aquella situación de aprendizaje en la que todos los participantes luchan por conseguir un objetivo común, pero dicho objetivo no se consigue sin que cada una de las personas implicadas consiga su respectivo objetivo personal.
Además, López, G., y Acuña, S. (2011) nos explican que los estudiantes deben trabajar en pequeños grupos heterogéneos donde se deben ayudar mutuamente y por ello debe existir una buena comunicación. Si esto ocurre, todos los/as alumnos/as tendrán una valoración positiva del trabajo académico personal y una motivación cada vez mayor por aprender.
Por otra parte, también nombran una serie de factores que se deben considerar en el método de aprendizaje cooperativo que son los siguientes: • Una interdependencia positiva • La interacción cara a cara • Las responsabilidades de cada persona del grupo • Desarrollar las habilidades del grupo y las relaciones interpersonales • La reflexión sobre el trabajo en grupo.
Asimismo, como bien hemos visto en clase, Crévier y Berubé (citado en Achilli et al. (2018)) también nos aportan una serie de factores acerca del mismo tema que vamos a ver a continuación: • La no eliminación y con ello, la no exclusión. • La posibilidad de intercambiar roles dentro de cada juego • La participación de acuerdo con las propias capacidades • Etc.
Por lo tanto, como conclusión, debemos saber que el simple hecho de trabajar en grupos no significa que se esté realizando un aprendizaje cooperativo, ya que para ello hace falta que ocurran una serie de factores, que hemos comentado anteriormente, como puede ser la comunicación y no eliminación.
Referencias bibliográficas Achilli, C., Aimé, A., Lapasini, C., y Peiretti, J. (2018). Talleres de juegos cooperativos para organizaciones sociales. Sociales Investiga: escritos académicos, de extensión y docencia, 5, 67-73.
López, G., y Acuña, S. (2011). Aprendizaje cooperativo en el aula. Inventio, la génesis de la cultura universitaria en Morelos, 7(14), 28-37.
El aprendizaje cooperativo es un proceso de aprendizaje que se da por medio de interacciones sociales con los iguales, siguiendo unas pautas comunes marcadas por el/la docente y que el grupo de trabajo debe seguir para cumplir un mismo objetivo. Tal y como añade Jimenez (2012): este aprendizaje lo deberemos entender como una espiral que va en aumento a medida que los conocimientos aumentan, no es un proceso lineal donde los conocimientos aprendidos se quedan atrás, sino que todo envuelve a todo y todo se relaciona con todo. (pág. 13)
Una de las características principales de este tipo de aprendizaje es que se necesita de la cooperación y participación activa de todos los componentes del grupo de trabajo, por lo cual se evitan las actitudes o los comportamientos de segregación. Para conseguir los objetivos planteados, los alumnos/as deben de tener la capacidad de comunicarse de forma respetuosa e igualitaria, es decir, escuchar las ideas o propuestas de todos los integrantes del grupo con respeto y de la misma forma para todos. Además, no eliminar a los niños/as que no consiguen algún objetivo.
Para poder llevar a cabo un aprendizaje cooperativo, Jiménez (2012) menciona los siguientes principios básicos: - Agrupamiento del alumnado en distintas formas de equipo fundamentalmente heterogéneos. - Interdependencia positiva - Interacción estimulante cara a cara - Responsabilidad individual y compromiso personal - Habilidades sociales y de pequeño grupo - Revisión periódica del equipo y establecimiento de objetivos de mejora - Igualdad de oportunidades
Para concluir, destacar la importancia de que se dé un aprendizaje cooperativo a través de la participación de forma individual y grupal, comunicación respetuosa, no eliminación y el mismo objetivo que los componentes del grupo de trabajo.
Referencia bibliográfica
Jiménez García, V. (2012). Aprendizaje cooperativo en Educación Infantil (Bachelor's thesis).
La mayoría de veces erramos al pensar que juego cooperativo y aprendizaje cooperativo son términos sinónimos (Velázquez, 2010, 2012). A pesar de presentar similitudes, también tienen sus diferencias. Si bien sabemos, tanto en los juegos cooperativos como en el aprendizaje cooperativo, los participantes dan y reciben ayuda para contribuir a alcanzar uno o varios objetivos comunes. Y ambos son característicos por la ausencia de oposición y competición, la inclusión de todos, la libertad para crear y el disfrute. Los beneficios son múltiples. No sólo favorece la participación activa, sino que a su vez, trabajan los valores, entre otros, los interculturales y la mejora de la satisfacción de los participantes, favoreciendo el desarrollo de la autoestima y adquiriendo un autoconcepto positivo en sí mismo (Omeñaca, 2001).
Añade Velázquez (2014) que se demostró que la cooperación era más efectiva que la competencia para estimular el aprendizaje. Por esta serie de razones, a la hora de trabajar de manera colectiva, es esencial que primen los valores como el respeto, la empatía, la consideración, que se tengan en cuenta todas las aportaciones y que se trabaje por la inclusión de todo el grupo. Ya que como hemos comentado anteriormente, un aprendizaje cooperativo se lleva a cabo cuando todos los y las integrantes de un grupo trabajan por alcanzar un objetivo común, sino es así deja de ser cooperativo y pasa a ser colaborativo.
Cuesta Cañadas, C., Prieto Ayuso, A., Gómez Barreto, I. M., Barrera, M. X., & Gil Madrona, P. (2016). La contribución de los juegos cooperativos a la mejora psicomotriz en niños de educación infantil. Paradigma, 37(1), 99-134.
Para saber cómo experimentar un aprendizaje cooperativo, primero hemos de entender su definición.
Según García, Traver y Candela (2001), en una situación de aprendizaje cooperativo, “los estudiantes pueden conseguir sus objetivos sí y solo si los demás con los que trabaja cooperativamente consiguen también los suyos“.
A su vez, estos autores hablan de que en un aprendizaje cooperativo debe existir una “interdependencia positiva”, en la que todos los miembros de un grupo se interesen por el máximo aprendizaje de cada uno de los integrantes.
Por otra parte, según Pujolàs (2008), todos los miembros del equipo tienen una doble responsabilidad, aprender por sí mismos y contribuir a que el resto aprenda, así como un doble objetivo, aprender a colaborar y colaborar para aprender.
En resumen, el aprendizaje cooperativo se da cuando un grupo de personas tienen el mismo objetivo y trabajan juntos/as para conseguirlo, siendo conscientes de que sin la ayuda mutua y el trabajo de todos/as y cada uno de ellos/as, los objetivos no se cumplen.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
García, R., Traver, J. A., y Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
Pujolàs, P. (2008). El aprendizaje cooperativo como recurso y como contenido. Aula de innovación educativa, 170, 37-41.
**nombre del libro y editorial en cursiva **nombre de revista en cursiva
Hoy en día se tiene una idea de cooperación bastante general y relativa que nos ha podido conllevar a confusiones y pensamientos erróneos.
He podido observar que varias personas trabajan en grupo, pero dentro de este de manera individual, y al finalizar hacen una valoración definiéndolo como trabajo cooperativo. Y, por supuesto, esto ya es una concepción equivocada. Como este caso, a lo largo del tiempo se han dado muchos más. Por ello, para que haya un aprendizaje cooperativo cada individuo debe contribuir con el resto de las personas y participar en la actividad/trabajo, ayudando y siendo empáticos con el resto del grupo. Todos deben de colaborar para poder cumplir el objetivo final común que se ha pautado antes de empezar a realizar la actividad/trabajo y así, obtener dicho aprendizaje. Además, se debe llevar a cabo una buena comunicación y escucha entre los compañeros/as, hay que potenciar las capacidades de cada uno/a uniendo todas las habilidades para obtener mejores resultados. Y se debe saber que, al igual que se tiene un fin general, todos “ganan” o todos “pierden” ya que son un grupo unido vinculados por el fin común y no es un juego de competición en el cual gana el/la que mejor lo realiza.
Personalmente, a raíz de haber tratado este tema en la unidad 4, tengo una concepción de lo que significa cooperación y lo que esto supone en las aulas. También de aspectos que debo tener en cuenta cuando aplique este tipo de recurso en clase y, por supuesto, conocer las características de cada alumno/a.
REFERENCIAS: López, E. (2022). Tema 4. Juegos cooperativos. [Diapositivas de PowerPoint].
Segons Mayordomo et Onrubia (2016), entenem per aprenentatge cooperatiu aquell aprenentatge en el qual els alumnes estableixen una interdependència positiva, el que significa que sols poden aconseguir els objectius establerts si la resta dels seus companys/es també ho fan. En aquest tipus d’aprenentatge es requereix una responsabilitat mútua per assolir els objectius establerts.
Moltes vegades quan ens toca fer un treball grupal, ens trobem en situacions on realment cada persona desenvolupa un apartat diferent i no es comuniquen la informació, és a dir, es treballa de forma individual tot i que no hauria de ser així.
L’aprenentatge cooperatiu té molts beneficis, ja que com explica Domingo (2008), la cooperació incrementa la satisfacció dels estudiants i promou actituds positives cap a la matèria que es requerisca. A més, motiva als estudiants a perseguir objectius comuns i buscar la forma d’ajudar als demés, deixant arrere una actitud individualista o competitiva, com podríem trobar en altres formes de treball.
Per tant, per contestar a la pregunta inicial, pense que el més important és saber quin és l’objectiu comú del grup. Una vegada l’hem trobat, malgrat que es poden repartir alguns apartats de l’activitat, la comunicació entre tots els membres del grup i el fet de compartir tota la informació que trobem en relació al tema, faran que l’aprenentatge cooperatiu done els seus fruits.
Domingo, J. (2008). El aprendizaje cooperativo. Cuadernos de trabajo social, 21, 231-246. Mayordomo, R. M., & Onrubia, J. (2016). El aprendizaje cooperativo (Vol. 389). Editorial UOC.
El objetivo de los juegos cooperativos es que sean todos participes del grupo y tengan al final de la dinámica una puesta en común.
Así pues, para que se lleve a cabo un verdadero aprendizaje cooperativo, el docente debe tener en cuenta que todos los niñxs participen en la dinámica, que se promueven valores como el respeto, la solidaridad y el compañerismo y que predominen los objetivos comunes antes que los individuales.
Además, en los juegos debe estar integrada la no eliminación, que no haya violencia, el cambio de roles, participación, trabajar juntos con un mismo objetivo, no fomentar la competición, etc.
Desde mi punto de vista, creo que estos juegos son fundamentales para trabajarlos en el aula por todo lo anterior y dado que fomenta la integridad de grupo y la potencialidad de valores, el aumento de la autoestima y una mejor relación entre compañerxs.
López, E. (2022). Tema 4. Juegos cooperativos. [Diapositivas de PowerPoint].
Para que se dé un aprendizaje cooperativo se necesita que el grupo de personas trabaje de manera grupal y colaborativa, es decir que, de manera individual, cada uno de los componentes de este grupo ayuden a que el objetivo colectivo se cumpla, de diferentes maneras: juntos, separados, mediante una consigna… La sesión de juegos cooperativos en el gimnasio nos enseñó los conceptos más relevantes que debíamos conocer sobre el aprendizaje cooperativo y los juegos que lo estimulan.
Según Johnson, Johnson y Holubec (1999), “el aprendizaje cooperativo requiere la participación directa y activa de los estudiantes. Al igual que los alpinistas, los alumnos escalan más fácilmente las cimas del aprendizaje cuando lo hacen formando parte de un equipo cooperativo” (p. 5).
Además, siguiendo sus palabras, hemos de distinguir de este, el aprendizaje competitivo y establecer sus diferencias:
COOPERATIVO - Fomenta la socialización y la ayuda mutua. - No tiene límites. El docente puede organizar cooperativamente cualquier tarea didáctica. - Se evalúa de acuerdo con determinados criterios.
COMPETITIVO - Tiende a ser individualista: trabajan por su cuenta para lograr metas de aprendizaje desvinculadas de las de los demás alumnos. - Tiene una serie de limitaciones respecto a cuando y como emplearlo de forma correcta. - Se evalúa según una cierta norma.
El aprendizaje cooperativo se suele emplear didácticamente a través de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás. (Johnson, Johnson y Holubec, 1999, p. 5)
REFERENCIAS Johnson, D., Johnson, R. y Holubec, E. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula.
La cooperación tiene como finalidad trabajar de forma conjunta para llegar a los objetivos propuestos. Por eso, según Johnson, Johnson y Holubec (1999), el aprendizaje cooperativo es un método pedagógico en el que se hace uso de grupos reducidos de alumnos y alumnas en los que se trabaja de forma conjunta para alcanzar un objetivo. De esta forma, se logra un aprendizaje máximo y también la obtención de diversas habilidades.
Se debe tener en cuenta que no todos los grupos son cooperativos. Por esta razón, para que el aprendizaje cooperativo y la cooperación funcionen de forma correcta, existen varios elementos para incorporar en el aula. Estos elementos son:
- Interdependencia positiva. Esta interdependencia consiste en crear un compromiso con el resto de los miembros del grupo, estableciendo así la base del aprendizaje cooperativo. - Responsabilidad individual y grupal. Cada persona del grupo es responsable de cumplir con su parte del trabajo y por tanto, el grupo entero debe asumir la responsabilidad de cumplir los objetivos marcados. - Interacción estimuladora. La interacción estimuladora ha de ser necesaria entre los miembros del grupo para así motivar, ayudar y respaldar a los demás en dicha tarea. - Prácticas personales y grupales indispensables. Se deben llevar a cabo diversas prácticas, tanto individuales como grupales, para saber tomar decisiones, comunicarse, establecer vínculos en los que se confíe y para poder resolver conflictos. - Evaluación grupal. El grupo cuenta con el compromiso de analizar su trabajo para determinar aquello que ha salido bien, aquello que hay que modificar y si los objetivos se han alcanzado.
En conclusión, el aprendizaje cooperativo cuenta con una gran cantidad de beneficios para los alumnos y las alumnas. Los más destacables son el rendimiento más elevado que muestran los alumnos y el establecimiento de relaciones positivas con los compañeros/as.
Johnson, D., Johnson, R. y Holubec, E. (1994). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós SAICF.
El aprendizaje cooperativo es una forma de organizar las actividades, tareas, juegos, etc. en el aula con la finalidad de tener una experiencia social y académica de aprendizaje para hacer que los y las estudiantes mejoren en el trabajo en grupo y llevar a cabo las tareas de forma colectiva. Tienen un objetivo común, porque en el momento en el que un alumno o alumna tenga otro objetivo diferente al resto ya no será cooperativo. El principal objetivo de este aprendizaje es que todos los y las componentes del grupo sean partícipes (por igual) en el juego o actividad. Una forma de trabajar en equipo de forma cooperativa como dijo Johnson et all (1999) es a base de roles, es decir, dentro del grupo cada uno tendrá un rol diferente: el que controla el tiempo para acabar bien la tarea; el mediador/a, que tiene que intervenir para que haya buena comunicación; el lector, que tiene que leer y explicar la actividad; el secretario/a, que escribe lo que se realiza en la tarea o lo que le digan. Considero que trabajar de forma cooperativa es bueno porque les das una responsabilidad, por pequeña que sea. De esta forma los niños y niñas empiezan a tener obligaciones y ven que en ocasiones si uno o una no participa pueden llegan a no sacar el objetivo.
Referencia: Johnson, D. W., Johnson, R. T., & Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós SAICF.
El aprendizaje cooperativo se basa en la interacción social, los niños y las niñas son guiados/as por el profesorado hacia objetivos pero son los/as propios/as alumnos/as los que deben relacionarse entre ellos dandose así el trabajo no individual.
Se sebe trabajar haciendo consciente a los niños y niñas de que para lograr el objetivo final (lo que antiguamente se llamaba ganar) se necesita la colaboración de todos y todas o no se puede.
Según Jiménez V. (2012) este tipo de aprendizaje se basa en que el aprendizaje del alunmnado se da porque colaboran entre ellos/as ayudándose unos/as o otros/as y no gracias al profesor.
Aunque haya diversidad dentro de una clase de Educación Infantil, porque cada alumno/a tiene capacidades, intereses y motivaciones, se motivan para cooperar, ayudars, mejorar y aprender sin necesidad de que el profesor dirija de manera que prive de libertad.
Referencia bibliográfica: Jiménez, V. (2012). Aprendizaje cooperativo en Educación Infantil
La finalidad de un aprendizaje cooperativo es trabajar en equipo para alcanzar objetivos comunes. De esta manera, los participantes procuran obtener resultados que sean beneficiosos tanto para ellos/as mismos como para el resto del grupo.
Además, el trabajo cooperativo fomenta la mejora de las capacidades empáticas y la integración en el grupo de personas con diferentes niveles de habilidades y conocimientos, por lo que también ayuda a la socialización
Este método es todo lo contrario al aprendizaje competitivo, ya que en este cada alumno/a trabaja en contra de los demás para alcanzar objetivos mejores a los demás; así como también del aprendizaje individualista, en el que los estudiantes trabajan por su cuenta para lograr metas de aprendizaje desvinculadas de las de los demás alumnos/as.
Para que el aprendizaje cooperativo sea un éxito, hay cuatro elementos que deberán ser explícitamente incorporados en las aulas que se utilice este método. El primer y principal elemento del aprendizaje cooperativo es la interdependencia positiva, el/la docente deberá presentar una actividad, y marcar un objetivo claro. El segundo elemento del aprendizaje cooperativo es la responsabilidad individual y grupal. El tercer elemento esencial es la interacción estimuladora. El grupo deberá compartir los recursos, deberá ayudarse, respaldarse y felicitándose unos a otros. Y el cuarto y último elemento fundamental del aprendizaje cooperativo es la evaluación grupal.
Además de estos cuatro elementos básicos sería esencial una asignación de roles para llevar a cabo una acción cooperativa eficaz.
Johson, D. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula.Barcelona: Editorial Paidós SAICF https://www.guao.org/sites/default/files/biblioteca/El%20aprendizaje%20cooperativo%20en%20el%20aula.pdf
Para poder llevar a cabo un trabajo con más de un individuo, es decir, una actividad grupal y llevando a cabo un aprendizaje cooperativo, es necesario destacar cinco elementos que deberán incorporarse en el aula.
En primer lugar, podemos hablar de que el docente expondrá la tarea de forma clara y propondrá un objetivo grupal. Por esto, hay que crear un compromiso con el éxito de los demás integrantes del grupo. Esto lo podemos conocer como la interdependencia positiva.
El segundo elemento fundamental para llevar a cabo un aprendizaje cooperativo es la responsabilidad tanto grupal como individual. Todos los componentes del grupo tendrán que alcanzar los objetivos propuestos, por lo que cada uno tendrá que tener claro su función dentro de este y valorar el progreso que realizado durante el progreso y valorar los esfuerzos tanto individuales como el colectivo. Al fin y al cabo, la finalidad del trabajo cooperativo es que los alumnos lleven a cabo el aprendizaje por ellos mismo, y adquieran una serie de conocimientos que les permita crecer como individuos.
En tercer lugar, podemos hablar de que esta acción es una interacción estimuladora, ya que se fomentan algunos valores como compartir los recursos que se empleen, ayudarse con las dudas que se expongan, respetar las diferentes ideas y opiniones y empatizar/valorar el trabajo propio y de los demás. Este tercer elemento, se basa en el compromiso personal para dar fruto del aprendizaje cooperativo.
El cuarto factor a tener en cuenta son las técnicas interpersonales y del equipo que hacen referencia a crear un clima de confianza y seguridad, resolver los problemas que surjan mediante la comunicación y tomar las decisiones. Para adquirir un buen funcionamiento del grupo es necesario tener adquiridas estos procedimientos y estrategias que facilitarán el trabajo.
Por último, hay que destacar la evaluación grupal que es fundamental, porque es el momento de analizar lo que ha adquirido el grupo en general y cada miembro, observando las metas alcanzadas y las relaciones de trabajo que se han formado. Además, se atenderá al proceso de aprendizaje que se ha formado y la eficacia que él mismo ha tenido.
REFERÉNCIAS BIBLIOGRÁFICAS Johnson, T. , Johnson, D. y Holubec, J. (1994). El aprendizaje cooperativo en el aula. Association For Supervision and Curriculum Development, Virginia. 22311-1714
Solemos confundir los juegos cooperativos con los juegos colaborativos. Por ejemplo, todos los deportes, o por lo menos la gran mayoría de ellos, son colaborativos, aunque solemos pensar que son de cooperación.
El básquet, por ejemplo, aunque sea jugado en equipo no requiere del esfuerzo de todo el grupo para conseguir el objetivo y ganar. Por ejemplo, si una jugadora es muy buena puede conseguir encanastar múltiples veces sin que el resto del equipo toque el balón. En cambio, en juegos como formar figuras o letras con el cuerpo junto a tu equipo, se necesita la participación de todas las personas, sin ellas no se puede conseguir el objetivo.
Lo que realmente hace de un juego colaborativo es que se requiera la cooperación de todo el grupo de personas para conseguir alcanzar el objetivo. Este punto es el que marca la diferencia entre la cooperación y la colaboración. Por ello cuando tengamos dudas respecto a qué tipo de juego estamos planteando, podemos preguntarnos “¿se necesita la participación de cada uno de los jugadores/as para lograr el objetivo?”
A la hora de proponer juegos al alumnado debemos tener en cuenta que la manera en la que planteemos las actividades marcará la diferencia entre ser o no cooperativo. Motivar al alumnado sin crear competencia tóxica será clave en estos juegos. Los juegos cooperativos tienen rasgos especiales como el propio disfrute del juego lúdico unido el esfuerzo para conseguir objetivos en común. “Los objetivos que el juego marca para cada participante van unidos a los de los demás, de modo que cada uno alcanza su meta sólo si el resto de los participantes alcanzan la suya” (Antón Agramonte, 2011).
Antón Agramonte, A. (2011, 1 febrero). Los juegos cooperativos en educación física. Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3629149.pdf
Los grupos de aprendizaje cooperativo para todos son esenciales y deben ser lo más heterogéneos posible para complementar las características del alumnado.
Para lograr una mejor organización, además de la interacción activa y la participación equitativa, es muy práctico el uso de roles, y estos roles deben incluir la participación y supervisión de los alumnos y docentes, brindando beneficios tales como:
• Reducir la actitud negativa • Utilizar técnicas de grupo • Crear cohesión entre los miembros del equipo
Los roles suelen ser: • Portavoz: Habla en nombre del grupo cuando el profesor pide su opinión. Trate de que todos en el grupo participen por igual. Consolidar aportes y cosas bien hechas. • secretario: Registrar el trabajo diario del equipo, verificar que cada persona tenga anotadas las tareas y recordar las tareas y compromisos pendientes de los integrantes del equipo. • Mediadores: Animar al equipo a seguir avanzando, asegurarse de que todos estén a la altura de la tarea, tener claro qué tarea se va a realizar e indicar en todo momento qué tarea tiene que hacer cada uno. • Gestión de la demanda y/o del tiempo: controlar el tiempo de las actividades, asegurarse de que todo esté limpio y ordenado, monitorear los niveles de ruido, asegurar los documentos, los tiempos de conversación grupal en vivo...
Todo esto son técnicas para mejorar la cooperación entre todos los miembros del grupo, porque lo más importante y como debería de trabajar un grupo para que realmente haya un aprendizaje cooperativo es la participación de todos los miembros.
JOHNSON, D. W., JOHNSON, R. T. y HOLUBEC, E. J. (1999): El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós. PUJOLÀS MASET, P. y LAGO MARTÍNEZ, J.R. (2012), Un programa para cooperar y aprender, En Cuadernos de pedagogía. nº 428 (nov. 2012), p. 24-26
En primer lugar, para que realmente haya un aprendizaje cooperativo en una actividad o en un trabajo grupal, el/la docente debe proponer una tarea clara y un objetivo grupal para que los alumnos y alumnas sepan que han de cooperar juntos. Cada alumno o alumna de un grupo debe tener en cuenta que los esfuerzos de cada integrante no sólo lo benefician a él o a ella sino también a los y las demás compañeros/as.
En segundo lugar, el grupo debe asumir la responsabilidad de alcanzar sus objetivos, y cada niño o niña será responsable de cumplir con la parte del trabajo que le corresponda, es decir, nadie puede aprovecharse del trabajo de otros. Es muy importante la responsabilidad individual porque gracias a ella, se evalúa el desempeño de cada alumno y alumna y los resultados de la evaluación son transmitidos al grupo y al individuo a efectos de determinar quién necesita más ayuda para realizar la tarea.
Por último, hacer una evaluación grupal ayudará a que los alumnos y alumnas analicen en qué medida están alcanzando sus metas y, manteniendo relaciones de trabajo eficaces. Los grupos deben determinar qué acciones de sus compañeros o compañeras han sido positivas o negativas, y tomar decisiones acerca de cuáles conductas conservar o modificar. Para que el proceso de aprendizaje mejore en forma sostenida, es necesario que analicen cuidadosamente cómo están trabajando juntos y juntas, y además cómo pueden mejorar la eficacia del grupo.
Johnson, D. W., Johnson, R. T. y Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires. Paidós.
En primer lugar, el aprendizaje cooperativo se basa en la participación de todo el alumnado con un objetivo común. Para poder alcanzar este aprendizaje el alumnado tiene que aprender colaborando entre sí con la ayuda de sus compañeros, por eso los docentes deben estimular el interés por la colaboración y la cooperatividad con el fin de que sus alumnos estén motivados a aprender de esta forma. Es por esto que Vygotski (1995) hace referencia al aprendizaje cooperativo como un aprendizaje basado en la interacción social dónde el profesor sirve de guía para que el alumnado alcance el objetivo que tiene en común. Este tipo de aprendizaje busca la interacción entre todos los compañeros/as para que el aprendizaje vaya poco a poco en aumento sin ser un proceso en línea recta dónde los conocimientos se van quedando atrás. Pero la figura del profesor es esencial como guía, ya que este/a será el encargado de planificar las actividades de manera rigurosa para evitar, lo máximo posible, la improvisación. Asimismo, si conseguimos que el grupo trabaje de esta manera estaremos fomentando la implicación del alumnado en su proceso de enseñanza-aprendizaje lo que les hará sentirse partícipes de su proceso junto con el resto de compañeros, con los que habrán tenido que realizar trabajo introspectivo para poder llegar a la “meta” todos juntos.
Jiménez, V. (2012). Aprendizaje cooperativo en Educación Infantil (Bachelor's thesis).
En la actualidad, cada vez está cobrando más importancia, tanto en el mundo de la docencia en concreto, como en el mundo laboral en general, el uso del trabajo cooperativo y las dinámicas de grupos, con el fin de establecer nuevos aprendizajes y fomentar el aprendizaje cooperativo y el trabajo en equipo (Tejero, 2022).
Para fomentar esto, centrándonos más en el ámbito infantil, Cuesta et. Al (2016), y Arcos (2013), proponen que los alumnos, tendrán que trabajar en grupos variados y heterogéneos, en los que se den multitud de perfiles con el fin de rechazar la exclusión y fomentar la inclusión de cada uno de los miembros del grupo, buscando un trabajo cooperativo en el que se dé, tanto el aprendizaje grupal como el individual de cada uno de ellos, con el fin máximo, de conseguir el éxito total del grupo.
Tejero (2022), además, afirma que para que se llegue a alcanzar este tipo de cooperación y aprendizaje, las tareas deberán fomentar actitudes de participación conjunta, buscando la comunicación y toma de decisiones en común por parte de los participantes del grupo, a modo que, como se ha dicho en el párrafo anterior, todos los miembros del grupo hayan participado en la toma de decisión, buscando el objetivo general del bien común del grupo.
En definitiva, a aprovechando el auge actual de este tipo de dinámicas, cada vez es más evidente la importancia de este tipo de trabajo, así como la dificultad que presenta, diseñar y emplear de forma correcta este tipo de tareas por nuestra parte como docentes, teniendo en cuenta multitud de factores y premisas, que nos ayuden a fomentar las actitudes correctas por parte de los alumnos para que se lleve a cabo ese trabajo cooperativo.
Bibliografía Arcos, E. (2013). Juego cooperativo en Educación Infantil. Universidad de Valladolid. Facultad de Educación y Trabajo Social. Cuesta, C., Prieto, A., Gómez, I., Barrera, M. & Gil, P. (2016). La Contribución de los Juegos Cooperativos a la Mejora Psicomotriz en Niños de Educación Infantil. Paradígma, 37(1), 99-134. Tejero, J. (2022). Aprendizaje cooperativo en Educación Infantil: el juego cooperativo como herramienta de aprendizaje. Universidad de Valladolid. Facultad de Educación de Segovia.
El aprendizaje cooperativo se basa en actividades grupales ejecutadas dentro del aula, en las cuales se trata una información y entre los miembros del grupo se trabaja una actividad hasta comprenderla y se aprenda mediante la ayuda de todos y todas (García, Traver y Candela, 2001).
Hay que saber diferenciar entre los conceptos “trabajo en grupo” y “trabajar en grupos cooperativos”. Es por ello, que para saber y poder aplicar el aprendizaje de forma correcta en las aulas, deben aparecer las siguientes características (García, Traver y Candela, 2001):
El aprendizaje cooperativo sugiere interdependencia positiva entre todas y todos los componentes del grupo, por lo que todo el alumnado se interesa tanto por el trabajo de los demás como del suyo propio. Además, debe haber también responsabilidad individual y colectiva, donde todos y todas se autoayudan para conseguir llegar al objetivo común. En el aprendizaje cooperativo, los grupos que se forman han de ser de carácter heterogéneo y en los que se establece liderazgo compartido con el que estructurar con mayor eficacia el trabajo y donde cado uno/a de los miembros es el líder de su propia parte. En este tipo de aprendizaje, los/las docentes tienen el papel de enseñar al alumnado tanto técnicas como estrategias y habilidades (como las sociales) para poder desarrollar ese trabajo cooperativo correctamente sin convertirse en trabajo basado en el individualismo.
Por último, este tipo de aprendizaje se da mayormente dentro del aula, junto con un control por parte de los/as docentes para guiar a los grupos de forma que lleguen a alcanzar su meta: aprender lo máximo posible.
García, R., Traver, J. y Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: Editorial CCS.
Los alumnos/as tienen que representarse la tarea a realizar y compartir entre todos el mismo objetivo, deben ser conscientes desde el principio del tipo de cooperación que esa tarea exige (como se ve en las experiencias didácticas de la segunda parte en todas ellas se plantean al principio pasos relacionados con esto) y deben tener un reflejo claro de las ventajas de haber realizado la tarea en grupo (siempre se plantea un contraste entre lo que se proponían hacer y aprender y lo que se ha conseguido al final). Si no se consigue que los alumnos/as perciban estas ventajas será difícil que valoren la cooperación como condición necesaria para aprender. Asimismo no nos podemos olvidar algo que en algunas ocasiones no se tiene en cuenta al organizar actividades cooperativas y es que el éxito del trabajo del grupo debe descansar en que todos y cada uno de los alumnos y alumnas del grupo aprendan, de que todos tengan éxito. Para ello es necesario que exista una clara responsabilidad individual que puede traducirse en un trabajo previo (ver experiencias taller de juegos, biografía, el último día del trimestre) o en una responsabilidad específica (los especialistas de la actividad...).
Pero... ¿al final los alumnos aprenden más con esta forma de trabajar? Esto es lo que importa pues, en definitiva, es el objetivo que todos perseguimos. ¿Cuándo estamos convencidos de que sabemos algo?, sin duda alguna cuando somos capaces de explicarlo a otros y conseguimos que nos entiendan. Es entonces cuando estamos convencidos de que lo hemos aprendido. En la cooperación dentro del grupo se producen (como ya se ha explicado anteriormente) multitud de ocasiones en las que unos explican a otros posibles formas de hacer la tarea y soluciones que se pueden dar, se valoran esos planes analizando ventajas e inconvenientes, se controla la situación y se recuerdan los acuerdos tomados, los pasos que faltan por dar; se intentan superar los conflictos que aparecen... (la información recogida de los abuelos en la actividad de la biografía, la explicación de cómo se hace el montaje eléctrico, toda la planificación que aparece en «la fiesta del trimestre», etc.) y es necesario que «todos» se hagan entender para que la actividad progrese y se pueda resolver.
Referencias bibliográficas: Biain Salaberría, I., Cutrín Pérez, C., Elcarte Elcarte, M. P., Etxaniz Goñi, M. J., Fresneda Játiva, J., Úriz Bidegáin, N., & Zudaire Morrás, E. (1999). El aprendizaje cooperativo.
En primer lugar, definiremos los juegos cooperativos, estos son aquellos que demandan que cada participante de la actividad colabore con el resto de integrantes para la consecución de un fin común, dependiendo del juego.
Para que se de está colaboración y cuente como aprendizaje cooperativo el juego debe tener las siguientes características: • La participación de todo el alumnado sin que haya exclusión a algún participante. • Que se promuevan las actitudes de sensibilización cooperación, solidaridad y ayuda mutua entre ellos y ellas. • Que predominen los objetivos colectivos en el juego y no los individuales.
Cuando hablamos de aprendizaje nos referimos a un proceso individual que ocurre dentro de cada persona, sin embargo este aprendizaje puede verse influenciado por interacciones sociales en las que cada uno/a participa y especialmente las que establece dentro del contexto escolar; a esto se le llama aprendizaje cooperativo.
El objetivo del aprendizaje cooperativo es que todos los alumnos pertenecientes a un grupo logren alcanzar un objetivo que tienen en común, no obstante todos tienen que ayudar y poner su granito de arena para que se pueda cumplir. Johnson y Johnson (2011) definen al aprendizaje cooperativo como aquella situación de aprendizaje en la que los objetivos de los participantes se hallan estrechamente vinculados, de tal manera que cada uno de ellos “sólo puede alcanzar sus objetivos si y sólo si los demás consiguen alcanzar los suyos”.
Slavin propone dos condiciones que hay que seguir para que un aprendizaje sea cooperativo: en primer lugar, el trabajo debe estar dirigido a conseguir metas de grupo; en segundo lugar el éxito de estas metas será el aprendizaje individual de todos los participantes del grupo. Trabajar en conjunto para conseguir una meta común tiene como consecuencia la valoración positiva del trabajo académico personal y la motivación para aprender.
En conclusión, para lograr un aprendizaje cooperativo las personas no compiten entre ellas, sino que trabajan juntas para lograr un objetivo, cada persona tiene un rol dentro del grupo que será necesario para alcanzar la meta. Por tanto, si no se consigue el objetivo todos pierden y al revés igual.
López, G. Acuña, S. (2011). Aprendizaje cooperativo en el aula. Narraciones de la ciencia, 7(14), 28-37. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3747117.pdf
El aprendizaje cooperativo tiene como objetivo trabajar en equipo para conseguir un punto en común. Ese objetivo en común hace que dependan unos de otros, es decir, se necesitan mutuamente para conseguirlo.
Según Mayordomo y Onrubia (2016) Para que realmente haya un aprendizaje cooperativo, todas las personas del grupo deben ayudarse unos a otros y compartir los conocimientos que vayan descubriendo. Además, como ya se ha dicho antes todos/as deben conseguir su objetivo y todos/as deben aportar cosas al grupo, es decir, tienen una responsabilidad. También se tienen que sentir cómodos/as de expresar su opinión, por ejemplo, si hay que decidir algo se tiene que tener en cuenta todos los puntos de vista y decir ventajas y desventajas de cada opción para poder llegar a una solución.
En conclusión, el aprendizaje cooperativo no es solo tener un grupo de trabajo, sino que todas las personas de ese grupo deben de participar en el trabajo, por ello todos los integrantes del grupo deben tener interés de cumplir el objetivo.
Mayordomo, R., Onrubia, J. (2016). El aprendizaje cooperativo. Editorial UOC
Actualmente se habla mucho del aprendizaje cooperativo y de las formas de llevarlo a cabo. Sin embargo, muchas veces erramos en su definición. Por este motivo, para poder conocer cómo trabajar el aprendizaje cooperativo debemos conocer su significado.
Según Pujolàs (2008), el Aprendizaje Cooperativo hace alusión a la interacción que realizan los alumnos en equipos reducidos y donde la participación es igualitaria. Estos utilizan una estructura en la actividad que les permite participar más o menos de la misma forma para así potenciar la máxima interacción y que aprendan tanto sobre los contenidos, como a trabajar en equipo.
Ahora bien, otros autores han dado diferentes definiciones de lo que es el Aprendizaje Cooperativo y han añadido matices que podrían ser útiles. Por ejemplo, Slavin (1987), decía que en el AC los alumnos se ayudaban conjuntamente para aprender contenidos curriculares, mientras que Lobato (1998) destacaba que el Aprendizaje Cooperativo era “un medio para conseguir resultados más significativos”, de esta forma aumentaba la motivación, se daba lugar al desarrollo de habilidades…
Por otro lado, Joan Domingo (2008) afirma que para que el trabajo que se realice en el aula sea cooperativo deben existir los siguientes aspectos:
- Los estudiantes aprenden en lugar de que el docente enseñe. - Se trabaja en grupos pequeños en el que cada uno tiene un rol. - Los estudiantes dependen unos de otros. - Hay una responsabilidad individual y grupal. - Se desarrollan habilidades sociales. - Se reflexiona sobre los resultados como grupo.
En conclusión, el Aprendizaje Cooperativo se da cuando un conjunto de personas trabaja juntas en pequeños grupos, desempeñando cada uno una función (y contribuyendo de forma igualitaria), para lograr un mismo objetivo.
Referencias: Medrano, P. M. G., López, L. M. G., & Río, J. F. (1996). Aprendizaje cooperativo. Domingo, J. (2008). El aprendizaje cooperativo. Cuadernos de trabajo social, 21, 231-246.
El aprendizaje cooperativo se lleva utilizando durante muchos años no solo en el ámbito educativo gracias según mi opinión a sus múltiples beneficios, pero ¿Qué es el aprendizaje cooperativo y cuales son sus principales características?
Por un lado tras una búsqueda en diferentes articulos me gustaría resaltar dos definiciones de aprendizaje cooperativo.
Primero, según el aprendizaje cooperativo es el uso instructivo de grupos pequeños para que los estudiantes trabajen juntos y aprovechen al máximo el aprendizaje propio entre si. (Johnson y Johnson, 1991).
Segundo, el aprendizaje cooperativo hace referencia a la actividad en pequeños grupos desarrollada en el aula. Aunque no se trata, como ya hemos insistido en este trabajo, de que los alumnos formen equipos, sino de que estos equipos, después de recibir instrucciones del profesor, todos los estudiantes intercambien información y trabajen en una tarea hasta que todos sus miembros la entiendan y aprendan a través de la ayuda mutua, siempre en colaboración. Empleamos el término “aprendizaje cooperativo” para referirnos a un amplio y heterogéneo conjunto de métodos de enseñanza estructurados, en los que los estudiantes trabajan juntos, en grupos o en equipos, ayudándose mutuamente en tareas generalmente académicas (Melero y Fernández, 1995).
Algunas de las características para que en un grupo de personas haya un trabajo cooperativo son (Johnson y Johnson,1997):
* Cooperación: los estudiantes se apoyan mutuamente no solo para ser expertos en los contenidos, sino para aprender a trabajar en equipo. Comparten metas, recursos y se responsabilizan de su papel, además de saber que no pueden tener éxito a menos que todos en el equipo tengan éxito. * Responsabilidad: los estudiantes asumen su responsabilidad individual en la parte de la tarea que les ha correspondido y también en hacer comprender a sus compañeros/as su parte del trabajo. * Comunicación: tienen que intercambiar información, materiales y preocuparse de que todos la comprendan, analizando y reflexionando sobre las conclusiones y procurando una mayor calidad en sus razonamientos y resultados. * Trabajo en equipo: aprenden a resolver juntos los problemas, desarro- llando habilidades de liderazgo, comunicación, confianza, toma de deci- siones y solución de conflictos. * Autoevaluación: los equipos deben evaluar qué acciones han sido útiles y qué acciones no. Los equipos establecen metas y analizan sus logros y fracasos, identificando problemas y buscando cambios o soluciones para mejorar su trabajo futuro.
En conclusión, me gustaría destacar una frase que he encontrado en el artículo “No es lo mismo trabajar en grupo, que trabajar en grupo cooperativo. Todo aprendizaje cooperativo es aprendizaje en grupo, pero no todo aprendizaje en grupo es aprendizaje cooperativo.” Para resaltar la importancia de saber diferenciar entre aprendizaje cooperativo y en grupo, ya que es una confusión muy común en el ámbito educativo.
BIBLIOGRAFÍA:
García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
El aprendizaje cooperativo es entendido como aquella actividad, o método de enseñanza estructurado, que se realiza en el aula en pequeños grupos de trabajo. Además, es de gran importancia que estos equipos sean capaces de intercambiar información, de colaborar entre sí y de ayudarse hasta lograr que todos los integrantes comprendan la tarea que se ha de llevar a cabo, y, así, pueden participar todos de la misma manera.
Para que esté se dé, el conjunto de participantes y el grupo en general, debe cumplir con una serie de requisitos, entre los cuáles se encuentran: - Interdependencia positiva: interés por el máximo rendimiento de todos los miembros del equipo. - Responsabilidad individual que cada individuo tiene en la tarea en la actividad a realizar - Heterogeneidad en el equipo: alumnos con diferentes características y pensamientos - Liderazgo compartido: todos los participantes han de trabajar y colaborar de la misma manera, al mismo nivel, sin poner la opinión de un alumno por encima de las del resto - Responsabilidad y compañerismo: ayudarse mutuamente - Objetivo: máximo aprendizaje
Asimismo, y a modo de conclusión, considero que el aprendizaje cooperativo es esencial que se trabaje en las aulas de educación infantil debido a la gran cantidad de valores y habilidades sociales que fomenta, como bien puede ser la comunicación, el respeto y la comprensión, la solidaridad, la empatía, y resolución de situaciones conflictivas y de reto.
García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
Muchas veces se plantean actividades o juegos cooperativos que realmente no lo son, ya que no atienden a las características básicas de este tipo de juegos. Debemos de tener estos aspectos que nombraré a continuación en cuenta para enfocar actividadesa los niños y niñas de Educación Infantil.
En primer lugar, según Arcos (2013), definimos juegos o actividades cooperativas por aquellas que se realizan de manera grupal o junto con alguien y que no llevan a un éxito personal o individual, sino a un éxito grupal. El resultado será el mismo para todos sus componentes, tanto si es positivo como si es negativo.
Asimismo, puede haber roles diferentes pero con objetivos comunes, son actividades libres de competencia de cara a otros/as participantes y cada acción individual repercute en los resultados a nivel grupal.
Este tipo de actividades pueden ayudar a los niños y niñas del aula a socializar entre ellos/as, a adquirir y tomar conciencia de una serie de roles, normas y valores, a tener un papel activo en cuanto al juego se refiere y, por último, a trabajar en grupo y saber adaptarse y ser flexibles, siempre atendiendo a la edad del grupo.
Bibliografía: - Arcos Martínez, E. (2013). Juego cooperativo en Educación Infantil.
Actualmente, parece que todos tenemos una idea muy clara sobre qué es el aprendizaje cooperativo y qué podemos hacer para llegar a él. Sin embargo, en la práctica es diferente: muchos/as docentes siguen pensando que simplemente con cambiar la disposición del aula agrupando a los niños ya existe cooperación. La realidad es que el aprendizaje cooperativo va mucho más allá de esto y requiere trabajar de una manera concreta.
ResponderEliminarSegún Arcos (2013), para que en una actividad se fomente el aprendizaje cooperativo, las personas deberán trabajar en grupos heterogéneos, fomentando la inclusión y rechazando todo tipo de segregación y/o exclusión. De este modo, partiendo de este principio, los alumnos trabajarán conjuntamente para mejorar tanto su propio aprendizaje como el de los demás.
Además, las personas deberán trabajar conjuntamente con el fin de conseguir el éxito grupal y no solo el individual. Por ende, todas las personas aspirarán a conseguir un bien común en lugar de competir entre ellos (Arcos, 2013).
Por otro lado, Cerdas (2013), expone que este tipo de aprendizaje requiere que en las actividades se den ciertas actitudes por parte de los y las participantes. Entre estos comportamientos destaca la actitud participativa y la predisposición ante el diálogo y la comunicación. Asimismo, sería fundamental la reflexión y la autocrítica de cada una de las personas del grupo.
En conclusión, como he comentado anteriormente, el aprendizaje cooperativo va más allá de mover mesas y sillas. De hecho, se da bajo una premisas muy concretas y se lleva a cabo de forma que todos los miembros del grupo saquen un provecho del mismo, es decir, se busca el bien común y la búsqueda de la consecución de un objetivo compartido.
Arcos, E. (2013). Juego cooperativo en Educación Infantil. Universidad de Valladolid. Facultad de Educación y Trabajo Social.
Cerdas, E. (2013). Experiencias y aprendizajes con juegos cooperativos. Revista Paz y Conflictos, 6, 107-123.
El aprendizaje cooperativo (García, Traver y Candela, 2012) hace referencia a la actividad en pequeños grupos desarrollada en el aula. Se trata de que, después de recibir instrucciones del profesor, todos los estudiantes, en grupos reducidos, intercambien información y trabajen en una tarea hasta que todos sus miembros la entiendan y aprendan a través de la ayuda mutua, siempre en colaboración.
ResponderEliminarPara llevar a cabo un aprendizaje cooperativo se han de tener en cuenta las siguientes técnicas (García, Traver y Candela, 2012):
- Todos los miembros del grupo deben mostrar interés por el máximo rendimiento
- Responsabilidad individual de la tarea asumida
- Grupos heterogéneos
- Liderazgo compartido
- Se debe ayudar a los demás miembros del grupo
- Se ha de aprender lo máximo posible
- Enseñanza de habilidades sociales
- El profesor interviene de forma directa y supervisa el trabajo
En resumen, para que se de aprendizaje cooperativo se ha de aprender en grupo compartiendo, de forma individual, ideas, opiniones, conocimientos… Además, es necesario ser responsable a la hora de realizar tu parte del trabajo al igual que es importante saber cooperar para poder resolver problemas, saber comunicarse entre los miembros del grupo, saber encontrar información de calidad… todo con el fin se alcanzar un objetivo común.
García, R., Traver,J.A., Candela, I.(2012) Aprendizaje cooperativo: Fundamentos, características y técnicas. untitled (edicionescalasancias.org)
El aprendizaje cooperativo consiste en trabajar unidos para alcanzar unos objetivos comunes. En una situación de cooperación las personas procuran obtener resultados que sean beneficiosos para ellos mismos y para todos los miembros del grupo.
ResponderEliminarJohnson y Johnson (1987) afirman que en las situaciones escolares las relaciones entre el alumnado se pueden estructurar de manera que posibiliten una interdependencia positiva entre ellos a través del aprendizaje cooperativo. En el aprendizaje cooperativo es importante que todo el grupo alcance el objetivo común, pero nunca hemos de olvidar la importancia de ese proceso que siguen para conseguirlo.
Para trabajar en un grupo cooperativo se debe atender a los siguientes aspectos:
• Heterogeneidad en la composición de los grupos.
• Construcción conjunta de los conocimientos.
• Responsabilidad individual e igualdad de oportunidades para el éxito,
• Liderazgo compartido.
• Enseñanza de habilidades sociales.
• Interés por el máximo rendimiento de todos los miembros del grupo.
Para concluir esta pregunta, es importante recalcar que los elementos que siempre se encuentran presentes en el aprendizaje cooperativo son la cooperación, la responsabilidad, la comunicación, el trabajo en equipo y la autoevaluación final del grupo.
Referencias.
Jonhson, D., Jonhson, R., Holubec, E. (1994). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós SAICF. Recuperado de: https://www.ucm.es/data/cont/docs/1626-2019-03-15-JOHNSON%20El%20aprendizaje%20cooperativo%20en%20el%20aula.pdf
García, R., Traver, J., Candela, I. (2019). Aprendizaje cooperativo. Madrid: Editorial CCS. Recuperado de: https://edicionescalasancias.org/wp-content/uploads/2019/10/Cuaderno-11.pdf
Tras haber dado el tema 4, hemos aprendido nuevos conceptos y aspectos, pero también nos hemos dado cuenta del verdadero significado de aprendizaje cooperativo y de lo que este conlleva, destapando muchos pensamientos erróneos que teníamos al respecto.
ResponderEliminarPor ello, hay que tener en cuenta que no todos los grupos son cooperativos, y para poder conseguir un aprendizaje cooperativo de alto rendimiento, los profesionales David W., Roger T. y Edythe J. (1999) nos dicen que el nivel de compromiso que tienen todos los miembros entre sí deber ser muy elevado, de manera que cada miembro debe tener interés en el crecimiento personal de los demás, intentando que se superen las expectativas requeridas.
Así, el grupo debe trabajar junto para conseguir un mismo objetivo en común, donde todos los miembros que lo conforman son importantes y fundamentales en el trascurso de la actividad o trabajo, asumiendo sus responsabilidades por el bien de todos.
Además, para conseguir dicha cooperación, son claves 5 elementos:
· Interdependencia positiva, es decir, los esfuerzos de cada integrante no solo benefician a él mismo, sino también a los demás.
· Responsabilidad individual y grupal, para poder alcanzar sus objetivos de manera igualitaria.
· Interacción estimuladora, promoviendo el éxito de los demás, y alentándose unos a otros para conseguirlo.
· Enseñar a los alumnos prácticas interpersonales y grupales imprescindibles, con el objetivo de que aprendan a superar sus conflictos y establezcan un clima de confianza y comunicación.
· Evaluación grupal, para averiguar que conductas hay que mantener o modificar, y reflexionar sobre si han conseguido alcanzar sus metas.
Además de lo dicho, es esencial que el docente también se implique en estos elementos básicos y que ejerza una disciplina que conduzca a una acción cooperativa eficaz. De esta manera, el aprendizaje cooperativo será mucho más significativo y efectivo, y todos los miembros de este estarán satisfechos con su trabajo.
Referencias bibliográficas:
Johnson, D. W., Johnson, R. T., & Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós SAICF.
La cooperación consiste en que varias personas trabajen juntas para alcanzar objetivos comunes. En una situación cooperativa, los alumnos y las alumnas procuran obtener resultados que sean beneficiosos para ellos mismos y para todos los demás miembros del grupo. Por ello, el aprendizaje cooperativo es la puesta en práctica didácticamente de grupos reducidos en los que el alumnado trabaja conjuntamente para maximizar su propio aprendizaje y el de quienes les rodea.
ResponderEliminarEl concepto “cooperativo”, suele confundirse con “todo lo que sea en grupos”, en cambio las diferencias entre ambos son claramente notorias. Los juegos grupales que suponen una competición son métodos que contrastan con el aprendizaje cooperativo. En las actividades cooperativas, hay que impedir que el alumnado trabaje en contra de los demás para alcanzar objetivos escolares tales como una calificación de “10” que sólo uno o algunos pueden obtener, eso no es trabajo cooperativo.
Como la confusión entre cooperativo y competitivo es muy frecuente, a continuación expondré una serie de requisitos que deben tener los juegos cooperativos y no competitivos.
Según Crévier y Berubé (1987):
- Todo el alumnado debe participar, sin realizar ningún tipo de exclusión entre ellos y ellas.
- Las propuestas deben promover y trabajar la sensibilización, cooperación, solidaridad y ayuda mutua entre ellxs.
- Que los objetivos más destacables dentro del juego sean colectivos y no los individuales.
- La participación de cada jugador/a debe basarse en el bienestar del resto del grupo.
- Potenciar la importancia de no eliminar ni descalificar.
- La posibilidad de intercambiar papeles dentro del juego, intercambio de roles.
- La participación del alumnado en función de sus características, realizando adaptaciones metodológicas. acuerdo con las propias capacidades.
- No utilizar la competición como objetivo del juego, sino que el placer y la ayuda mutua deben ser el objetivo.
Por ello, es fundamental la forma en la que enfocamos los juegos como futuros/as docentes, ya que usualmente la tendencia de confundirlos está a la orden del día. Por lo tanto, si queremos que nuestros alumnos y alumnas disfruten de este tipo de juegos y de sus beneficios, es muy importante asegurarnos que las actividades planteadas son realmente juegos cooperativos, alejados de la competitividad.
Bibliografía:
(David W & Roger T. Johnson) Cooperatiae Learning in the Classroom (1994). https://www.ucm.es/data/cont/docs/1626-2019-03-15-JOHNSON%20El%20aprendizaje%20cooperativo%20en%20el%20aula.pdf
López Cañada, Elena. Tema 4. Juegos cooperativos . TALLER DEL JUEGO EN EDUCACIÓN INFANTIL CURSO 2022/23. https://aulavirtual.uv.es/pluginfile.php/2719645/mod_resource/content/2/Tema%204.%20Juegos%20cooperativos.pdf
Hoy en día, en las aulas se intenta trabajar de manera cooperativa según muchos, ¿pero realmente ocurre esto? Muchos profesionales dicen fomentar el trabajo cooperativo creando grupos de trabajo en el aula, pero realmente no tiene porque ser cooperativo, aunque sí que puede ser colaborativo.
ResponderEliminarEs importante conocer la diferencia entre trabajo cooperativo y colaborativo. Según Johnson, Johnson y Holubec (1999), el trabajo cooperativo es una situación de aprendizaje en la que los objetivos de los alumnos se hallan estrechamente vinculados, de tal manera que cada uno de ellos sólo puede alcanzar sus objetivos si y sólo si los demás consiguen alcanzar los suyos.
Esta definición de trabajo cooperativo es distante a la de colaborativo, que según Lucero (2003), busca propiciar espacios en los cuales se dé el desarrollo de habilidades individuales y grupales a partir de la discusión entre los estudiantes al momento de explorar nuevos conceptos, siendo cada quien responsable de su propio aprendizaje. Se busca que éstos ambientes sean ricos en posibilidades y más que organizadores de la información propicien el crecimiento del grupo.
Por lo tanto, el trabajo cooperativo contribuye a la educación en valores, mostrando la superioridad de la cooperación sobre la competitividad. Dicho esto, para que pueda existir este tipo de trabajo, todos y todas deben de tener un objetivo en común y participar de forma igualitaria. Si alguno de los integrantes del equipo de trabajo no necesita ayudar a conseguir el objetivo final, entonces no podemos considerarlo trabajo cooperativo.
Finalmente, el hecho de que todos deben tener el mismo objetivo en común y necesitan participar de la misma forma, no significa que trabajo cooperativo y colaborativo sean individuales. Realmente, es necesario un trabajo colaborativo para alcanzar esa cooperación que se intenta conseguir en las aulas.
Johnson, D. W., Johnson, R. T., & Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula.
Lucero, M. M. (2003). Entre el trabajo colaborativo y el aprendizaje colaborativo. Revista iberoamericana de Educación, 33(1), 1-21.
Vilches Peña, A., & Gil Pérez, D. (2012). El trabajo cooperativo en el aula. Una estrategia considerada imprescindible pero infrautilizada. Aula de Innovación Educativa, 2012, vol. 208, p. 41-46.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarlos estudiantes que trabajan juntos, se implican más activamente en el proceso de aprendizaje (Cuseo, 1996) puesto que las técnicas de aprendizaje cooperativo (AC) permiten a los estudiantes actuar sobre su propio proceso de aprendizaje, implicándose más con la materia de estudio y con sus compañeros. Además, el AC facilita la implicación de TODOS los estudiantes, en contraposición con otras técnicas que a menudo no consiguen más que la participación de un número reducido que acaban dominando la sesión. Asimismo, capitaliza la capacidad que tienen los grupos para incrementar el nivel de aprendizaje mediante la interacción entre compañeros.
ResponderEliminarTambién motiva a los estudiantes a perseguir objetivos comunes, y los estimula a preocuparse por los demás, en contraposición con una actitud más individualista o competitiva. También permite desarrollar habilidades de carácter cívico, como son dialogar, adoptar múltiples perspectivas de las cosas, juzgar y actuar de forma colectiva en asuntos de interés común y desarrollar la capacidad de liderazgo, entre otras. A pesar de ser uno de los objetivos de aprendizaje más habituales, no es frecuente ver planes docentes concretos para el desarrollo de la capacidad de liderazgo. Algunas de las características del AC están en sintonía con el concepto moderno de liderazgo, que enfatiza la cooperación, el liderazgo de equipos y el reconocimiento de perspectivas múltiples.
Domingo, J. (2008). El aprendizaje cooperativo. Cuadernos de trabajo social, 21, 231-246.
EL aprendizaje cooperativo (García, Traver y Candela, 2001) es la actividad donde los alumnos y alumnas en clase forman pequeños grupos. Pero no se trata solo de que formen estos equipos, sino también de que cuando el docente de instrucciones, entre ellos intercambien información y puedan trabajar en la tarea hasta que todos los participantes entiendan la consigna, y por tanto aprendan a través de la ayuda mutua.
ResponderEliminarNo es lo mismo trabajar en grupo, que trabajar en grupo cooperativo (García, Traver y Candela, 2001). Muchas veces tendemos a pensar que el simple hecho de trabajar en grupo es un aprendizaje cooperativo, cuando no hay nada mas alejado de la realidad, de hecho, muchas de las veces que se plantea un trabajo un grupo, solemos dividir los apartados y que cada uno haga su parte. Mientras que, en el aprendizaje cooperativo, como comentábamos antes, se precisa que todos los integrantes de dicho grupo entiendan la lección con ayuda de sus compañeros y compañeras.
Es por ello que para que podamos decir que un grupo ha trabajado en aprendizaje cooperativo debemos analizar si todas las partes del equipo han comprendido la practica y han cooperado en la realización de la misma. Al igual que en los juegos cooperativos, donde el alumnado tiene un fin en común y se necesita de todas las partes para conseguirlo.
García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
Podría definirse el aprendizaje colaborativo como: El conjunto de métodos de instrucción y entrenamiento apoyados con tecnología así como de estrategias para propiciar el desarrollo de habilidades mixtas (aprendizaje y desarrollo personal y social), donde cada miembro del grupo es responsable tanto de su aprendizaje como del de los restantes miembros del grupo.
ResponderEliminarEl aprendizaje en ambientes colaborativos, busca propiciar espacios en los cuales se dé el desarrollo de habilidades individuales y grupales a partir de la discusión entre los estudiantes al momento de explorar nuevos conceptos, siendo cada quien responsable de su propio aprendizaje. Se busca que éstos ambientes sean ricos en posibilidades y más que organizadores de la información propicien el crecimiento del grupo. Diferentes teorías del aprendizaje encuentran aplicación en los ambientes colaborativos; entre éstas, los enfoques de Piaget y de Vygotsky basados en la interacción social.
Para lograr un aprendizaje colaborativo se requiere de: (Smith1996.)
- Un estudio pormenorizado de capacidades, deficiencias y posibilidades de los miembros del equipo.
- El establecimiento de metas conjuntas, que incorporen las metas individuales.
- Elaboración de un plan de acción, con responsabilidades específicas y encuentros para la evaluación del proceso.
- Control permanente del progreso del equipo, a nivel individual y grupal.
- Cuidado de las relaciones socio afectivas, a partir del sentido de pertenencia, respeto mutuo y la solidaridad.
- Discusiones progresivas en torno al producto final.
Lucero, María Margarita. «Entre el trabajo colaborativo y el aprendizaje colaborativo». Revista Iberoamericana de Educación, vol. 33, n.o 1, septiembre de 2003, pp. 1-21. rieoei.org, https://doi.org/10.35362/rie3312923.
ReLingüística Aplicada no. 16. http://relinguistica.azc.uam.mx/no016/RL016_A03.htm. Accedido 6 de octubre de 2022.
Alba Mancebo Peces
ResponderEliminarEl aprendizaje cooperativo es aquella actividad que se lleva a cabo en pequeños grupos, pero no se trata simplemente de que el alumnado se agrupe por equipos sino de que estos sean capaces de intercambiar información y trabajar en una determinada tarea hasta que todos los integrantes lo entiendan y puedan participar por igual. De esta forma, se fomenta el aprendizaje a través de la ayuda mutua y la colaboración con los/as demás. Así pues, entendemos el aprendizaje cooperativo como un conjunto de métodos de enseñanza en los que los/as alumnos/as trabajan juntos, ayudándose y apoyándose en las actividades, generalmente académicas. (Melero y Fernández, 1995).
Con el objetivo de que realmente haya un aprendizaje cooperativo, las personas deben seguir una serie de técnicas (García López, 1996):
En primer lugar, debe haber una interdependencia positiva, es decir, un interés por el mayor rendimiento posible de todos los integrantes del grupo.
También es importante destacar la responsabilidad individual de la tarea asumida, ya que deben ser conscientes de que los objetivos no serán adquiridos sin la participación de todos/as y cada uno/a de los miembros.
Por otro lado, los grupos deben ser heterogéneos y acordar un liderazgo compartido, y se debe cumplir con la responsabilidad de ayudar a los/as compañeros/as del grupo.
Como conclusión y desde mi punto de vista, creo que el aprendizaje cooperativo es uno de los principales métodos de enseñanza que se debe utilizar en educación infantil. Es importante que los/as más pequeños/as comprendan que juntos/as pueden lograr los objetivos con éxito, y puedan experimentar la agradable sensación que el trabajo cooperativo deja en uno/a mismo/a. Es fundamental que empiecen a escuchar a los/as demás, a respetar diferentes opiniones y puntos de vista y a realizar cada uno/a pequeñas aportaciones que formarán un gran trabajo en equipo.
García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
En la actualidad, muchas personas tienen un concepto inequívoco sobre el aprendizaje cooperativo y piensan que simplemente con realizar un trabajo grupal ya se está llevando a cabo una cooperación y con ello un aprendizaje, pero esto no es suficiente.
ResponderEliminarEl aprendizaje cooperativo va mucho más allá y como bien nos hacen saber Johnson y Johnson (citado en López, G., y Acuña, S. (2011)) es aquella situación de aprendizaje en la que todos los participantes luchan por conseguir un objetivo común, pero dicho objetivo no se consigue sin que cada una de las personas implicadas consiga su respectivo objetivo personal.
Además, López, G., y Acuña, S. (2011) nos explican que los estudiantes deben trabajar en pequeños grupos heterogéneos donde se deben ayudar mutuamente y por ello debe existir una buena comunicación. Si esto ocurre, todos los/as alumnos/as tendrán una valoración positiva del trabajo académico personal y una motivación cada vez mayor por aprender.
Por otra parte, también nombran una serie de factores que se deben considerar en el método de aprendizaje cooperativo que son los siguientes:
• Una interdependencia positiva
• La interacción cara a cara
• Las responsabilidades de cada persona del grupo
• Desarrollar las habilidades del grupo y las relaciones interpersonales
• La reflexión sobre el trabajo en grupo.
Asimismo, como bien hemos visto en clase, Crévier y Berubé (citado en Achilli et al. (2018)) también nos aportan una serie de factores acerca del mismo tema que vamos a ver a continuación:
• La no eliminación y con ello, la no exclusión.
• La posibilidad de intercambiar roles dentro de cada juego
• La participación de acuerdo con las propias capacidades
• Etc.
Por lo tanto, como conclusión, debemos saber que el simple hecho de trabajar en grupos no significa que se esté realizando un aprendizaje cooperativo, ya que para ello hace falta que ocurran una serie de factores, que hemos comentado anteriormente, como puede ser la comunicación y no eliminación.
Referencias bibliográficas
Achilli, C., Aimé, A., Lapasini, C., y Peiretti, J. (2018). Talleres de juegos cooperativos para organizaciones sociales. Sociales Investiga: escritos académicos, de extensión y docencia, 5, 67-73.
López, G., y Acuña, S. (2011). Aprendizaje cooperativo en el aula. Inventio, la génesis de la cultura universitaria en Morelos, 7(14), 28-37.
El aprendizaje cooperativo es un proceso de aprendizaje que se da por medio de interacciones sociales con los iguales, siguiendo unas pautas comunes marcadas por el/la docente y que el grupo de trabajo debe seguir para cumplir un mismo objetivo. Tal y como añade Jimenez (2012):
ResponderEliminareste aprendizaje lo deberemos entender como una espiral que va en aumento a medida que los conocimientos aumentan, no es un proceso lineal donde los conocimientos aprendidos se quedan atrás, sino que todo envuelve a todo y todo se relaciona con todo. (pág. 13)
Una de las características principales de este tipo de aprendizaje es que se necesita de la cooperación y participación activa de todos los componentes del grupo de trabajo, por lo cual se evitan las actitudes o los comportamientos de segregación. Para conseguir los objetivos planteados, los alumnos/as deben de tener la capacidad de comunicarse de forma respetuosa e igualitaria, es decir, escuchar las ideas o propuestas de todos los integrantes del grupo con respeto y de la misma forma para todos. Además, no eliminar a los niños/as que no consiguen algún objetivo.
Para poder llevar a cabo un aprendizaje cooperativo, Jiménez (2012) menciona los siguientes principios básicos:
- Agrupamiento del alumnado en distintas formas de equipo fundamentalmente heterogéneos.
- Interdependencia positiva
- Interacción estimulante cara a cara
- Responsabilidad individual y compromiso personal
- Habilidades sociales y de pequeño grupo
- Revisión periódica del equipo y establecimiento de objetivos de mejora
- Igualdad de oportunidades
Para concluir, destacar la importancia de que se dé un aprendizaje cooperativo a través de la participación de forma individual y grupal, comunicación respetuosa, no eliminación y el mismo objetivo que los componentes del grupo de trabajo.
Referencia bibliográfica
Jiménez García, V. (2012). Aprendizaje cooperativo en Educación Infantil (Bachelor's thesis).
La mayoría de veces erramos al pensar que juego cooperativo y aprendizaje cooperativo son términos sinónimos (Velázquez, 2010, 2012). A pesar de presentar similitudes, también tienen sus diferencias. Si bien sabemos, tanto en los juegos cooperativos como en el aprendizaje cooperativo, los participantes dan y reciben ayuda para contribuir a alcanzar uno o varios objetivos comunes. Y ambos son característicos por la ausencia de oposición y competición, la inclusión de todos, la libertad para crear y el disfrute.
ResponderEliminarLos beneficios son múltiples. No sólo favorece la participación activa, sino que a su vez, trabajan los valores, entre otros, los interculturales y la mejora de la satisfacción de los participantes, favoreciendo el desarrollo de la autoestima y adquiriendo un autoconcepto positivo en sí mismo (Omeñaca, 2001).
Añade Velázquez (2014) que se demostró que la cooperación era más efectiva que la competencia para estimular el aprendizaje.
Por esta serie de razones, a la hora de trabajar de manera colectiva, es esencial que primen los valores como el respeto, la empatía, la consideración, que se tengan en cuenta todas las aportaciones y que se trabaje por la inclusión de todo el grupo. Ya que como hemos comentado anteriormente, un aprendizaje cooperativo se lleva a cabo cuando todos los y las integrantes de un grupo trabajan por alcanzar un objetivo común, sino es así deja de ser cooperativo y pasa a ser colaborativo.
Cuesta Cañadas, C., Prieto Ayuso, A., Gómez Barreto, I. M., Barrera, M. X., & Gil Madrona, P. (2016). La contribución de los juegos cooperativos a la mejora psicomotriz en niños de educación infantil. Paradigma, 37(1), 99-134.
Para saber cómo experimentar un aprendizaje cooperativo, primero hemos de entender su definición.
ResponderEliminarSegún García, Traver y Candela (2001), en una situación de aprendizaje cooperativo, “los estudiantes pueden conseguir sus objetivos sí y solo si los demás con los que trabaja cooperativamente consiguen también los suyos“.
A su vez, estos autores hablan de que en un aprendizaje cooperativo debe existir una “interdependencia positiva”, en la que todos los miembros de un grupo se interesen por el máximo aprendizaje de cada uno de los integrantes.
Por otra parte, según Pujolàs (2008), todos los miembros del equipo tienen una doble responsabilidad, aprender por sí mismos y contribuir a que el resto aprenda, así como un doble objetivo, aprender a colaborar y colaborar para aprender.
En resumen, el aprendizaje cooperativo se da cuando un grupo de personas tienen el mismo objetivo y trabajan juntos/as para conseguirlo, siendo conscientes de que sin la ayuda mutua y el trabajo de todos/as y cada uno de ellos/as, los objetivos no se cumplen.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
García, R., Traver, J. A., y Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
Pujolàs, P. (2008). El aprendizaje cooperativo como recurso y como contenido. Aula de innovación educativa, 170, 37-41.
**nombre del libro y editorial en cursiva
**nombre de revista en cursiva
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHoy en día se tiene una idea de cooperación bastante general y relativa que nos ha podido conllevar a confusiones y pensamientos erróneos.
ResponderEliminarHe podido observar que varias personas trabajan en grupo, pero dentro de este de manera individual, y al finalizar hacen una valoración definiéndolo como trabajo cooperativo. Y, por supuesto, esto ya es una concepción equivocada. Como este caso, a lo largo del tiempo se han dado muchos más.
Por ello, para que haya un aprendizaje cooperativo cada individuo debe contribuir con el resto de las personas y participar en la actividad/trabajo, ayudando y siendo empáticos con el resto del grupo. Todos deben de colaborar para poder cumplir el objetivo final común que se ha pautado antes de empezar a realizar la actividad/trabajo y así, obtener dicho aprendizaje. Además, se debe llevar a cabo una buena comunicación y escucha entre los compañeros/as, hay que potenciar las capacidades de cada uno/a uniendo todas las habilidades para obtener mejores resultados. Y se debe saber que, al igual que se tiene un fin general, todos “ganan” o todos “pierden” ya que son un grupo unido vinculados por el fin común y no es un juego de competición en el cual gana el/la que mejor lo realiza.
Personalmente, a raíz de haber tratado este tema en la unidad 4, tengo una concepción de lo que significa cooperación y lo que esto supone en las aulas. También de aspectos que debo tener en cuenta cuando aplique este tipo de recurso en clase y, por supuesto, conocer las características de cada alumno/a.
REFERENCIAS:
López, E. (2022). Tema 4. Juegos cooperativos. [Diapositivas de PowerPoint].
Segons Mayordomo et Onrubia (2016), entenem per aprenentatge cooperatiu aquell aprenentatge en el qual els alumnes estableixen una interdependència positiva, el que significa que sols poden aconseguir els objectius establerts si la resta dels seus companys/es també ho fan. En aquest tipus d’aprenentatge es requereix una responsabilitat mútua per assolir els objectius establerts.
ResponderEliminarMoltes vegades quan ens toca fer un treball grupal, ens trobem en situacions on realment cada persona desenvolupa un apartat diferent i no es comuniquen la informació, és a dir, es treballa de forma individual tot i que no hauria de ser així.
L’aprenentatge cooperatiu té molts beneficis, ja que com explica Domingo (2008), la cooperació incrementa la satisfacció dels estudiants i promou actituds positives cap a la matèria que es requerisca. A més, motiva als estudiants a perseguir objectius comuns i buscar la forma d’ajudar als demés, deixant arrere una actitud individualista o competitiva, com podríem trobar en altres formes de treball.
Per tant, per contestar a la pregunta inicial, pense que el més important és saber quin és l’objectiu comú del grup. Una vegada l’hem trobat, malgrat que es poden repartir alguns apartats de l’activitat, la comunicació entre tots els membres del grup i el fet de compartir tota la informació que trobem en relació al tema, faran que l’aprenentatge cooperatiu done els seus fruits.
Domingo, J. (2008). El aprendizaje cooperativo. Cuadernos de trabajo social, 21, 231-246.
Mayordomo, R. M., & Onrubia, J. (2016). El aprendizaje cooperativo (Vol. 389). Editorial UOC.
El objetivo de los juegos cooperativos es que sean todos participes del grupo y tengan al final de la dinámica una puesta en común.
ResponderEliminarAsí pues, para que se lleve a cabo un verdadero aprendizaje cooperativo, el docente debe tener en cuenta que todos los niñxs participen en la dinámica, que se promueven valores como el respeto, la solidaridad y el compañerismo y que predominen los objetivos comunes antes que los individuales.
Además, en los juegos debe estar integrada la no eliminación, que no haya violencia, el cambio de roles, participación, trabajar juntos con un mismo objetivo, no fomentar la competición, etc.
Desde mi punto de vista, creo que estos juegos son fundamentales para trabajarlos en el aula por todo lo anterior y dado que fomenta la integridad de grupo y la potencialidad de valores, el aumento de la autoestima y una mejor relación entre compañerxs.
López, E. (2022). Tema 4. Juegos cooperativos. [Diapositivas de PowerPoint].
Para que se dé un aprendizaje cooperativo se necesita que el grupo de personas trabaje de manera grupal y colaborativa, es decir que, de manera individual, cada uno de los componentes de este grupo ayuden a que el objetivo colectivo se cumpla, de diferentes maneras: juntos, separados, mediante una consigna…
ResponderEliminarLa sesión de juegos cooperativos en el gimnasio nos enseñó los conceptos más relevantes que debíamos conocer sobre el aprendizaje cooperativo y los juegos que lo estimulan.
Según Johnson, Johnson y Holubec (1999), “el aprendizaje cooperativo requiere la participación directa y activa de los estudiantes. Al igual que los alpinistas, los alumnos escalan más fácilmente las cimas del aprendizaje cuando lo hacen formando parte de un equipo cooperativo” (p. 5).
Además, siguiendo sus palabras, hemos de distinguir de este, el aprendizaje competitivo y establecer sus diferencias:
COOPERATIVO
- Fomenta la socialización y la ayuda mutua.
- No tiene límites. El docente puede organizar cooperativamente cualquier tarea didáctica.
- Se evalúa de acuerdo con determinados criterios.
COMPETITIVO
- Tiende a ser individualista: trabajan por su cuenta para lograr metas de aprendizaje desvinculadas de las de los demás alumnos.
- Tiene una serie de limitaciones respecto a cuando y como emplearlo de forma correcta.
- Se evalúa según una cierta norma.
El aprendizaje cooperativo se suele emplear didácticamente a través de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás. (Johnson, Johnson y Holubec, 1999, p. 5)
REFERENCIAS
Johnson, D., Johnson, R. y Holubec, E. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula.
La cooperación tiene como finalidad trabajar de forma conjunta para llegar a los objetivos propuestos. Por eso, según Johnson, Johnson y Holubec (1999), el aprendizaje cooperativo es un método pedagógico en el que se hace uso de grupos reducidos de alumnos y alumnas en los que se trabaja de forma conjunta para alcanzar un objetivo. De esta forma, se logra un aprendizaje máximo y también la obtención de diversas habilidades.
ResponderEliminarSe debe tener en cuenta que no todos los grupos son cooperativos. Por esta razón, para que el aprendizaje cooperativo y la cooperación funcionen de forma correcta, existen varios elementos para incorporar en el aula. Estos elementos son:
- Interdependencia positiva. Esta interdependencia consiste en crear un compromiso con el resto de los miembros del grupo, estableciendo así la base del aprendizaje cooperativo.
- Responsabilidad individual y grupal. Cada persona del grupo es responsable de cumplir con su parte del trabajo y por tanto, el grupo entero debe asumir la responsabilidad de cumplir los objetivos marcados.
- Interacción estimuladora. La interacción estimuladora ha de ser necesaria entre los miembros del grupo para así motivar, ayudar y respaldar a los demás en dicha tarea.
- Prácticas personales y grupales indispensables. Se deben llevar a cabo diversas prácticas, tanto individuales como grupales, para saber tomar decisiones, comunicarse, establecer vínculos en los que se confíe y para poder resolver conflictos.
- Evaluación grupal. El grupo cuenta con el compromiso de analizar su trabajo para determinar aquello que ha salido bien, aquello que hay que modificar y si los objetivos se han alcanzado.
En conclusión, el aprendizaje cooperativo cuenta con una gran cantidad de beneficios para los alumnos y las alumnas. Los más destacables son el rendimiento más elevado que muestran los alumnos y el establecimiento de relaciones positivas con los compañeros/as.
Johnson, D., Johnson, R. y Holubec, E. (1994). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós SAICF.
El aprendizaje cooperativo es una forma de organizar las actividades, tareas, juegos, etc. en el aula con la finalidad de tener una experiencia social y académica de aprendizaje para hacer que los y las estudiantes mejoren en el trabajo en grupo y llevar a cabo las tareas de forma colectiva. Tienen un objetivo común, porque en el momento en el que un alumno o alumna tenga otro objetivo diferente al resto ya no será cooperativo. El principal objetivo de este aprendizaje es que todos los y las componentes del grupo sean partícipes (por igual) en el juego o actividad.
ResponderEliminarUna forma de trabajar en equipo de forma cooperativa como dijo Johnson et all (1999) es a base de roles, es decir, dentro del grupo cada uno tendrá un rol diferente: el que controla el tiempo para acabar bien la tarea; el mediador/a, que tiene que intervenir para que haya buena comunicación; el lector, que tiene que leer y explicar la actividad; el secretario/a, que escribe lo que se realiza en la tarea o lo que le digan.
Considero que trabajar de forma cooperativa es bueno porque les das una responsabilidad, por pequeña que sea. De esta forma los niños y niñas empiezan a tener obligaciones y ven que en ocasiones si uno o una no participa pueden llegan a no sacar el objetivo.
Referencia:
Johnson, D. W., Johnson, R. T., & Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós SAICF.
El aprendizaje cooperativo se basa en la interacción social, los niños y las niñas son guiados/as por el profesorado hacia objetivos pero son los/as propios/as alumnos/as los que deben relacionarse entre ellos dandose así el trabajo no individual.
ResponderEliminarSe sebe trabajar haciendo consciente a los niños y niñas de que para lograr el objetivo final (lo que antiguamente se llamaba ganar) se necesita la colaboración de todos y todas o no se puede.
Según Jiménez V. (2012) este tipo de aprendizaje se basa en que el aprendizaje del alunmnado se da porque colaboran entre ellos/as ayudándose unos/as o otros/as y no gracias al profesor.
Aunque haya diversidad dentro de una clase de Educación Infantil, porque cada alumno/a tiene capacidades, intereses y motivaciones, se motivan para cooperar, ayudars, mejorar y aprender sin necesidad de que el profesor dirija de manera que prive de libertad.
Referencia bibliográfica:
Jiménez, V. (2012). Aprendizaje cooperativo en Educación Infantil
La finalidad de un aprendizaje cooperativo es trabajar en equipo para alcanzar objetivos comunes. De esta manera, los participantes procuran obtener resultados que sean beneficiosos tanto para ellos/as mismos como para el resto del grupo.
ResponderEliminarAdemás, el trabajo cooperativo fomenta la mejora de las capacidades empáticas y la integración en el grupo de personas con diferentes niveles de habilidades y conocimientos, por lo que también ayuda a la socialización
Este método es todo lo contrario al aprendizaje competitivo, ya que en este cada alumno/a trabaja en contra de los demás para alcanzar objetivos mejores a los demás; así como también del aprendizaje individualista, en el que los estudiantes trabajan por su cuenta para lograr metas de aprendizaje desvinculadas de las de los demás alumnos/as.
Para que el aprendizaje cooperativo sea un éxito, hay cuatro elementos que deberán ser explícitamente incorporados en las aulas que se utilice este método. El primer y principal elemento del aprendizaje cooperativo es la interdependencia positiva, el/la docente deberá presentar una actividad, y marcar un objetivo claro.
El segundo elemento del aprendizaje cooperativo es la responsabilidad individual y grupal.
El tercer elemento esencial es la interacción estimuladora. El grupo deberá compartir los recursos, deberá ayudarse, respaldarse y felicitándose unos a otros.
Y el cuarto y último elemento fundamental del aprendizaje cooperativo es la evaluación grupal.
Además de estos cuatro elementos básicos sería esencial una asignación de roles para llevar a cabo una acción cooperativa eficaz.
Johson, D. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula.Barcelona: Editorial Paidós SAICF https://www.guao.org/sites/default/files/biblioteca/El%20aprendizaje%20cooperativo%20en%20el%20aula.pdf
Para poder llevar a cabo un trabajo con más de un individuo, es decir, una actividad grupal y llevando a cabo un aprendizaje cooperativo, es necesario destacar cinco elementos que deberán incorporarse en el aula.
ResponderEliminarEn primer lugar, podemos hablar de que el docente expondrá la tarea de forma clara y propondrá un objetivo grupal. Por esto, hay que crear un compromiso con el éxito de los demás integrantes del grupo. Esto lo podemos conocer como la interdependencia positiva.
El segundo elemento fundamental para llevar a cabo un aprendizaje cooperativo es la responsabilidad tanto grupal como individual. Todos los componentes del grupo tendrán que alcanzar los objetivos propuestos, por lo que cada uno tendrá que tener claro su función dentro de este y valorar el progreso que realizado durante el progreso y valorar los esfuerzos tanto individuales como el colectivo. Al fin y al cabo, la finalidad del trabajo cooperativo es que los alumnos lleven a cabo el aprendizaje por ellos mismo, y adquieran una serie de conocimientos que les permita crecer como individuos.
En tercer lugar, podemos hablar de que esta acción es una interacción estimuladora, ya que se fomentan algunos valores como compartir los recursos que se empleen, ayudarse con las dudas que se expongan, respetar las diferentes ideas y opiniones y empatizar/valorar el trabajo propio y de los demás. Este tercer elemento, se basa en el compromiso personal para dar fruto del aprendizaje cooperativo.
El cuarto factor a tener en cuenta son las técnicas interpersonales y del equipo que hacen referencia a crear un clima de confianza y seguridad, resolver los problemas que surjan mediante la comunicación y tomar las decisiones. Para adquirir un buen funcionamiento del grupo es necesario tener adquiridas estos procedimientos y estrategias que facilitarán el trabajo.
Por último, hay que destacar la evaluación grupal que es fundamental, porque es el momento de analizar lo que ha adquirido el grupo en general y cada miembro, observando las metas alcanzadas y las relaciones de trabajo que se han formado. Además, se atenderá al proceso de aprendizaje que se ha formado y la eficacia que él mismo ha tenido.
REFERÉNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Johnson, T. , Johnson, D. y Holubec, J. (1994). El aprendizaje cooperativo en el aula. Association For Supervision and Curriculum Development, Virginia. 22311-1714
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSolemos confundir los juegos cooperativos con los juegos colaborativos. Por ejemplo, todos los deportes, o por lo menos la gran mayoría de ellos, son colaborativos, aunque solemos pensar que son de cooperación.
ResponderEliminarEl básquet, por ejemplo, aunque sea jugado en equipo no requiere del esfuerzo de todo el grupo para conseguir el objetivo y ganar. Por ejemplo, si una jugadora es muy buena puede conseguir encanastar múltiples veces sin que el resto del equipo toque el balón. En cambio, en juegos como formar figuras o letras con el cuerpo junto a tu equipo, se necesita la participación de todas las personas, sin ellas no se puede conseguir el objetivo.
Lo que realmente hace de un juego colaborativo es que se requiera la cooperación de todo el grupo de personas para conseguir alcanzar el objetivo. Este punto es el que marca la diferencia entre la cooperación y la colaboración. Por ello cuando tengamos dudas respecto a qué tipo de juego estamos planteando, podemos preguntarnos “¿se necesita la participación de cada uno de los jugadores/as para lograr el objetivo?”
A la hora de proponer juegos al alumnado debemos tener en cuenta que la manera en la que planteemos las actividades marcará la diferencia entre ser o no cooperativo. Motivar al alumnado sin crear competencia tóxica será clave en estos juegos. Los juegos cooperativos tienen rasgos especiales como el propio disfrute del juego lúdico unido el esfuerzo para conseguir objetivos en común. “Los objetivos que el juego marca para cada participante van unidos a los de los demás, de modo que cada uno alcanza su meta sólo si el resto de los participantes alcanzan la suya” (Antón Agramonte, 2011).
Antón Agramonte, A. (2011, 1 febrero). Los juegos cooperativos en educación física. Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3629149.pdf
Los grupos de aprendizaje cooperativo para todos son esenciales y deben ser lo más heterogéneos posible para complementar las características del alumnado.
ResponderEliminarPara lograr una mejor organización, además de la interacción activa y la participación equitativa, es muy práctico el uso de roles, y estos roles deben incluir la participación y supervisión de los alumnos y docentes, brindando beneficios tales como:
• Reducir la actitud negativa
• Utilizar técnicas de grupo
• Crear cohesión entre los miembros del equipo
Los roles suelen ser:
• Portavoz: Habla en nombre del grupo cuando el profesor pide su opinión. Trate de que todos en el grupo participen por igual. Consolidar aportes y cosas bien hechas.
• secretario: Registrar el trabajo diario del equipo, verificar que cada persona tenga anotadas las tareas y recordar las tareas y compromisos pendientes de los integrantes del equipo.
• Mediadores: Animar al equipo a seguir avanzando, asegurarse de que todos estén a la altura de la tarea, tener claro qué tarea se va a realizar e indicar en todo momento qué tarea tiene que hacer cada uno.
• Gestión de la demanda y/o del tiempo: controlar el tiempo de las actividades, asegurarse de que todo esté limpio y ordenado, monitorear los niveles de ruido, asegurar los documentos, los tiempos de conversación grupal en vivo...
Todo esto son técnicas para mejorar la cooperación entre todos los miembros del grupo, porque lo más importante y como debería de trabajar un grupo para que realmente haya un aprendizaje cooperativo es la participación de todos los miembros.
JOHNSON, D. W., JOHNSON, R. T. y HOLUBEC, E. J. (1999): El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós.
PUJOLÀS MASET, P. y LAGO MARTÍNEZ, J.R. (2012), Un programa para cooperar y aprender, En Cuadernos de pedagogía. nº 428 (nov. 2012), p. 24-26
En primer lugar, para que realmente haya un aprendizaje cooperativo en una actividad o en un trabajo grupal, el/la docente debe proponer una tarea clara y un objetivo grupal para que los alumnos y alumnas sepan que han de cooperar juntos. Cada alumno o alumna de un grupo debe tener en cuenta que los esfuerzos de cada integrante no sólo lo benefician a él o a ella sino también a los y las demás compañeros/as.
ResponderEliminarEn segundo lugar, el grupo debe asumir la responsabilidad de alcanzar sus objetivos, y cada niño o niña será responsable de cumplir con la parte del trabajo que le corresponda, es decir, nadie puede aprovecharse del trabajo de otros. Es muy importante la responsabilidad individual porque gracias a ella, se evalúa el desempeño de cada alumno y alumna y los resultados de la evaluación son transmitidos al grupo y al individuo a efectos de determinar quién necesita más ayuda para realizar la tarea.
Por último, hacer una evaluación grupal ayudará a que los alumnos y alumnas analicen en qué medida están alcanzando sus metas y, manteniendo relaciones de trabajo eficaces. Los grupos deben determinar qué acciones de sus compañeros o compañeras han sido positivas o negativas, y tomar decisiones acerca de cuáles conductas conservar o modificar. Para que el proceso de aprendizaje mejore en forma sostenida, es necesario que analicen cuidadosamente cómo están trabajando juntos y juntas, y además cómo pueden mejorar la eficacia del grupo.
Johnson, D. W., Johnson, R. T. y Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires. Paidós.
En primer lugar, el aprendizaje cooperativo se basa en la participación de todo el alumnado con un objetivo común. Para poder alcanzar este aprendizaje el alumnado tiene que aprender colaborando entre sí con la ayuda de sus compañeros, por eso los docentes deben estimular el interés por la colaboración y la cooperatividad con el fin de que sus alumnos estén motivados a aprender de esta forma. Es por esto que Vygotski (1995) hace referencia al aprendizaje cooperativo como un aprendizaje basado en la interacción social dónde el profesor sirve de guía para que el alumnado alcance el objetivo que tiene en común.
ResponderEliminarEste tipo de aprendizaje busca la interacción entre todos los compañeros/as para que el aprendizaje vaya poco a poco en aumento sin ser un proceso en línea recta dónde los conocimientos se van quedando atrás. Pero la figura del profesor es esencial como guía, ya que este/a será el encargado de planificar las actividades de manera rigurosa para evitar, lo máximo posible, la improvisación.
Asimismo, si conseguimos que el grupo trabaje de esta manera estaremos fomentando la implicación del alumnado en su proceso de enseñanza-aprendizaje lo que les hará sentirse partícipes de su proceso junto con el resto de compañeros, con los que habrán tenido que realizar trabajo introspectivo para poder llegar a la “meta” todos juntos.
Jiménez, V. (2012). Aprendizaje cooperativo en Educación Infantil (Bachelor's thesis).
En la actualidad, cada vez está cobrando más importancia, tanto en el mundo de la docencia en concreto, como en el mundo laboral en general, el uso del trabajo cooperativo y las dinámicas de grupos, con el fin de establecer nuevos aprendizajes y fomentar el aprendizaje cooperativo y el trabajo en equipo (Tejero, 2022).
ResponderEliminarPara fomentar esto, centrándonos más en el ámbito infantil, Cuesta et. Al (2016), y Arcos (2013), proponen que los alumnos, tendrán que trabajar en grupos variados y heterogéneos, en los que se den multitud de perfiles con el fin de rechazar la exclusión y fomentar la inclusión de cada uno de los miembros del grupo, buscando un trabajo cooperativo en el que se dé, tanto el aprendizaje grupal como el individual de cada uno de ellos, con el fin máximo, de conseguir el éxito total del grupo.
Tejero (2022), además, afirma que para que se llegue a alcanzar este tipo de cooperación y aprendizaje, las tareas deberán fomentar actitudes de participación conjunta, buscando la comunicación y toma de decisiones en común por parte de los participantes del grupo, a modo que, como se ha dicho en el párrafo anterior, todos los miembros del grupo hayan participado en la toma de decisión, buscando el objetivo general del bien común del grupo.
En definitiva, a aprovechando el auge actual de este tipo de dinámicas, cada vez es más evidente la importancia de este tipo de trabajo, así como la dificultad que presenta, diseñar y emplear de forma correcta este tipo de tareas por nuestra parte como docentes, teniendo en cuenta multitud de factores y premisas, que nos ayuden a fomentar las actitudes correctas por parte de los alumnos para que se lleve a cabo ese trabajo cooperativo.
Bibliografía
Arcos, E. (2013). Juego cooperativo en Educación Infantil. Universidad de Valladolid. Facultad de Educación y Trabajo Social.
Cuesta, C., Prieto, A., Gómez, I., Barrera, M. & Gil, P. (2016). La Contribución de los Juegos Cooperativos a la Mejora Psicomotriz en Niños de Educación Infantil. Paradígma, 37(1), 99-134.
Tejero, J. (2022). Aprendizaje cooperativo en Educación Infantil: el juego cooperativo como herramienta de aprendizaje. Universidad de Valladolid. Facultad de Educación de Segovia.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl aprendizaje cooperativo se basa en actividades grupales ejecutadas dentro del aula, en las cuales se trata una información y entre los miembros del grupo se trabaja una actividad hasta comprenderla y se aprenda mediante la ayuda de todos y todas (García, Traver y Candela, 2001).
ResponderEliminarHay que saber diferenciar entre los conceptos “trabajo en grupo” y “trabajar en grupos cooperativos”. Es por ello, que para saber y poder aplicar el aprendizaje de forma correcta en las aulas, deben aparecer las siguientes características (García, Traver y Candela, 2001):
El aprendizaje cooperativo sugiere interdependencia positiva entre todas y todos los componentes del grupo, por lo que todo el alumnado se interesa tanto por el trabajo de los demás como del suyo propio. Además, debe haber también responsabilidad individual y colectiva, donde todos y todas se autoayudan para conseguir llegar al objetivo común. En el aprendizaje cooperativo, los grupos que se forman han de ser de carácter heterogéneo y en los que se establece liderazgo compartido con el que estructurar con mayor eficacia el trabajo y donde cado uno/a de los miembros es el líder de su propia parte. En este tipo de aprendizaje, los/las docentes tienen el papel de enseñar al alumnado tanto técnicas como estrategias y habilidades (como las sociales) para poder desarrollar ese trabajo cooperativo correctamente sin convertirse en trabajo basado en el individualismo.
Por último, este tipo de aprendizaje se da mayormente dentro del aula, junto con un control por parte de los/as docentes para guiar a los grupos de forma que lleguen a alcanzar su meta: aprender lo máximo posible.
García, R., Traver, J. y Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: Editorial CCS.
Los alumnos/as tienen que representarse la tarea a realizar y compartir entre todos el mismo objetivo, deben ser conscientes desde el principio del tipo de cooperación que esa tarea exige (como se ve en las experiencias didácticas de la segunda parte en todas ellas se plantean al principio pasos relacionados con esto) y deben tener un reflejo claro de las ventajas de haber realizado la tarea en grupo (siempre se plantea un contraste entre lo que se proponían hacer y aprender y lo que se ha conseguido al final). Si no se consigue que los alumnos/as perciban estas ventajas será difícil que valoren la cooperación como condición necesaria para aprender. Asimismo no nos podemos olvidar algo que en algunas ocasiones no se tiene en cuenta al organizar actividades cooperativas y es que el éxito del trabajo del grupo debe descansar en que todos y cada uno de los alumnos y alumnas del grupo aprendan, de que todos tengan éxito. Para ello es necesario que exista una clara responsabilidad individual que puede traducirse en un trabajo previo (ver experiencias taller de juegos, biografía, el último día del trimestre) o en una responsabilidad específica (los especialistas de la actividad...).
ResponderEliminarPero... ¿al final los alumnos aprenden más con esta forma de trabajar? Esto es lo que importa pues, en definitiva, es el objetivo que todos perseguimos. ¿Cuándo estamos convencidos de que sabemos algo?, sin duda alguna cuando somos capaces de explicarlo a otros y conseguimos que nos entiendan. Es entonces cuando estamos convencidos de que lo hemos aprendido. En la cooperación dentro del grupo se producen (como ya se ha explicado anteriormente) multitud de ocasiones en las que unos explican a otros posibles formas de hacer la tarea y soluciones que se pueden dar, se valoran esos planes analizando ventajas e inconvenientes, se controla la situación y se recuerdan los acuerdos tomados, los pasos que faltan por dar; se intentan superar los conflictos que aparecen... (la información recogida de los abuelos en la actividad de la biografía, la explicación de cómo se hace el montaje eléctrico, toda la planificación que aparece en «la fiesta del trimestre», etc.) y es necesario que «todos» se hagan entender para que la actividad progrese y se pueda resolver.
Referencias bibliográficas:
Biain Salaberría, I., Cutrín Pérez, C., Elcarte Elcarte, M. P., Etxaniz Goñi, M. J., Fresneda Játiva, J., Úriz Bidegáin, N., & Zudaire Morrás, E. (1999). El aprendizaje cooperativo.
En primer lugar, definiremos los juegos cooperativos, estos son aquellos que demandan que cada participante de la actividad colabore con el resto de integrantes para la consecución de un fin común, dependiendo del juego.
ResponderEliminarPara que se de está colaboración y cuente como aprendizaje cooperativo el juego debe tener las siguientes características:
• La participación de todo el alumnado sin que haya exclusión a algún participante.
• Que se promuevan las actitudes de sensibilización cooperación, solidaridad y ayuda mutua entre ellos y ellas.
• Que predominen los objetivos colectivos en el juego y no los individuales.
Cuando hablamos de aprendizaje nos referimos a un proceso individual que ocurre dentro de cada persona, sin embargo este aprendizaje puede verse influenciado por interacciones sociales en las que cada uno/a participa y especialmente las que establece dentro del contexto escolar; a esto se le llama aprendizaje cooperativo.
ResponderEliminarEl objetivo del aprendizaje cooperativo es que todos los alumnos pertenecientes a un grupo logren alcanzar un objetivo que tienen en común, no obstante todos tienen que ayudar y poner su granito de arena para que se pueda cumplir. Johnson y Johnson (2011) definen al aprendizaje cooperativo como aquella situación de aprendizaje en la que los objetivos de los participantes se hallan estrechamente vinculados, de tal manera que cada uno de ellos “sólo puede alcanzar sus objetivos si y sólo si los demás consiguen alcanzar los suyos”.
Slavin propone dos condiciones que hay que seguir para que un aprendizaje sea cooperativo: en primer lugar, el trabajo debe estar dirigido a conseguir metas de grupo; en segundo lugar el éxito de estas metas será el aprendizaje individual de todos los participantes del grupo. Trabajar en conjunto para conseguir una meta común tiene como consecuencia la valoración positiva del trabajo académico personal y la motivación para aprender.
En conclusión, para lograr un aprendizaje cooperativo las personas no compiten entre ellas, sino que trabajan juntas para lograr un objetivo, cada persona tiene un rol dentro del grupo que será necesario para alcanzar la meta. Por tanto, si no se consigue el objetivo todos pierden y al revés igual.
López, G. Acuña, S. (2011). Aprendizaje cooperativo en el aula. Narraciones de la ciencia, 7(14), 28-37. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3747117.pdf
El aprendizaje cooperativo tiene como objetivo trabajar en equipo para conseguir un punto en común. Ese objetivo en común hace que dependan unos de otros, es decir, se necesitan mutuamente para conseguirlo.
ResponderEliminarSegún Mayordomo y Onrubia (2016) Para que realmente haya un aprendizaje cooperativo, todas las personas del grupo deben ayudarse unos a otros y compartir los conocimientos que vayan descubriendo. Además, como ya se ha dicho antes todos/as deben conseguir su objetivo y todos/as deben aportar cosas al grupo, es decir, tienen una responsabilidad. También se tienen que sentir cómodos/as de expresar su opinión, por ejemplo, si hay que decidir algo se tiene que tener en cuenta todos los puntos de vista y decir ventajas y desventajas de cada opción para poder llegar a una solución.
En conclusión, el aprendizaje cooperativo no es solo tener un grupo de trabajo, sino que todas las personas de ese grupo deben de participar en el trabajo, por ello todos los integrantes del grupo deben tener interés de cumplir el objetivo.
Mayordomo, R., Onrubia, J. (2016). El aprendizaje cooperativo. Editorial UOC
Actualmente se habla mucho del aprendizaje cooperativo y de las formas de llevarlo a cabo. Sin embargo, muchas veces erramos en su definición. Por este motivo, para poder conocer cómo trabajar el aprendizaje cooperativo debemos conocer su significado.
ResponderEliminarSegún Pujolàs (2008), el Aprendizaje Cooperativo hace alusión a la interacción que realizan los alumnos en equipos reducidos y donde la participación es igualitaria. Estos utilizan una estructura en la actividad que les permite participar más o menos de la misma forma para así potenciar la máxima interacción y que aprendan tanto sobre los contenidos, como a trabajar en equipo.
Ahora bien, otros autores han dado diferentes definiciones de lo que es el Aprendizaje Cooperativo y han añadido matices que podrían ser útiles. Por ejemplo, Slavin (1987), decía que en el AC los alumnos se ayudaban conjuntamente para aprender contenidos curriculares, mientras que Lobato (1998) destacaba que el Aprendizaje Cooperativo era “un medio para conseguir resultados más significativos”, de esta forma aumentaba la motivación, se daba lugar al desarrollo de habilidades…
Por otro lado, Joan Domingo (2008) afirma que para que el trabajo que se realice en el aula sea cooperativo deben existir los siguientes aspectos:
- Los estudiantes aprenden en lugar de que el docente enseñe.
- Se trabaja en grupos pequeños en el que cada uno tiene un rol.
- Los estudiantes dependen unos de otros.
- Hay una responsabilidad individual y grupal.
- Se desarrollan habilidades sociales.
- Se reflexiona sobre los resultados como grupo.
En conclusión, el Aprendizaje Cooperativo se da cuando un conjunto de personas trabaja juntas en pequeños grupos, desempeñando cada uno una función (y contribuyendo de forma igualitaria), para lograr un mismo objetivo.
Referencias:
Medrano, P. M. G., López, L. M. G., & Río, J. F. (1996). Aprendizaje cooperativo.
Domingo, J. (2008). El aprendizaje cooperativo. Cuadernos de trabajo social, 21, 231-246.
El aprendizaje cooperativo se lleva utilizando durante muchos años no solo en el ámbito educativo gracias según mi opinión a sus múltiples beneficios, pero ¿Qué es el aprendizaje cooperativo y cuales son sus principales características?
ResponderEliminarPor un lado tras una búsqueda en diferentes articulos me gustaría resaltar dos definiciones de aprendizaje cooperativo.
Primero, según el aprendizaje cooperativo es el uso instructivo de grupos pequeños para que los estudiantes trabajen juntos y aprovechen al máximo el aprendizaje propio entre si. (Johnson y Johnson, 1991).
Segundo, el aprendizaje cooperativo hace referencia a la actividad en pequeños grupos desarrollada en el aula. Aunque no se trata, como ya hemos insistido en este trabajo, de que los alumnos formen equipos, sino de que estos equipos, después de recibir instrucciones del profesor, todos los estudiantes intercambien información y trabajen en una tarea hasta que todos sus miembros la entiendan y aprendan a través de la ayuda mutua, siempre en colaboración. Empleamos el término “aprendizaje cooperativo” para referirnos a un amplio y heterogéneo conjunto de métodos de enseñanza estructurados, en los que los estudiantes trabajan juntos, en grupos o en equipos, ayudándose mutuamente en tareas generalmente académicas (Melero y Fernández, 1995).
Algunas de las características para que en un grupo de personas haya un trabajo cooperativo son (Johnson y Johnson,1997):
* Cooperación: los estudiantes se apoyan mutuamente no solo para ser expertos en los contenidos, sino para aprender a trabajar en equipo. Comparten metas, recursos y se responsabilizan de su papel, además de saber que no pueden tener éxito a menos que todos en el equipo tengan éxito.
* Responsabilidad: los estudiantes asumen su responsabilidad individual en la parte de la tarea que les ha correspondido y también en hacer comprender a sus compañeros/as su parte del trabajo.
* Comunicación: tienen que intercambiar información, materiales y preocuparse de que todos la comprendan, analizando y reflexionando sobre las conclusiones y procurando una mayor calidad en sus razonamientos y resultados.
* Trabajo en equipo: aprenden a resolver juntos los problemas, desarro- llando habilidades de liderazgo, comunicación, confianza, toma de deci- siones y solución de conflictos.
* Autoevaluación: los equipos deben evaluar qué acciones han sido útiles y qué acciones no. Los equipos establecen metas y analizan sus logros y fracasos, identificando problemas y buscando cambios o soluciones para mejorar su trabajo futuro.
En conclusión, me gustaría destacar una frase que he encontrado en el artículo “No es lo mismo trabajar en grupo, que trabajar en grupo cooperativo. Todo aprendizaje cooperativo es aprendizaje en grupo, pero no todo aprendizaje en grupo es aprendizaje cooperativo.” Para resaltar la importancia de saber diferenciar entre aprendizaje cooperativo y en grupo, ya que es una confusión muy común en el ámbito educativo.
BIBLIOGRAFÍA:
García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
https://edicionescalasancias.org/wp-content/uploads/2019/10/Cuaderno-11.pdf
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl aprendizaje cooperativo es entendido como aquella actividad, o método de enseñanza estructurado, que se realiza en el aula en pequeños grupos de trabajo. Además, es de gran importancia que estos equipos sean capaces de intercambiar información, de colaborar entre sí y de ayudarse hasta lograr que todos los integrantes comprendan la tarea que se ha de llevar a cabo, y, así, pueden participar todos de la misma manera.
ResponderEliminarPara que esté se dé, el conjunto de participantes y el grupo en general, debe cumplir con una serie de requisitos, entre los cuáles se encuentran:
- Interdependencia positiva: interés por el máximo rendimiento de todos los miembros del equipo.
- Responsabilidad individual que cada individuo tiene en la tarea en la actividad a realizar
- Heterogeneidad en el equipo: alumnos con diferentes características y pensamientos
- Liderazgo compartido: todos los participantes han de trabajar y colaborar de la misma manera, al mismo nivel, sin poner la opinión de un alumno por encima de las del resto
- Responsabilidad y compañerismo: ayudarse mutuamente
- Objetivo: máximo aprendizaje
Asimismo, y a modo de conclusión, considero que el aprendizaje cooperativo es esencial que se trabaje en las aulas de educación infantil debido a la gran cantidad de valores y habilidades sociales que fomenta, como bien puede ser la comunicación, el respeto y la comprensión, la solidaridad, la empatía, y resolución de situaciones conflictivas y de reto.
García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
IRENE SÁEZ CASTELLS
ResponderEliminarMuchas veces se plantean actividades o juegos cooperativos que realmente no lo son, ya que no atienden a las características básicas de este tipo de juegos. Debemos de tener estos aspectos que nombraré a continuación en cuenta para enfocar actividadesa los niños y niñas de Educación Infantil.
En primer lugar, según Arcos (2013), definimos juegos o actividades cooperativas por aquellas que se realizan de manera grupal o junto con alguien y que no llevan a un éxito personal o individual, sino a un éxito grupal. El resultado será el mismo para todos sus componentes, tanto si es positivo como si es negativo.
Asimismo, puede haber roles diferentes pero con objetivos comunes, son actividades libres de competencia de cara a otros/as participantes y cada acción individual repercute en los resultados a nivel grupal.
Este tipo de actividades pueden ayudar a los niños y niñas del aula a socializar entre ellos/as, a adquirir y tomar conciencia de una serie de roles, normas y valores, a tener un papel activo en cuanto al juego se refiere y, por último, a trabajar en grupo y saber adaptarse y ser flexibles, siempre atendiendo a la edad del grupo.
Bibliografía:
- Arcos Martínez, E. (2013). Juego cooperativo en Educación Infantil.