El papel del educador a la hora de desarrollar juegos simbólicos es muy importante porque la conducta puede favorecer o perjudicar, sumar o restar. En primer lugar, hablaré del espacio. Hay que transformar el espacio que dispongamos en un escenario de juego donde el niño o la niña pueda actuar sin ningún condicionante. Es importante diferenciar los lugares que disponemos con una intención de permanencia, es decir que no varían (aunque disponga de espacios flexibles) a los espacios que varían dependiendo de la finalidad Por otro lado, los materiales deben ser variados y los mas parecidos a la realidad, por ello es imprescindible que a la hora de utilizarlos se les de el uso adecuado para que se mantengan atractivos, cuidados y limpios. Por ello es necesario utilizar unas normas de uso. En segundo lugar es de vital importancia nuestra actitud de cara a el juego. En esta metodología de juego los adultos debemos evitar introducirnos. Aunque resulte complicado, simplemente hay que observar las necesidades de los niños y niñas y proporcionarles la seguridad tanto emocional como afectiva. Es evidente que van a surgir conflictos individuales y colectivos pero solo debemos intervenir para evitar lesiones, peleas, peligros o resolver situaciones de dominio y anulación. Como bien dice Aucouturier debemos de realizar una serie de pautas para hacer bien nuestro papel: · Tener auto-conciencia emocional, evitar plasmar nuestros miedos e inseguridades para poder ser para ser imparciales · Ser símbolo de ley. A pesar de ser nosotros quienes establezcamos algunas normas hay que ser permisivos para que el niño y la niña se expresen libremente. Si es necesario si que se aplicaría la firmeza y autoridad. · Dar seguridad física y afectiva mediante intervención directa (si el niño lo solicita), o a distancia (con un gesto o una mirada). · Tener empatía tónica. Ponerse en la posición de los niños y niñas, tanto mental como emocionalmente y para ello hay que dejar al niño o niña el tiempo suficiente para expresarse. · Tener disponibilidad. Para lo que necesiten los niños y niñas · Establecer un tipo de relación asimétrica. En esta pauta el adulto simplemente debe acompañar e interferir en caso de ayudarlo si el niño o la niña dispone de dificultades para fomentar su crecimiento personal
A modo de conclusión recalcar que no es fácil el papel del adulto en el juego simbólico ya que no estamos acostumbrados a realizar acciones tan sencillas como admirar, respetar y ofrecer posibilidades para que los niños y las niñas se desarrollen de una manera libre.
El papel del educador en el desarrollo del juego simbólico. (2015, 21 octubre). «Mundo educativo». Recuperado 20 de octubre de 2022, de https://mundoeducativopro.wordpress.com/2015/10/21/el-papel-del-educador-en-el-desarrollo-del-juego-simbolico/
La maestra/o a la hora de desarrollar los juegos simbólicos debe se seguir el siguiente papel. Tener autoconciencia de los juegos que están realizando los niños y niñas, ser símbolo de ley, dar seguridad física y afectiva, tener empatía tónica, disponer de disponibilidad y establecer un tipo de relación asimétrica.
Su papel se caracterizará por orientar, dar ideas y animar a los niños durante el juego. Esta manera de actuar por parte del adulto estará alejada de posiciones directivas, organizativas, serias e impositivas ya que el niño debe de ver en su profesor a alguien al que poder acudir con una actitud más distendida.
Para poder llevar a cabo este rol de manera óptima se deben tener en cuenta:
– El diseño del espacio. El espacio debe ser seguro, estable y tranquilo. El aula debe estar estructurada de tal manera que se pueda dar tanto el juego espontáneo y libre, como el juego con normas y propósito educativo en pequeños grupos y el grupo entero.
– El material para el juego. El material que se utilice será el “pretexto” por el que se dará el juego. Estos deben de tener unas características tales que favorezcan el pensamiento divergente y la creatividad.
– La organización de los tiempos de juego. Se debe organizar el tiempo de tal manera que se pueda dar cada tipo de juego: individual, por parejas, en grupos, estructurado, libre. Todos ellos aportan beneficios al niño y por eso han de aparecer todos.
– La actitud del profesor. La posición del profesor ha de ser discreta, observadora y actuar como conductor del juego. Para ello debe crear un clima relajado y permisivo donde el niño pueda expresarse respetando las normas y el profesor debe aceptar los errores que los niños y niñas cometen como algo normal dentro del proceso de su desarrollo.
Bibliografia: El papel del profesor ante el juego en la escuela. (2018, 24 enero). Aprendiendo Al Aire Libre (Colombia). Recuperado 22 de octubre de 2022, de https://aprendiendoalairelibre.org/2018/01/24/el-papel-del-profesor-ante-el-juego-en-la-escuela/
El papel del/la docente en el juego simbólico es de gran importancia ya que deben actuar como guías para los niños y niñas y dejar que exploren mediante el juego. Además, deben encontrar el momento y lugar adecuado para realizar y desarrollar correctamente las actividades y así potenciar el desarrollo del alumnado de forma correcta.
Por otro lado, ha de ser creativo/a y ser capaz de plantar al alumnado variedad de actividades en las que potencien y desarrollen habilidades, como la intelectual, y eso por ello que el profesorado tiene que saber de las capacidades y cualidades dadas en sus alumnos/as. Los maestros y las maestras deben ayudar a que los infantes del aula experimenten a través de la emociones, además de enseñarlos/as a resolver problemas que surjan, con las tomas de decisiones, a saber cómo trabajar de forma cooperativa, potenciando sus fortalezas, entre otras cosas.
Por último, dentro del juego simbólico, los profesores y profesoras deben dejar que los niños y niñas experimenten por ellos mismos (interviniendo en casos de conflicto, para fomentar e incentivar el juego) y así hacer que sean ellos/as mismos/as los que trabajan las respuestas, exploran el entorno de forma individual o colectiva, potencian la imaginación y la creatividad, las relaciones interpersonales, etc. El docente, a través del juego, ya sea simbólico o no, ha de ayudar a alcanzar las metas y hacer que superen los obstáculos que van surgiendo durante su desarrollo.
Casas Jaramillo, M. E. (2014). El juego simbólico y el rol docente [Trabajo de Fin de Grado, Universidad de la Sabana]. Repositorio Institucional – Universidad de la Sabana. http://hdl.handle.net/10818/11716
Cuando hablamos del juego simbólico hay que dejar claro su definición. Es toda situación espontánea en la que las niñas y los niños usan su capacidad mental representando un escenario con la característica de ser lúdico, es decir, es un juego y no algo impuesto que no quieren llevar a cabo.
Centrándonos en el papel del profesorado dentro de este tipo de juego su rol debe ser más exento. Esto quiere decir que se debe animar a la implicación activa de todo el alumnado a través de la experimentación, el profesora o la profesora solo debe observar y, en algunos casos, tomar constancia escrita para poder hacer una evaluación sobre el comportamiento visto en los/as infantes.
Ruiz, Á. y Abad. J. (2011) consideran que el profesorado debe proporcionar seguridad y apoyo en los momentos en los que el alumnado solicite ayuda, estando cerca pero no encima, con una actitud disponible pero no intrusiva.
La intervención del maestro o la maestra es esencial en los momentos en que los alumnos y/o alumnas no experimentan dentro del tiempo del juego simbólico, solo realizan acciones repetidamente sin sentido lúdico. En estas situaciones se corre el peligro de que no se cumpla ningún objetivo del juego ya que se pierde el interés por el descubrimiento. Cuando esto sucede no se les puede dejar así sin ayudarlos a construir contextos de juego de su interés para que encuentren placer en aprender. De esta forma se ofrecen referentes dándoles la posibilidad de encontrar nuevas maneras de experimentar.
Cabe destacar que Ruiz, Á. y Abad. J. (2011) defienden al profesorado como preparador del contexto del juego. El alumnado debe ser capaz de diferenciar el juego que se desarrolla en el gimnasio, que surge de una dinámica preestablecida y que desaparece al terminar la sesión, del juego que se pueda crear en cualquier aula o lugares de la escuela poco estructurados donde se desarrolla la actividad de un modo improvisado.
Además, el profesor o la profesora debe tener un papel organizativo, es decir, el juego simbólico se debe estructurar y tener unos tiempos determinados marcados con anterioridad, no puede ser que solo se de en los momentos donde no se puede hacer otra cosa por cualquier motivo. Tiene mucha importancia este tipo de juego dentro del desarrollo de los infantes y, por lo tanto, debe tener la misma preferencia que cualquier otro tipo de juego.
También el educador o educadora tiene el rol de moderador, se tiene que hablar por ejemplo en la asamblea donde quieren los niños y niñas llevar a cabo el juego simbólico, que recursos materiales quieren utilizar y de esta forma se les consciencia de su libertad de elección evitando las imposiciones por parte de una persona adulta.
Villalobos, M.E. (2009) habla sobre que el maestro/a debe comprender las actividades y comportamientos de su alumnado, esto debe ser el papel principal del profesorado dando un soporte a los modelos didácticos o a los conocimientos teóricos, al reconocer que estos por sí mismos no garantizan los aprendizajes: los niños sólo logran construir conocimiento, aprender y asumir valores a partir de experiencias de sentido.
Referencias bibliográficas:
Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en psicología, 5(2), 269-282. Ruiz, Á. y Abad. J. (2011): El juego simbólico. Biblioteca de Infantil. Graó, Barcelona.
En el juego simbólico los verdaderos jugadores son los alumnos y alumnas, ya que son ellos los que protagonizan la acción de jugar, quienes deciden las dificultades y establecen el transcurso de los mismos en función de sus vivencias, percepciones y emociones.
Para que dichos juegos no presentan una pobreza intuitiva, el alumnado debe ser el sujeto simbólico. Por ello, el maestro o maestra debe ser sensible ante las expresiones del niño, para así reconocer y comprender las expresiones, como las reglas y el sentido del orden social. La actuación de los y las docentes permitirá que la observación, la escucha y la comprensión para desarrollar las propuestas educativas del maestro o maestra. Es precisamente en el reconocimiento del acto educativo, que resulta benéfico mostrar a través de la descripción de las actividades (por parte del docente), ya que el sentido que puede tener para el maestro la libre actividad espontánea de los niños/as es totalmente diferente que el sentido que le otorgan los niños y niñas. Todo lo anterior obliga al maestro/a a mantener una atención comprensiva para ofrecer los referentes necesarios y la estructura organizativa de la sesión, con el propósito de posibilitarles a los niños la generación de nuevas formas de experimentar. Para concluir, la postura del maestro o maestra debe ser externa, debe actuar de observador y moderador y debe estar atento y disponible para cuando el alumnado les necesite. Para potenciar el juego simbólico el profesorado no debe intervenir ni sugerir nada en relación a las propuestas del alumnado.
Referencias bibliográficas: Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en Psicología, 5(2), 269-282. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67916260005
Desde mi punto de vista, el papel del maestro/a en este tipo de juegos debe ser secundario ya que los principales protagonistas deben ser los niños y niñas que son los verdaderos jugadores/as.
Las principales funciones de los maestros/as dentro de los juegos simbólicos, deben ser las siguientes: - Tener autoconciencia, es decir, tener la capacidad de introspección y la habilidad de reconocerse como un individuo más. - Ser símbolo de ley para que ningún jugador/a infrinja las reglas. - Dar seguridad física y afectiva en los niños/as. - Tener empatía tónica. - Tener disponibilidad y estar dispuesto a atender a los niños/as en cualquier momento. - Establecer un tipo de relación asimétrica.
El principal rol del maestro debe ser el favorecer las experiencias de significación que sustentan los procesos de aprendizaje.
Desde esta perspectiva comprender las acciones, actividades y comportamientos de los niños y el significado que ello tiene en el desarrollo, debe constituirse como fuente de los actos y actividades del maestro, dando un lugar de soporte a los modelos didácticos o a los conocimientos teóricos.
Bibliografía: Piaget, J. (1961) La formación del símbolo en el niño. México: Fondo de Cultura Económica. Villalobos, M.E. (2000).El desarrollo psicológico del niño. Juego, representación y capacidades mentales del niño como sujeto. En: Formación de herramientas científicas en el niño pequeño. Arango Editores y Universidad del Valle
Como sabemos, el juego simbólico es aquel que surge de manera espontánea que surge de manera natural en los niños y las niñas. Por esta razón, en múltiples ocasiones se cuestiona el papel del adulto, en este caso del maestro/a. ¿Debe guiar el juego? ¿Debe participar? ¿Se trata de dejar libertad a los niños/as? A día de hoy, existe un gran debate en torno a ello.
Lo que está claro, y según lo expuesto por Villalobos (2009), es que frente a los procesos de los infantes, el/la docente tiene un papel primordial: favorecer las experiencias de significación que sustentan los procesos de aprendizaje. Por esta razón, la observación y el análisis de las conductas será fundamental.
Otra circunstancia que se puede dar y en la que el adulto tiene un papel importante, es el de resolución de conflictos o problemas, es decir, cuando un niño/a ya no es capaz de sumergirse y encantarse con creaciones y formas metafóricas que se recrean en el juego, nos está expresando que algo está fallando, es ahí donde el maestro/a tiene un papel importante, pues debe investigar cuál es su realidad, sus problemas, sus emociones…
De esta manera, como vuelve a mencionar Villalobos (2009), en el juego simbólico, no se trata de que los/las maestros/as dejemos abandonada a la clase, sino que se genere una actividad libre y espontanea siempre en favor del acto educativo. Todo esto obliga, por tanto, al docente a mantener la atención y ofrecer la ayuda necesaria para que los niños y las niñas puedan experimentar y desarrollarse en plenitud.
Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Revista Diversitas-Perspectivas en Psicología, 5(2), 269-282.
Sabemos que el papel del profesorado en el juego debe ser siempre favorecedor de la participación activa del infante, por lo que el adulto limita su intervención y únicamente lo hace en al gún momento preciso, para guiar, observar y registrar las acciones que lleve a cabo el menor. De este modo, el papel del educador/a no diferirá en el juego simbólico respecto a este. Por ello, en este juego se le atribuyen al maestro o maestra una serie de roles que debe cumplir.
En primer lugar, Ruiz, Á. y Abad. J. (2011) consideran que el profesorado debe preparar el contexto del juego, pero dejando libertad para desarrollarlo ya que cada infante puede imaginarlo y expresarlo de una forma distinta.
En cuanto a su disposición en el juego, siguiendo con Ruiz, Á. y Abad. J. (2011) quienes defienden que el profesorado debe proporcionar seguridad y apoyo en los momentos en los que el alumnado solicite ayuda, estando cerca pero no encima, con una actitud disponible pero no intrusiva. Es decir, tener empatía tónica, siendo símbolo de ley pero dando seguridad física y afectiva al mismo tiempo. Esto último se relaciona con que el/la educador/ debe desarrollar con ellos una relación asimétrica en la que los acompañe, entrando en “su juego” en caso de ser necesario, ejerciendo un papel regulador bajo la simulación.
Y finalmente, Isaacs (2008) afirma que “El profesor debe conocer las cualidades y capacidades propias y las cualidades y capacidades de los demás” ( pg. 100), esto lo vemos reflejado en el interés y la disponibilidad del docente en el desarrollo del juego que hemos comentado anteriormente.
Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en psicología, 5(2), 269-282. Ruiz, Á. y Abad. J. (2011): El juego simbólico. Biblioteca de Infantil. Graó, Barcelona.
A la hora de desarrollar el juego simbólico en un aula es importante que la/el docente tenga muy claro su papel. Es clave que la o el maestro no intervengan si no es necesaria su ayuda en este tipo de juego, ya que si se explica o se guía demasiado dejará de serlo.
Algunas actuaciones a tener en cuenta son;
- Tener autoconciencia. - Ser símbolo de ley. - Dar seguridad física y afectiva. - Tener empatía tónica. - Tener disponibilidad. - Establecer un tipo de relación asimétrica.
El rol de las/los docentes en el juego simbólico es importantísimo, puesto que la observación de dicho juego es tan relevante como jugarlo. Se necesita que la maestra/o ponga toda su atención en el/la niño/a y esté predispuesta a favorecerle y estimularle. Influye también en que se pueda concentrar en explorar dicho juego. La atención se puede dar a través del maestro/a como observador/a del juego, ya que servirá como guía para los niños y niñas. En el momento en el que una niña o niño requiera o pida la ayuda o compañía del docente, éste/a tendrá que ofrecérsela con todo su cariño y empatía.
Es imprescindible que la maestra/o sea creativa/o y proponga actividades y juegos que despierten el interés real de los niños y niñas. Además, deberá conocer las fortalezas y debilidades de cada uno de sus alumnos/as, para individualizar así ciertos aspectos de la evaluación.
Un ejemplo sencillo, a la vez que creativo, sería predisponer la clase en rincones con materiales y diferentes temáticas. De esta forma inicias el juego dando alguna pista para empezar, pero a la vez dejas fluir la imaginación de cada niña o niño permitiendo que den vida a los espacios y objetos de la manera que deseen.
Bibliografía:
-Casas Jaramillo, M. E. (2014). El juego simbólico y el rol docente. Google Académico. https://intellectum.unisabana.edu.co/handle/10818/11716
El nostre treball com a educadors ha de començar per propiciar que sorgisca el joc simbòlic, creant espais, proporcionant materials i donant temps suficient perquè els xiquets i xiquetes desenvolupen els seus jocs, afavorint relacions de grups espontanis que es reuneixen per a compartir idees i emocions. I després hem de observar el joc de tots, perquè ningú quede exclòs o s'autoexcloga, fent tornar al xiquet al món real si es perd en la fantasia, utilitzant els registres simbòlics del joc, sempre des del joc.
Les actuacions principals del mestre/a deurien ser: - Tindre autoconsciència. - Ser símbol de llei. - Donar seguretat física i afectiva. - Tindre empatia tònica. - Tindre disponibilitat. - Establir un tipus de relació asimètrica.
Com a opinió personal, voldria dir que amb una bona actitud davant del alumnes i creant un ambient agradable per a que ells i elles, podran crear la seua pròpia fantasia on puguen expressar-se amb llibertat, sempre respectant les regles abans pactades entre mestre/a i alumnat.
Ruiz, A. (2006). Jugar con la creación simbòlica. Aula de infantil, 34, 5-8.
A mi parecer, el rol que debe ejercer un/a docente en el juego simbólico es el de guía. Debe dejar que los niños/as experimenten situaciones, emociones etc. por sí solos/as, para desarrollar sus habilidades. De este modo, también desarrollarán más autonomía y podrán explorar y experimentar libremente.
El/la docente, debe intentar crear un ambiente activo, en el que todo el alumnado se involucre en el juego y se forme un ambiente en el que predominen los valores humanos. Asimismo, los niños/as desarrollarán la imaginación y la creatividad al poder tener una participación libre y sin pautas.
No obstante, el/la docente, podrá intervenir para resolver todo tipo de conflictos que se generen o para lidiar entre una situación donde se pierdan los valores humanos y se produzcan comentarios ofensivos.
Cabe destacar que, según Sarlé, facilitar el material de juego y estar disponible para responder a las preguntas de los niños, es la actitud más frecuente en los maestros. Sin embargo, en todos los casos, el educador no permanece junto a los niños hasta que dominan el juego, como si existiera la creencia de que, una vez explicado, fuese natural saber jugar. Dado que lo habitual es que los niños jueguen, parece que resulta suficiente una intervención sumamente acotada por parte del maestro.
Sarlé, P. M. (2006). Enseñar el juego y jugar la enseñanza. Buenos Aires: Paidós.
Durante el juego, los docentes tienen una labor muy importante, ya que son ellos/as los/las que guían al niño/a proporcionando el aprendizaje que necesitan, es por eso que el docente debe estar atento en todo momento para que el alumnado sea estimulado a explorar el juego simbólico y ser partícipes de él. El mejor método es la observación, así el profesor/a se dará cuenta en qué momento un niño/a necesita ayuda o compañía en el juego. Además, mediante la observación el docente tiene que adecuar el espacio y saber en qué lugar realizar el juego
Es importante que el docente sea creativo y proporcione actividades adecuadas para su desarrollo intelectual, psicológico y sobre todo su crecimiento. Debe conocer cuales son las cualidades de los alumnos para adaptar en la medida de lo posible los juegos Además, el docente debe mostrar una buena actitud hacia el juego para que el alumnado también tenga actitudes positivas a la hora de jugar.
Finalmente, el docente debe estructurar los tiempos marcados con la finalidad de organizarse y dedicar una buena parte del tiempo al juego simbólico, así como variar las actividades para descubrir nuevas y que no se hagan repetitivas o también proponer diferentes actividades mediante rincones, en el que los niños/as tenga la libertad de elegir el juego al que quieren ir, así como determinar el tiempo de estancia en cada juego. Al finalizar el juego, la maestra o el maestro debe dejar un periodo de tiempo para recoger y guardar todo en su sitio, así también se fomentan valores de colaboración y ayuda. Lo más importante es que el docente tenga motivación y alegría para realizar los juegos.
Casas Jaramillo, M. E. (2014). El juego simbólico y el rol docente [Trabajo de Fin de Grado, Universidad de la Sabana]. Repositorio Institucional – Universidad de la Sabana. https://intellectum.unisabana.edu.co/handle/10818/11716
El papel del maestro/a en el desarrollo del juego simbólico debe ser limitado. Evidentemente, la intervención del maestro es imprescindible para "preparar el escenario" (lugar y materiales) y ayudar a los niños a combinar los objetos para que surja "algo" que no existía previamente. Pero también debe dejar que los niños y las niñas, durante un cierto tiempo, jueguen y desarrollen espontáneamente su propio juego, su forma de jugar, las relaciones establecidas, los roles que toman y el uso que hacen de los materiales.
Siguiendo las palabras de Sarlé (2008), el juego simbólico se da en un proceso a través del cual los niños crean un nuevo espacio exterior a partir de los productos de su imaginación. Por ello, resulta considerable el peso que tienen la disposición del ambiente, la diversidad de los materiales y la mediación del maestro, porque “estos aspectos propios de la situación escolar permiten la aparición de un juego diferente al que se daría estando el niño solo” (p.14).
Según los argumentos de Aranguren, Becerra y Jaramillo (2017) antes de nada, “es necesaria la presencia atenta y predispuesta del maestro pues esto favorece y estimula al niño a que se concentre en la exploración del juego (…) dicha atención es ser observador del juego del niño, pues será una referencia importante para los niños y niñas , ya que se convertirá en un guía en caso de requerir su ayuda o compañía dentro del mismo juego que ellos están creando” (p. 69).
De esta manera, “el maestra/a aprovecha la circunstancia de juego para observar detenidamente a los niños y las niñas, es la mejor ocasión para comprender los problemas personales, las diferencias, las dificultades del lenguaje, de las estructuras de pensamiento, las relaciones interpersonales” (p. 70).
En definitiva, la presencia del maestro/a y el rol que debe manejar resulta necesario para conseguir que los niños y niñas monten su escenario y su propio juego e historia sobre el cual juegan con otros/as.
REFERENCIAS: -Aranguren, M., Becerra, M., y Jaramillo, C. (2017). Espacios que enriquecen el juego simbólico de representación de roles en niños y niñas de la Fundación Nugesi 21. Universidad Pedagógica Nacional. [Proyecto de Grado]. -Sarlé, P. (2008). Enseñar el juego y jugar la enseñanza. Paidós.
Nosotras/as como docentes para fomentar este tipo de juegos debemos proporcionarles a los alumnos/as diversidad de materiales que estimulen su imaginación a la hora de darles una función concreta a cada juguete.
También debemos facilitar situaciones que den lugar a este tipo de juegos, para que los niños se desarrollen y puedan utilizar la imaginación libremente. Los maestros/as podemos jugar con nuestros alumnos/as participando en sus propuestas imaginativas, desempeñando la función que nos den los propios alumnos/as, también podemos proporcionarles situaciones falsas, que les preparen para cuando les puedan surgir en la vida diaria y sepan cómo manejarlas. Como por ejemplo, cuando jugamos al supermercado y los niños tienen que hacer de cajeros, aprendiendo los distintos productos que se pueden encontrar a la hora de ir a hacer la compra o cuando jugamos a los médicos y los niños se van aprendiendo las partes del cuerpo.
A través de este tipo de juegos los niños se van familiarizando con situaciones muy comunes que tendrán que ir vivenciando poco a poco.
Como conclusión, destacar que el papel fundamental del maestro es el de motivar al alumno/a a través de la variedad de recursos que les ofrece a los niños y niñas, además de crear propuestas para fomentarlo.
BIBLIOGRAFÍA
Marcas, P. M. B. Y. (2016, 10 noviembre). Cómo fomentar el juego simbólico y por qué es tan importante para tu peque. Bebés y más. https://www.bebesymas.com/momentoschicco/como-fomentar-el-juego-simbolico-y-por-que-es-tan-importante-para-tu-peque
El juego simbólico es aquel en el que el niño/a imita una situación interpretando uno o varios roles sin ningún tipo de regla. Este tipo de juegos es vital para la capacidad mental y la creatividad de los alumnos/as.
Es necesario que durante esta actividad se cuente con la presencia del docente. Este estimulará a que los niños/as se concentren en el juego y también hará de guía, ayudando a los más pequeños/as en caso de que lo requieran. Además, es el maestro/a quién propone el momento y el espacio donde se juega, por eso es vital que sea creativo/a y se propongan actividades donde los niños/as desarrollen cada vez diferentes capacidades y habilidades. Por esta razón, debe conocer las cualidades de los alumnos/as para así saber orientar el juego hacia los gustos de ellos/as aportándoles estímulos positivos en su crecimiento.
Como pudimos observar en el trabajo grupal de nuestras compañeras “El juego simbólico”, el/la docente tenía un papel de observador y de guía. Se habilitaron tres espacios en los que jugar, nosotras/os (los alumnos/as) jugábamos libremente sin ninguna regla, y ellas (las profesoras) estaban observando y en el caso de que alguien solicitara ayuda, acudían para asistir a ese alumno o alumno.
En definitiva, el juego simbólico es un tipo de juego libre en el que se trabaja la creatividad y la imaginación de los pequeños/as. Por eso, el papel de la maestra/o se trata de observar, respetar y guiar en el desarrollo de las capacidades y habilidades de los niños/as.
Jaramillo, M. E. (2014). El juego simbólico y el rol del docente. [ Trabajo fin de grado, Universidad de la Sabana].
El papel del o de la docente de EI en cuanto a la hora de desarrollar juegos simbólicos tiene una gran importancia porque deben ser los/las guías durante el periodo que dure el juego. También deben saber cuándo intervenir, es decir, si es necesario, dar una explicación, irrumpir el juego si sucede alguna circunstancia que lo requiera, etc. El maestro/a debe ser creativo para poder dar ideas sobre este tipo de juego, aunque en ocasiones con la imaginación del alumnado es más que suficiente.
El profesorado tiene que ser organizador, moderador, controlador del tiempo, ya que, el juego debe tener una organización por minúscula que sea para que salga lo mejor posible; debe moderar cuando el juego lo requiera; y controlar el tiempo que duran los juegos o actividades para que se pueda realizar cada juego preparado.
Hay que tener varios aspectos en cuenta: > Diseño de espacio. Los espacios deben ser seguros, estables y tranquilos. Las aulas deben estar estructuradas para permitir el juego espontáneo y libre, en pequeños grupos y en grupos como un todo, de acuerdo con las reglas y los propósitos educativos. > Material para el juego. El material utilizado será la "excusa" para que el concurso proceda. Estos deben tener características propicias para el pensamiento divergente y la creatividad. > La organización de los juegos. El tiempo debe organizarse de manera que se pueda jugar todo tipo de juego: individual, en pareja, en grupo, estructurado, libre. Ambos tienen beneficios para los niños, por lo que todos tienen que estar allí. > La actitud del docente. La posición del profesor debe ser discreta, perspicaz y conductora del juego. Para ello, debe crear un ambiente relajado y tolerante donde los niños puedan expresarse respetando las normas, y los profesores deben aceptar que es normal que los niños cometan errores a medida que crecen.
Referencias bibliográficas: Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en Psicología, 5(2), 269-282. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67916260005
El papel del profesor ante el juego en la escuela. (2018, 24 enero). Aprendiendo Al Aire Libre (Colombia). Recuperado 22 de octubre de 2022, de https://aprendiendoalairelibre.org/2018/01/24/el-papel-del-profesor-ante-el-juego-en-la-escuela/
El papel del educador ante cualquier actividad del niño debe ser el de permitir, favorecer, observar, registrar, documentar y posteriormente reflexionar sobre ellas para reconocerlas, sacar conclusiones y darles un sentido (Ruiz de Velasco, 2006).
El maestro o maestra tiene que preparar el contexto de juego, diferenciando el que se pueda crear en el aula o en las zonas comunes de la escuela; el hecho de que el espacio sea estable no significa que tenga que ser inamovible, es mejor contar con espacios poco estructurados para que el niño o niña experimente y reinvente su espacio de juego.
Otro de los aspectos que debe tener en cuenta el/la docente es proporcionar seguridad y apoyo cuando el niño/a solicite ayuda, estando cerca, pero no encima, con una actitud disponible pero no intrusiva. Una serie de pautas que se pueden tener presentes son: o Tener autoconciencia. o Ser símbolo de ley. o Dar seguridad física y afectiva. o Tener empatía. o Tener disponibilidad.
Y, por último, el educador/a debe intervenir en lo que se refiere a conflictos personales cuando el alumnado realice acciones aislada e inconexas, cuando haya peligro de lesiones por que le cueste reconocer sus límites.
Referencias. Ruiz de Velasco, A., Abad, J. (2011). El juego simbólico. Biblioteca de Infantil. Graó Barcelona.
El papel de la maestra/o de Educación Infantil a la hora de desarrollar juegos simbólicos se caracteriza por orientar, dar ideas y animar al alumnado durante el juego, es decir, la maestra o maestro es un/a jugador/a más.
Como docentes debemos evitar posiciones directivas, organizativas, serias e impositivas ya que el niño o niña debe de vernos como un igual. Hemos de conseguir ser discretas, observadoras y actuar como conductoras del juego. Para ello debemos crear un clima relajado y permisivo donde el alumnado pueda expresarse respetando las normas y aceptando los errores que los niños y niñas cometan como algo imprescindible dentro del proceso de su desarrollo.
En definitiva, el maestro/a tiene el papel de observador y de guía, sin ningún tipo de regla, adaptando el juego siempre a las necesidades de los alumnos y alumnas con creatividad e imaginación.
El papel del profesor ante el juego en la escuela. (2018, 24 enero). Aprendiendo Al Aire Libre (Colombia). Recuperado 22 de octubre de 2022, de https://aprendiendoalairelibre.org/2018/01/24/el-papel-del-profesor-ante-el-juego-en-la-escuela/
Com ja sabem i hem vist en entrades anteriors, amb el joc simbòlic els infants tenen l’oportunitat de crear situacions i vivències assignant nous significats als objectes. Per aquest motiu, el mestre o la mestra ha d’anar en compte en les consignes o explicacions que faça.
El/la docent és l’encarregat de guiar al xiquet/a en el joc, donant-los l’aprenentatge i l’ajuda que requereixen quan siga necessari. Per aquest motiu és important la presència del docent, per a que l’alumnat es centre en l’exploració del joc. Hem de tindre en compte que la mestra serà la referència dels seus alumnes, per tant hem de ser bones guies. (Casas, 2014)
En un primer moment, la mestra/e pot plantejar una situació concreta i a partir d’ací les xiquetes i els xiquets poden continuar el joc basant-se en la historia que han escoltat. D’altra banda, també es poden ensenyar i donar uns materials o joguets i veure com ells i elles amb la seua imaginació desenvolupen un joc simbòlic.
En conclusió, el paper principal del mestre/a ha de ser el d’observador, per veure com el seu alumnat interactua i es tracta, així com per poder detectar diferents situacions o problemes que poden donar-se en la vida d’alguns xiquets i xiquetes.
Casas, M. E. El juego simbolico y el rol docente (Bachelor's thesis, Universidad de la Sabana).
Como se ha descrito en la tarea anterior, entendiendo el juego simbólico como aquellos juegos en los que los niños/as de forma abierta, emplean su capacidad de representación mental, con el fin de recrear multitud de situaciones en las que expresarse y experimentar, representando y simbolizando experiencias (Ruiz, 2014), entra en duda la importancia del rol del docente y el/la adulto/a en general en lo que al juego simbólico se refiere (Casas, 2014).
Basándonos en lo descrito por Villalobos (2009) y Casas (2014) en sus respectivas publicaciones, el papel del docente será fundamental en el desarrollo y fomento de los procesos de aprendizaje por parte del niño/a.
Según las autoras, el maestro/a presentará un rol de vital importancia a la hora de fomentar situaciones y experiencias que conlleven procesos de aprendizaje, y dentro de estas, la resolución de conflictos en su realización, entendiendo cual es el conflicto que se produce en el desarrollo del juego por parte de los niños/as, analizando la realidad de estos y su pensamiento, tratando de otorgar soluciones a esto, para favorecer de nuevo esa creación y espontaneidad que el niño/a requiere para jugar. Además, a través del juego simbólico, los docentes podemos descubrir cómo el pensamiento infantil se desplaza entre la realidad lógica y la irrealidad de la fantasía, y cómo el juego simbólico tiende puentes entre ambas formas de pensamiento.
Por tanto, a la hora de construir y desarrollar el juego simbólico, el maestro/a será una pieza fundamental, a la hora de generar un entorno de actividad libre, en el que se fomente la espontaneidad, siempre enfocado a un entorno educativo y del desarrollo, ofreciendo, en definitiva, la base y ayuda necesaria, para que los niños/as puedan experimentar, crear, y aprender, de la mejor forma posible.
Bibliografía Casas, M. (2014). El juego simbólico y el rol docente. Tesis de Licenciatura. Universidad de la Sabana. Ruiz, A. (2014). Para redondear: instalaciones para el juego presimbólico y simbólico. 0 a 6. Aula de infantil, (77), 28. Villalobos, M. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en psicología, 5(2), 269-282.
Lo primero que tenemos que hacer es convertir el espacio de la escuela en un escenario de juego, creando un espacio "total" en el que el niño pueda acomodar todas las situaciones que se imaginan en su mente. Hay que distinguir entre lugares donde se puede utilizar de forma diaria (como las aulas) y lugares donde se organiza para sesiones puntuales (como las sesiones de psicomotricidad en los patios). En cualquier caso, incluso en montaje permanente, es necesario crear espacios flexibles que sean fáciles de montar/desmontar, ya que pretendemos convertir rápidamente unos espacios en otros.
Seguidamente, este juego tiene que ser "ajeno" para los adultos, en cierto sentido, para evitar que entremos en él. Para ello, debemos prestar atención a las necesidades de los niños durante el juego, ser tolerantes, comprender, proporcionar seguridad afectiva y afectiva, no interrumpir ni anticipar, proporcionar tiempo… En definitiva, acompañar y no interferir.
El papel del educador en el desarrollo del juego simbólico. (2015, 21 octubre). «Mundo educativo». Recuperado 27 de octubre de 2022, de https://mundoeducativopro.wordpress.com/2015/10/21/el-papel-del-educador-en-el-desarrollo-del-juego-simbolico/
El docente tiene que tener en cuenta que el juego simbólico es una de las bases en la aprendizaje de los niños y niñas, ya que se desarrolla de forma espontánea y bajo sus intereses y experiencia propia. En este tipo de juego, el papel del maestro se debe ceñir a observar y dejar que el niño explore y manipule por el mismo, este será un recurso donde el alumnado aprenda a comunicarse y desarrollar habilidades cognitivas, físicas y sociales. Por lo que el profesorado se basará en fomentar el juego simbólico y en observar cuales son las acciones que ayudan a los alumnos/as a adquirir conocimientos y conocer las necesidades básicas.
En este tipo de juego se pueden preparar espacios de aprendizaje. Estos deben ser seguros, estables y tranquilos para que los niños puedan disfrutar de este juego libre. En algunas ocasiones se puede establecer un hilo conductor para que aquellos que sean más extrovertidos o no tengan tan desarrollada la habilidad creativa puedan disfrutar de este tipo de juego. Por lo que el papel que adquiere en este caso el docente es de orientar y animar al alumnado a fomentar el juego.
El juego simbólico ha de estar limitado, pero los niños han de tener tiempo suficiente para que puedan manipular y conocer el entorno e incluso a veces animarlos para obtener beneficio de este tipo de juego, por ejemplo, animándonos a jugar por parejas, al aire libre… Podemos decir, que en este tipo de juego no es necesario un material exclusivo, ya que seguramente el elemento más básico sea el que más les pueda interesar para disfrutar del tiempo del juego. Todos los recursos y materiales que se proporcionen en el aula han de tener algún aspecto característico (texturas, color, tamaño…) para llamar la atención de los alumnos y que ellos mismo puedan usar con más de un significado. Por ejemplo, un palo de escoba, los niños y niñas pueden simular un juego de brujas, un garrote de ancianos y cualquier otro significado que ellos le quieran dar.
En conclusión, en este tipo de juego la postura del docente ha de pasar desapercibida, dando asi protagonismo a los niños y se debe ceñir a observar y conducir el juego cuando no se este alcanzando su finalidad. Para esto será necesario un clima tranquilo y seguro, donde los alumnos tengan libertad a la hora de expresarse y respetar a los demás.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS El papel del profesor ante el juego en la escuela. (2018, 24 enero). Aprendiendo Al Aire Libre (Colombia). https://aprendiendoalairelibre.org/2018/01/24/el-papel-del-profesor-ante-el-juego-en-la-escuela/
En mi opinión y tras las reflexiones realizadas en clase, creo que el docente debe ser consciente de la importancia del juego simbólico y de los innumerables beneficios que este puede desarrollar en los niños y las niñas. Asimismo, creo que el/la maestro/a debe tener una actitud neutra ante el juego simbólico del alumnado, es decir, no debe intervenir. Gracias a este tipo de juegos, el/la niño/a podrá conseguir un aprendizaje significativo y activo, y podrá mejorar y aumentar los conocimientos sobre el mundo que le rodea. Además, el juego simbólico será desarrollado y considerado como nueva forma comunicativa y beneficiará su motricidad, fina y gruesa. Por otro lado, será aprovechado para su socialización y le ayudará a mejorar su lenguaje. Por todos estos motivos, creo que el/la docente debe dejar al/a la alumno/a un momento de independencia para que pueda desarrollarse en un entorno totalmente libre. No obstante, sería positivo y de gran utilidad que el/la docente proporcionara ciertos objetos y espacios libres para llevarse a cabo este tipo de juego.
Tras haber leído algunos estudios (Minerva, 2007) e investigaciones (Arévalo, Hernández, Tafur y Bolsegui (2007), se observa que pueden existir en los docentes dos concepciones diferentes sobre el juego. En primer lugar, una ideología en la que se contempla el juego como herramienta de aprendizaje. En segundo lugar, un pensamiento en el que se entiende básicamente como una actividad libre y de ocio para el alumnado. No obstante, estos mismos estudios llegan a la conclusión de que el juego debe ser un recurso educativo fundamental y principal en las aulas de educación infantil, y los/as maestros/as deben considerarlo así. De esta forma, deben promover y fomentar el proceso de aprendizaje-enseñanza a través de los diferentes tipos de juego y no utilizarlo simplemente como una herramienta de entretenimiento o como premio.
Del mismo modo, también es importante mencionar que los/as docentes deben combinar estas dos acciones, respetando el espacio libre y el tiempo de patio o recreo, pues son momentos que los niños y las niñas de estas edades necesitan.
Bibliografía:
Marín-Lozano, R. (2014). El Juego Simbólico como recurso didáctico en la Educación Infantil (Bachelor's thesis). https://reunir.unir.net/handle/123456789/2443
Considero que el papel del/ de la educador/a en los juegos simbólicos es de especial importancia durante su preparación y diseño, pero no durante el desarrollo de la actividad.
Pues bajo mi punto de vista, este/a debe de ser el/la encargado/a de acondicionar el espacio en el cual se llevará a cabo la actividad. Primeramente, debe de asegurarse de que es un lugar seguro, limpio, con un clima e iluminación apropiada, y que no tenga ningún tipo de peligros y riegos para los/as alumnos/as. Posteriormente, creo que debe transformarlo y adecuarlo al máximo a las condiciones y necesidades existentes, permitiendo que sea ciertamente flexible y empleado por los niños y niñas para distintos usos, posibilitando, de esta manera, la realización de los juegos con total éxito.
Asimismo, tiene que encargarse de proporcionar materiales variados, que permitan el desarrollo de la creatividad y la imaginación de los/as alumnos/as, la expresión de sus sentimientos y emociones, al igual que la representación de diferentes roles.
En cuanto al momento en el que se estén llevando a cabo los juegos, en mi opinión, el maestro debe de mantenerse ausente y fuera de la actividad, sin participar en ella. Pues ha de dejar total libertad para que el alumnado juegue según sus gustos y curiosidades, permitiendo que investiguen y conozcan el ambiente por sí mismos, sin estar condicionados por la ayuda y la intervención del adulto. Sin embargo, es crucial que, en este momento, el/la profesor/a observe la diferentes situaciones que surgen, fijándose en el comportamiento y la actitud de cada alumno, viendo cómo se van amoldando y desarrollando a lo largo del juego, y por supuesto, interviniendo en caso de que sea necesario, para evitar cualquier tipo de lesión, pelea u enfrentamiento.
Igualmente, si considero conveniente que antes del comienzo de la actividad el/la educador/a exponga una pequeña presentación que explique en qué van a consistir la sesión, así como los objetivos y aspectos que se van a trabajar en ella. Cabe destacar que también sería adecuada la implementación de una serie de normas, que dirijan la correcta conducta del alumnado, basadas en el respeto, la empatía, la comunicación, el compañerismo, etc.
En el momento de desarrollo de juego simbólico el/la docente de Educación Infantil debe mostrarse como observador, es decir, debe observar todo aquello que está ocurriendo en ese instante con el fin de evaluar las acciones de cada alumno/a. No obstante, en el caso de haber conflicto o disputa entre diversos compañeros deberá intervenir y mostrarse como mediadora con el objetivo de resolver este impedimento en el juego.
Asimismo, es interesante que como docentes dejemos jugar y desarrollar el juego simbólico en el aula de manera libre para que todo el alumnado pueda dejar fluir su creatividad e imaginación. Es por esto, que no se debe intervenir durante el juego, aunque si en caso de excepción. Por lo que, una vez terminada la sesión, en mi opinión sería conveniente introducir algunos temas a tratar a modo de asamblea, como por ejemplo en caso de que se haya escuchado una serie de comentarios sobre exclusión, seria interesante fomentar la inclusión y compañerismo.
El papel del educador a la hora de desarrollar juegos simbólicos es muy importante porque la conducta puede favorecer o perjudicar, sumar o restar.
ResponderEliminarEn primer lugar, hablaré del espacio. Hay que transformar el espacio que dispongamos en un escenario de juego donde el niño o la niña pueda actuar sin ningún condicionante. Es importante diferenciar los lugares que disponemos con una intención de permanencia, es decir que no varían (aunque disponga de espacios flexibles) a los espacios que varían dependiendo de la finalidad
Por otro lado, los materiales deben ser variados y los mas parecidos a la realidad, por ello es imprescindible que a la hora de utilizarlos se les de el uso adecuado para que se mantengan atractivos, cuidados y limpios. Por ello es necesario utilizar unas normas de uso.
En segundo lugar es de vital importancia nuestra actitud de cara a el juego. En esta metodología de juego los adultos debemos evitar introducirnos. Aunque resulte complicado, simplemente hay que observar las necesidades de los niños y niñas y proporcionarles la seguridad tanto emocional como afectiva.
Es evidente que van a surgir conflictos individuales y colectivos pero solo debemos intervenir para evitar lesiones, peleas, peligros o resolver situaciones de dominio y anulación.
Como bien dice Aucouturier debemos de realizar una serie de pautas para hacer bien nuestro papel:
· Tener auto-conciencia emocional, evitar plasmar nuestros miedos e inseguridades para poder ser para ser imparciales
· Ser símbolo de ley. A pesar de ser nosotros quienes establezcamos algunas normas hay que ser permisivos para que el niño y la niña se expresen libremente. Si es necesario si que se aplicaría la firmeza y autoridad.
· Dar seguridad física y afectiva mediante intervención directa (si el niño lo solicita), o a distancia (con un gesto o una mirada).
· Tener empatía tónica. Ponerse en la posición de los niños y niñas, tanto mental como emocionalmente y para ello hay que dejar al niño o niña el tiempo suficiente para expresarse.
· Tener disponibilidad. Para lo que necesiten los niños y niñas
· Establecer un tipo de relación asimétrica. En esta pauta el adulto simplemente debe acompañar e interferir en caso de ayudarlo si el niño o la niña dispone de dificultades para fomentar su crecimiento personal
A modo de conclusión recalcar que no es fácil el papel del adulto en el juego simbólico ya que no estamos acostumbrados a realizar acciones tan sencillas como admirar, respetar y ofrecer posibilidades para que los niños y las niñas se desarrollen de una manera libre.
El papel del educador en el desarrollo del juego simbólico. (2015, 21 octubre). «Mundo educativo». Recuperado 20 de octubre de 2022, de https://mundoeducativopro.wordpress.com/2015/10/21/el-papel-del-educador-en-el-desarrollo-del-juego-simbolico/
La maestra/o a la hora de desarrollar los juegos simbólicos debe se seguir el siguiente papel. Tener autoconciencia de los juegos que están realizando los niños y niñas, ser símbolo de ley, dar seguridad física y afectiva, tener empatía tónica, disponer de disponibilidad y establecer un tipo de relación asimétrica.
ResponderEliminarSu papel se caracterizará por orientar, dar ideas y animar a los niños durante el juego. Esta manera de actuar por parte del adulto estará alejada de posiciones directivas, organizativas, serias e impositivas ya que el niño debe de ver en su profesor a alguien al que poder acudir con una actitud más distendida.
Para poder llevar a cabo este rol de manera óptima se deben tener en cuenta:
– El diseño del espacio. El espacio debe ser seguro, estable y tranquilo. El aula debe estar estructurada de tal manera que se pueda dar tanto el juego espontáneo y libre, como el juego con normas y propósito educativo en pequeños grupos y el grupo entero.
– El material para el juego. El material que se utilice será el “pretexto” por el que se dará el juego. Estos deben de tener unas características tales que favorezcan el pensamiento divergente y la creatividad.
– La organización de los tiempos de juego. Se debe organizar el tiempo de tal manera que se pueda dar cada tipo de juego: individual, por parejas, en grupos, estructurado, libre. Todos ellos aportan beneficios al niño y por eso han de aparecer todos.
– La actitud del profesor. La posición del profesor ha de ser discreta, observadora y actuar como conductor del juego. Para ello debe crear un clima relajado y permisivo donde el niño pueda expresarse respetando las normas y el profesor debe aceptar los errores que los niños y niñas cometen como algo normal dentro del proceso de su desarrollo.
Bibliografia:
El papel del profesor ante el juego en la escuela. (2018, 24 enero). Aprendiendo Al Aire Libre (Colombia). Recuperado 22 de octubre de 2022, de https://aprendiendoalairelibre.org/2018/01/24/el-papel-del-profesor-ante-el-juego-en-la-escuela/
El papel del/la docente en el juego simbólico es de gran importancia ya que deben actuar como guías para los niños y niñas y dejar que exploren mediante el juego. Además, deben encontrar el momento y lugar adecuado para realizar y desarrollar correctamente las actividades y así potenciar el desarrollo del alumnado de forma correcta.
ResponderEliminarPor otro lado, ha de ser creativo/a y ser capaz de plantar al alumnado variedad de actividades en las que potencien y desarrollen habilidades, como la intelectual, y eso por ello que el profesorado tiene que saber de las capacidades y cualidades dadas en sus alumnos/as. Los maestros y las maestras deben ayudar a que los infantes del aula experimenten a través de la emociones, además de enseñarlos/as a resolver problemas que surjan, con las tomas de decisiones, a saber cómo trabajar de forma cooperativa, potenciando sus fortalezas, entre otras cosas.
Por último, dentro del juego simbólico, los profesores y profesoras deben dejar que los niños y niñas experimenten por ellos mismos (interviniendo en casos de conflicto, para fomentar e incentivar el juego) y así hacer que sean ellos/as mismos/as los que trabajan las respuestas, exploran el entorno de forma individual o colectiva, potencian la imaginación y la creatividad, las relaciones interpersonales, etc. El docente, a través del juego, ya sea simbólico o no, ha de ayudar a alcanzar las metas y hacer que superen los obstáculos que van surgiendo durante su desarrollo.
Casas Jaramillo, M. E. (2014). El juego simbólico y el rol docente [Trabajo de Fin de Grado, Universidad de la Sabana]. Repositorio Institucional – Universidad de la Sabana. http://hdl.handle.net/10818/11716
Cuando hablamos del juego simbólico hay que dejar claro su definición. Es toda situación espontánea en la que las niñas y los niños usan su capacidad mental representando un escenario con la característica de ser lúdico, es decir, es un juego y no algo impuesto que no quieren llevar a cabo.
ResponderEliminarCentrándonos en el papel del profesorado dentro de este tipo de juego su rol debe ser más exento. Esto quiere decir que se debe animar a la implicación activa de todo el alumnado a través de la experimentación, el profesora o la profesora solo debe observar y, en algunos casos, tomar constancia escrita para poder hacer una evaluación sobre el comportamiento visto en los/as infantes.
Ruiz, Á. y Abad. J. (2011) consideran que el profesorado debe proporcionar seguridad y apoyo en los momentos en los que el alumnado solicite ayuda, estando cerca pero no encima, con una actitud disponible pero no intrusiva.
La intervención del maestro o la maestra es esencial en los momentos en que los alumnos y/o alumnas no experimentan dentro del tiempo del juego simbólico, solo realizan acciones repetidamente sin sentido lúdico. En estas situaciones se corre el peligro de que no se cumpla ningún objetivo del juego ya que se pierde el interés por el descubrimiento. Cuando esto sucede no se les puede dejar así sin ayudarlos a construir contextos de juego de su interés para que encuentren placer en aprender. De esta forma se ofrecen referentes dándoles la posibilidad de encontrar nuevas maneras de experimentar.
Cabe destacar que Ruiz, Á. y Abad. J. (2011) defienden al profesorado como preparador del contexto del juego. El alumnado debe ser capaz de diferenciar el juego que se desarrolla en el gimnasio, que surge de una dinámica preestablecida y que desaparece al terminar la sesión, del juego que se pueda crear en cualquier aula o lugares de la escuela poco estructurados donde se desarrolla la actividad de un modo improvisado.
Además, el profesor o la profesora debe tener un papel organizativo, es decir, el juego simbólico se debe estructurar y tener unos tiempos determinados marcados con anterioridad, no puede ser que solo se de en los momentos donde no se puede hacer otra cosa por cualquier motivo. Tiene mucha importancia este tipo de juego dentro del desarrollo de los infantes y, por lo tanto, debe tener la misma preferencia que cualquier otro tipo de juego.
También el educador o educadora tiene el rol de moderador, se tiene que hablar por ejemplo en la asamblea donde quieren los niños y niñas llevar a cabo el juego simbólico, que recursos materiales quieren utilizar y de esta forma se les consciencia de su libertad de elección evitando las imposiciones por parte de una persona adulta.
Villalobos, M.E. (2009) habla sobre que el maestro/a debe comprender las actividades y comportamientos de su alumnado, esto debe ser el papel principal del profesorado dando un soporte a los modelos didácticos o a los conocimientos teóricos, al reconocer que estos por sí mismos no garantizan los aprendizajes: los niños sólo logran construir conocimiento, aprender y asumir valores a partir de experiencias de sentido.
Referencias bibliográficas:
Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en psicología, 5(2), 269-282.
Ruiz, Á. y Abad. J. (2011): El juego simbólico. Biblioteca de Infantil. Graó, Barcelona.
En el juego simbólico los verdaderos jugadores son los alumnos y alumnas, ya que son ellos los que protagonizan la acción de jugar, quienes deciden las dificultades y establecen el transcurso de los mismos en función de sus vivencias, percepciones y emociones.
ResponderEliminarPara que dichos juegos no presentan una pobreza intuitiva, el alumnado debe ser el sujeto simbólico.
Por ello, el maestro o maestra debe ser sensible ante las expresiones del niño, para así reconocer y comprender las expresiones, como las reglas y el sentido del orden social.
La actuación de los y las docentes permitirá que la observación, la escucha y la comprensión para desarrollar las propuestas educativas del maestro o maestra.
Es precisamente en el reconocimiento del acto educativo, que resulta benéfico mostrar a través de la descripción de las actividades (por parte del docente), ya que el sentido que puede tener para el maestro la libre actividad espontánea de los niños/as es totalmente diferente que el sentido que le otorgan los niños y niñas.
Todo lo anterior obliga al maestro/a a mantener una atención comprensiva para ofrecer los referentes necesarios y la estructura organizativa de la sesión, con el propósito de posibilitarles a los niños la generación de nuevas formas de experimentar.
Para concluir, la postura del maestro o maestra debe ser externa, debe actuar de observador y moderador y debe estar atento y disponible para cuando el alumnado les necesite. Para potenciar el juego simbólico el profesorado no debe intervenir ni sugerir nada en relación a las propuestas del alumnado.
Referencias bibliográficas:
Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en Psicología, 5(2), 269-282. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67916260005
Desde mi punto de vista, el papel del maestro/a en este tipo de juegos debe ser secundario ya que los principales protagonistas deben ser los niños y niñas que son los verdaderos jugadores/as.
ResponderEliminarLas principales funciones de los maestros/as dentro de los juegos simbólicos, deben ser las siguientes:
- Tener autoconciencia, es decir, tener la capacidad de introspección y la habilidad de reconocerse como un individuo más.
- Ser símbolo de ley para que ningún jugador/a infrinja las reglas.
- Dar seguridad física y afectiva en los niños/as.
- Tener empatía tónica.
- Tener disponibilidad y estar dispuesto a atender a los niños/as en cualquier momento.
- Establecer un tipo de relación asimétrica.
El principal rol del maestro debe ser el favorecer las experiencias de significación que sustentan los procesos de aprendizaje.
Desde esta perspectiva comprender las acciones, actividades y comportamientos de los niños y el significado que ello tiene en el desarrollo, debe constituirse como fuente de los actos y actividades del maestro, dando un lugar de soporte a los modelos didácticos o a los conocimientos teóricos.
Bibliografía:
Piaget, J. (1961) La formación del símbolo en el niño. México: Fondo de Cultura Económica.
Villalobos, M.E. (2000).El desarrollo psicológico del niño. Juego, representación y capacidades mentales del niño como sujeto. En: Formación de herramientas científicas en el niño pequeño. Arango Editores y Universidad del Valle
Como sabemos, el juego simbólico es aquel que surge de manera espontánea que surge de manera natural en los niños y las niñas. Por esta razón, en múltiples ocasiones se cuestiona el papel del adulto, en este caso del maestro/a. ¿Debe guiar el juego? ¿Debe participar? ¿Se trata de dejar libertad a los niños/as? A día de hoy, existe un gran debate en torno a ello.
ResponderEliminarLo que está claro, y según lo expuesto por Villalobos (2009), es que frente a los procesos de los infantes, el/la docente tiene un papel primordial: favorecer las experiencias de significación que sustentan los procesos de aprendizaje. Por esta razón, la observación y el análisis de las conductas será fundamental.
Otra circunstancia que se puede dar y en la que el adulto tiene un papel importante, es el de resolución de conflictos o problemas, es decir, cuando un niño/a ya no es capaz de sumergirse y encantarse con creaciones y formas metafóricas que se recrean en el juego, nos está expresando que algo está fallando, es ahí donde el maestro/a tiene un papel importante, pues debe investigar cuál es su realidad, sus problemas, sus emociones…
De esta manera, como vuelve a mencionar Villalobos (2009), en el juego simbólico, no se trata de que los/las maestros/as dejemos abandonada a la clase, sino que se genere una actividad libre y espontanea siempre en favor del acto educativo. Todo esto obliga, por tanto, al docente a mantener la atención y ofrecer la ayuda necesaria para que los niños y las niñas puedan experimentar y desarrollarse en plenitud.
Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Revista Diversitas-Perspectivas en Psicología, 5(2), 269-282.
Sabemos que el papel del profesorado en el juego debe ser siempre favorecedor de la participación activa del infante, por lo que el adulto limita su intervención y únicamente lo hace en al gún momento preciso, para guiar, observar y registrar las acciones que lleve a cabo el menor. De este modo, el papel del educador/a no diferirá en el juego simbólico respecto a este. Por ello, en este juego se le atribuyen al maestro o maestra una serie de roles que debe cumplir.
ResponderEliminarEn primer lugar, Ruiz, Á. y Abad. J. (2011) consideran que el profesorado debe preparar el contexto del juego, pero dejando libertad para desarrollarlo ya que cada infante puede imaginarlo y expresarlo de una forma distinta.
En cuanto a su disposición en el juego, siguiendo con Ruiz, Á. y Abad. J. (2011) quienes defienden que el profesorado debe proporcionar seguridad y apoyo en los momentos en los que el alumnado solicite ayuda, estando cerca pero no encima, con una actitud disponible pero no intrusiva. Es decir, tener empatía tónica, siendo símbolo de ley pero dando seguridad física y afectiva al mismo tiempo.
Esto último se relaciona con que el/la educador/ debe desarrollar con ellos una relación asimétrica en la que los acompañe, entrando en “su juego” en caso de ser necesario, ejerciendo un papel regulador bajo la simulación.
Y finalmente, Isaacs (2008) afirma que “El profesor debe conocer las cualidades y capacidades propias y las cualidades y capacidades de los demás” ( pg. 100), esto lo vemos reflejado en el interés y la disponibilidad del docente en el desarrollo del juego que hemos comentado anteriormente.
Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en psicología, 5(2), 269-282.
Ruiz, Á. y Abad. J. (2011): El juego simbólico. Biblioteca de Infantil. Graó, Barcelona.
A la hora de desarrollar el juego simbólico en un aula es importante que la/el docente tenga muy claro su papel. Es clave que la o el maestro no intervengan si no es necesaria su ayuda en este tipo de juego, ya que si se explica o se guía demasiado dejará de serlo.
ResponderEliminarAlgunas actuaciones a tener en cuenta son;
- Tener autoconciencia.
- Ser símbolo de ley.
- Dar seguridad física y afectiva.
- Tener empatía tónica.
- Tener disponibilidad.
- Establecer un tipo de relación asimétrica.
El rol de las/los docentes en el juego simbólico es importantísimo, puesto que la observación de dicho juego es tan relevante como jugarlo. Se necesita que la maestra/o ponga toda su atención en el/la niño/a y esté predispuesta a favorecerle y estimularle. Influye también en que se pueda concentrar en explorar dicho juego. La atención se puede dar a través del maestro/a como observador/a del juego, ya que servirá como guía para los niños y niñas. En el momento en el que una niña o niño requiera o pida la ayuda o compañía del docente, éste/a tendrá que ofrecérsela con todo su cariño y empatía.
Es imprescindible que la maestra/o sea creativa/o y proponga actividades y juegos que despierten el interés real de los niños y niñas. Además, deberá conocer las fortalezas y debilidades de cada uno de sus alumnos/as, para individualizar así ciertos aspectos de la evaluación.
Un ejemplo sencillo, a la vez que creativo, sería predisponer la clase en rincones con materiales y diferentes temáticas. De esta forma inicias el juego dando alguna pista para empezar, pero a la vez dejas fluir la imaginación de cada niña o niño permitiendo que den vida a los espacios y objetos de la manera que deseen.
Bibliografía:
-Casas Jaramillo, M. E. (2014). El juego simbólico y el rol docente. Google Académico. https://intellectum.unisabana.edu.co/handle/10818/11716
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl nostre treball com a educadors ha de començar per propiciar que sorgisca el joc simbòlic, creant espais, proporcionant materials i donant temps suficient perquè els xiquets i xiquetes desenvolupen els seus jocs, afavorint relacions de grups espontanis que es reuneixen per a compartir idees i emocions. I després hem de observar el joc de tots, perquè ningú quede exclòs o s'autoexcloga, fent tornar al xiquet al món real si es perd en la fantasia, utilitzant els registres simbòlics del joc, sempre des del joc.
ResponderEliminarLes actuacions principals del mestre/a deurien ser:
- Tindre autoconsciència.
- Ser símbol de llei.
- Donar seguretat física i afectiva.
- Tindre empatia tònica.
- Tindre disponibilitat.
- Establir un tipus de relació asimètrica.
Com a opinió personal, voldria dir que amb una bona actitud davant del alumnes i creant un ambient agradable per a que ells i elles, podran crear la seua pròpia fantasia on puguen expressar-se amb llibertat, sempre respectant les regles abans pactades entre mestre/a i alumnat.
Ruiz, A. (2006). Jugar con la creación simbòlica. Aula de infantil, 34, 5-8.
A mi parecer, el rol que debe ejercer un/a docente en el juego simbólico es el de guía. Debe dejar que los niños/as experimenten situaciones, emociones etc. por sí solos/as, para desarrollar sus habilidades. De este modo, también desarrollarán más autonomía y podrán explorar y experimentar libremente.
ResponderEliminarEl/la docente, debe intentar crear un ambiente activo, en el que todo el alumnado se involucre en el juego y se forme un ambiente en el que predominen los valores humanos. Asimismo, los niños/as desarrollarán la imaginación y la creatividad al poder tener una participación libre y sin pautas.
No obstante, el/la docente, podrá intervenir para resolver todo tipo de conflictos que se generen o para lidiar entre una situación donde se pierdan los valores humanos y se produzcan comentarios ofensivos.
Cabe destacar que, según Sarlé, facilitar el material de juego y estar disponible para responder a las preguntas de los niños, es la actitud más frecuente en los maestros. Sin embargo, en todos los casos, el educador no permanece junto a los niños hasta que dominan el juego, como si existiera la creencia de que, una vez explicado, fuese natural saber jugar. Dado que lo habitual es que los niños jueguen, parece que resulta suficiente una intervención sumamente acotada por parte del maestro.
Sarlé, P. M. (2006). Enseñar el juego y jugar la enseñanza. Buenos Aires: Paidós.
Durante el juego, los docentes tienen una labor muy importante, ya que son ellos/as los/las que guían al niño/a proporcionando el aprendizaje que necesitan, es por eso que el docente debe estar atento en todo momento para que el alumnado sea estimulado a explorar el juego simbólico y ser partícipes de él. El mejor método es la observación, así el profesor/a se dará cuenta en qué momento un niño/a necesita ayuda o compañía en el juego. Además, mediante la observación el docente tiene que adecuar el espacio y saber en qué lugar realizar el juego
ResponderEliminarEs importante que el docente sea creativo y proporcione actividades adecuadas para su desarrollo intelectual, psicológico y sobre todo su crecimiento. Debe conocer cuales son las cualidades de los alumnos para adaptar en la medida de lo posible los juegos Además, el docente debe mostrar una buena actitud hacia el juego para que el alumnado también tenga actitudes positivas a la hora de jugar.
Finalmente, el docente debe estructurar los tiempos marcados con la finalidad de organizarse y dedicar una buena parte del tiempo al juego simbólico, así como variar las actividades para descubrir nuevas y que no se hagan repetitivas o también proponer diferentes actividades mediante rincones, en el que los niños/as tenga la libertad de elegir el juego al que quieren ir, así como determinar el tiempo de estancia en cada juego. Al finalizar el juego, la maestra o el maestro debe dejar un periodo de tiempo para recoger y guardar todo en su sitio, así también se fomentan valores de colaboración y ayuda. Lo más importante es que el docente tenga motivación y alegría para realizar los juegos.
Casas Jaramillo, M. E. (2014). El juego simbólico y el rol docente [Trabajo de Fin de Grado, Universidad de la Sabana]. Repositorio Institucional – Universidad de la Sabana. https://intellectum.unisabana.edu.co/handle/10818/11716
El papel del maestro/a en el desarrollo del juego simbólico debe ser limitado. Evidentemente, la intervención del maestro es imprescindible para "preparar el escenario" (lugar y materiales) y ayudar a los niños a combinar los objetos para que surja "algo" que no existía previamente. Pero también debe dejar que los niños y las niñas, durante un cierto tiempo, jueguen y desarrollen espontáneamente su propio juego, su forma de jugar, las relaciones establecidas, los roles que toman y el uso que hacen de los materiales.
ResponderEliminarSiguiendo las palabras de Sarlé (2008), el juego simbólico se da en un proceso a través del cual los niños crean un nuevo espacio exterior a partir de los productos de su imaginación. Por ello, resulta considerable el peso que tienen la disposición del ambiente, la diversidad de los materiales y la mediación del maestro, porque “estos aspectos propios de la situación escolar permiten la aparición de un juego diferente al que se daría estando el niño solo” (p.14).
Según los argumentos de Aranguren, Becerra y Jaramillo (2017) antes de nada, “es necesaria la presencia atenta y predispuesta del maestro pues esto favorece y estimula al niño a que se concentre en la exploración del juego (…) dicha atención es ser observador del juego del niño, pues será una referencia importante para los niños y niñas , ya que se convertirá en un guía en caso de requerir su ayuda o compañía dentro del mismo juego que ellos están creando” (p. 69).
De esta manera, “el maestra/a aprovecha la circunstancia de juego para observar detenidamente a los niños y las niñas, es la mejor ocasión para comprender los problemas personales, las diferencias, las dificultades del lenguaje, de las estructuras de pensamiento, las relaciones interpersonales” (p. 70).
En definitiva, la presencia del maestro/a y el rol que debe manejar resulta necesario para conseguir que los niños y niñas monten su escenario y su propio juego e historia sobre el cual juegan con otros/as.
REFERENCIAS:
-Aranguren, M., Becerra, M., y Jaramillo, C. (2017). Espacios que enriquecen el juego simbólico de representación de roles en niños y niñas de la Fundación Nugesi 21. Universidad Pedagógica Nacional. [Proyecto de Grado].
-Sarlé, P. (2008). Enseñar el juego y jugar la enseñanza. Paidós.
Nosotras/as como docentes para fomentar este tipo de juegos debemos proporcionarles a los alumnos/as diversidad de materiales que estimulen su imaginación a la hora de darles una función concreta a cada juguete.
ResponderEliminarTambién debemos facilitar situaciones que den lugar a este tipo de juegos, para que los niños se desarrollen y puedan utilizar la imaginación libremente. Los maestros/as podemos jugar con nuestros alumnos/as participando en sus propuestas imaginativas, desempeñando la función que nos den los propios alumnos/as, también podemos proporcionarles situaciones falsas, que les preparen para cuando les puedan surgir en la vida diaria y sepan cómo manejarlas. Como por ejemplo, cuando jugamos al supermercado y los niños tienen que hacer de cajeros, aprendiendo los distintos productos que se pueden encontrar a la hora de ir a hacer la compra o cuando jugamos a los médicos y los niños se van aprendiendo las partes del cuerpo.
A través de este tipo de juegos los niños se van familiarizando con situaciones muy comunes que tendrán que ir vivenciando poco a poco.
Como conclusión, destacar que el papel fundamental del maestro es el de motivar al alumno/a a través de la variedad de recursos que les ofrece a los niños y niñas, además de crear propuestas para fomentarlo.
BIBLIOGRAFÍA
Marcas, P. M. B. Y. (2016, 10 noviembre). Cómo fomentar el juego simbólico y por qué es tan importante para tu peque. Bebés y más. https://www.bebesymas.com/momentoschicco/como-fomentar-el-juego-simbolico-y-por-que-es-tan-importante-para-tu-peque
El juego simbólico es aquel en el que el niño/a imita una situación interpretando uno o varios roles sin ningún tipo de regla. Este tipo de juegos es vital para la capacidad mental y la creatividad de los alumnos/as.
ResponderEliminarEs necesario que durante esta actividad se cuente con la presencia del docente. Este estimulará a que los niños/as se concentren en el juego y también hará de guía, ayudando a los más pequeños/as en caso de que lo requieran.
Además, es el maestro/a quién propone el momento y el espacio donde se juega, por eso es vital que sea creativo/a y se propongan actividades donde los niños/as desarrollen cada vez diferentes capacidades y habilidades. Por esta razón, debe conocer las cualidades de los alumnos/as para así saber orientar el juego hacia los gustos de ellos/as aportándoles estímulos positivos en su crecimiento.
Como pudimos observar en el trabajo grupal de nuestras compañeras “El juego simbólico”, el/la docente tenía un papel de observador y de guía. Se habilitaron tres espacios en los que jugar, nosotras/os (los alumnos/as) jugábamos libremente sin ninguna regla, y ellas (las profesoras) estaban observando y en el caso de que alguien solicitara ayuda, acudían para asistir a ese alumno o alumno.
En definitiva, el juego simbólico es un tipo de juego libre en el que se trabaja la creatividad y la imaginación de los pequeños/as. Por eso, el papel de la maestra/o se trata de observar, respetar y guiar en el desarrollo de las capacidades y habilidades de los niños/as.
Jaramillo, M. E. (2014). El juego simbólico y el rol del docente. [ Trabajo fin de grado, Universidad de la Sabana].
El papel del o de la docente de EI en cuanto a la hora de desarrollar juegos simbólicos tiene una gran importancia porque deben ser los/las guías durante el periodo que dure el juego. También deben saber cuándo intervenir, es decir, si es necesario, dar una explicación, irrumpir el juego si sucede alguna circunstancia que lo requiera, etc. El maestro/a debe ser creativo para poder dar ideas sobre este tipo de juego, aunque en ocasiones con la imaginación del alumnado es más que suficiente.
ResponderEliminarEl profesorado tiene que ser organizador, moderador, controlador del tiempo, ya que, el juego debe tener una organización por minúscula que sea para que salga lo mejor posible; debe moderar cuando el juego lo requiera; y controlar el tiempo que duran los juegos o actividades para que se pueda realizar cada juego preparado.
Hay que tener varios aspectos en cuenta:
> Diseño de espacio. Los espacios deben ser seguros, estables y tranquilos. Las aulas deben estar estructuradas para permitir el juego espontáneo y libre, en pequeños grupos y en grupos como un todo, de acuerdo con las reglas y los propósitos educativos.
> Material para el juego. El material utilizado será la "excusa" para que el concurso proceda. Estos deben tener características propicias para el pensamiento divergente y la creatividad.
> La organización de los juegos. El tiempo debe organizarse de manera que se pueda jugar todo tipo de juego: individual, en pareja, en grupo, estructurado, libre. Ambos tienen beneficios para los niños, por lo que todos tienen que estar allí.
> La actitud del docente. La posición del profesor debe ser discreta, perspicaz y conductora del juego. Para ello, debe crear un ambiente relajado y tolerante donde los niños puedan expresarse respetando las normas, y los profesores deben aceptar que es normal que los niños cometan errores a medida que crecen.
Referencias bibliográficas:
Villalobos, M. E. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en Psicología, 5(2), 269-282. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67916260005
El papel del profesor ante el juego en la escuela. (2018, 24 enero). Aprendiendo Al Aire Libre (Colombia). Recuperado 22 de octubre de 2022, de https://aprendiendoalairelibre.org/2018/01/24/el-papel-del-profesor-ante-el-juego-en-la-escuela/
El papel del educador ante cualquier actividad del niño debe ser el de permitir, favorecer, observar, registrar, documentar y posteriormente reflexionar sobre ellas para reconocerlas, sacar conclusiones y darles un sentido (Ruiz de Velasco, 2006).
ResponderEliminarEl maestro o maestra tiene que preparar el contexto de juego, diferenciando el que se pueda crear en el aula o en las zonas comunes de la escuela; el hecho de que el espacio sea estable no significa que tenga que ser inamovible, es mejor contar con espacios poco estructurados para que el niño o niña experimente y reinvente su espacio de juego.
Otro de los aspectos que debe tener en cuenta el/la docente es proporcionar seguridad y apoyo cuando el niño/a solicite ayuda, estando cerca, pero no encima, con una actitud disponible pero no intrusiva. Una serie de pautas que se pueden tener presentes son:
o Tener autoconciencia.
o Ser símbolo de ley.
o Dar seguridad física y afectiva.
o Tener empatía.
o Tener disponibilidad.
Y, por último, el educador/a debe intervenir en lo que se refiere a conflictos personales cuando el alumnado realice acciones aislada e inconexas, cuando haya peligro de lesiones por que le cueste reconocer sus límites.
Referencias.
Ruiz de Velasco, A., Abad, J. (2011). El juego simbólico. Biblioteca de Infantil. Graó Barcelona.
El papel de la maestra/o de Educación Infantil a la hora de desarrollar juegos simbólicos se caracteriza por orientar, dar ideas y animar al alumnado durante el juego, es decir, la maestra o maestro es un/a jugador/a más.
ResponderEliminarComo docentes debemos evitar posiciones directivas, organizativas, serias e impositivas ya que el niño o niña debe de vernos como un igual. Hemos de conseguir ser discretas, observadoras y actuar como conductoras del juego. Para ello debemos crear un clima relajado y permisivo donde el alumnado pueda expresarse respetando las normas y aceptando los errores que los niños y niñas cometan como algo imprescindible dentro del proceso de su desarrollo.
En definitiva, el maestro/a tiene el papel de observador y de guía, sin ningún tipo de regla, adaptando el juego siempre a las necesidades de los alumnos y alumnas con creatividad e imaginación.
El papel del profesor ante el juego en la escuela. (2018, 24 enero). Aprendiendo Al Aire Libre (Colombia). Recuperado 22 de octubre de 2022, de https://aprendiendoalairelibre.org/2018/01/24/el-papel-del-profesor-ante-el-juego-en-la-escuela/
Com ja sabem i hem vist en entrades anteriors, amb el joc simbòlic els infants tenen l’oportunitat de crear situacions i vivències assignant nous significats als objectes. Per aquest motiu, el mestre o la mestra ha d’anar en compte en les consignes o explicacions que faça.
ResponderEliminarEl/la docent és l’encarregat de guiar al xiquet/a en el joc, donant-los l’aprenentatge i l’ajuda que requereixen quan siga necessari. Per aquest motiu és important la presència del docent, per a que l’alumnat es centre en l’exploració del joc. Hem de tindre en compte que la mestra serà la referència dels seus alumnes, per tant hem de ser bones guies. (Casas, 2014)
En un primer moment, la mestra/e pot plantejar una situació concreta i a partir d’ací les xiquetes i els xiquets poden continuar el joc basant-se en la historia que han escoltat. D’altra banda, també es poden ensenyar i donar uns materials o joguets i veure com ells i elles amb la seua imaginació desenvolupen un joc simbòlic.
En conclusió, el paper principal del mestre/a ha de ser el d’observador, per veure com el seu alumnat interactua i es tracta, així com per poder detectar diferents situacions o problemes que poden donar-se en la vida d’alguns xiquets i xiquetes.
Casas, M. E. El juego simbolico y el rol docente (Bachelor's thesis, Universidad de la Sabana).
Como se ha descrito en la tarea anterior, entendiendo el juego simbólico como aquellos juegos en los que los niños/as de forma abierta, emplean su capacidad de representación mental, con el fin de recrear multitud de situaciones en las que expresarse y experimentar, representando y simbolizando experiencias (Ruiz, 2014), entra en duda la importancia del rol del docente y el/la adulto/a en general en lo que al juego simbólico se refiere (Casas, 2014).
ResponderEliminarBasándonos en lo descrito por Villalobos (2009) y Casas (2014) en sus respectivas publicaciones, el papel del docente será fundamental en el desarrollo y fomento de los procesos de aprendizaje por parte del niño/a.
Según las autoras, el maestro/a presentará un rol de vital importancia a la hora de fomentar situaciones y experiencias que conlleven procesos de aprendizaje, y dentro de estas, la resolución de conflictos en su realización, entendiendo cual es el conflicto que se produce en el desarrollo del juego por parte de los niños/as, analizando la realidad de estos y su pensamiento, tratando de otorgar soluciones a esto, para favorecer de nuevo esa creación y espontaneidad que el niño/a requiere para jugar. Además, a través del juego simbólico, los docentes podemos descubrir cómo el pensamiento infantil se desplaza entre la realidad lógica y la irrealidad de la fantasía, y cómo el juego simbólico tiende puentes entre ambas formas de pensamiento.
Por tanto, a la hora de construir y desarrollar el juego simbólico, el maestro/a será una pieza fundamental, a la hora de generar un entorno de actividad libre, en el que se fomente la espontaneidad, siempre enfocado a un entorno educativo y del desarrollo, ofreciendo, en definitiva, la base y ayuda necesaria, para que los niños/as puedan experimentar, crear, y aprender, de la mejor forma posible.
Bibliografía
Casas, M. (2014). El juego simbólico y el rol docente. Tesis de Licenciatura. Universidad de la Sabana.
Ruiz, A. (2014). Para redondear: instalaciones para el juego presimbólico y simbólico. 0 a 6. Aula de infantil, (77), 28.
Villalobos, M. (2009). El rol del maestro frente a la construcción del juego simbólico en los niños. Diversitas: Perspectivas en psicología, 5(2), 269-282.
Lo primero que tenemos que hacer es convertir el espacio de la escuela en un escenario de juego, creando un espacio "total" en el que el niño pueda acomodar todas las situaciones que se imaginan en su mente. Hay que distinguir entre lugares donde se puede utilizar de forma diaria (como las aulas) y lugares donde se organiza para sesiones puntuales (como las sesiones de psicomotricidad en los patios). En cualquier caso, incluso en montaje permanente, es necesario crear espacios flexibles que sean fáciles de montar/desmontar, ya que pretendemos convertir rápidamente unos espacios en otros.
ResponderEliminarSeguidamente, este juego tiene que ser "ajeno" para los adultos, en cierto sentido, para evitar que entremos en él. Para ello, debemos prestar atención a las necesidades de los niños durante el juego, ser tolerantes, comprender, proporcionar seguridad afectiva y afectiva, no interrumpir ni anticipar, proporcionar tiempo… En definitiva, acompañar y no interferir.
El papel del educador en el desarrollo del juego simbólico. (2015, 21 octubre). «Mundo educativo». Recuperado 27 de octubre de 2022, de https://mundoeducativopro.wordpress.com/2015/10/21/el-papel-del-educador-en-el-desarrollo-del-juego-simbolico/
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl docente tiene que tener en cuenta que el juego simbólico es una de las bases en la aprendizaje de los niños y niñas, ya que se desarrolla de forma espontánea y bajo sus intereses y experiencia propia. En este tipo de juego, el papel del maestro se debe ceñir a observar y dejar que el niño explore y manipule por el mismo, este será un recurso donde el alumnado aprenda a comunicarse y desarrollar habilidades cognitivas, físicas y sociales. Por lo que el profesorado se basará en fomentar el juego simbólico y en observar cuales son las acciones que ayudan a los alumnos/as a adquirir conocimientos y conocer las necesidades básicas.
ResponderEliminarEn este tipo de juego se pueden preparar espacios de aprendizaje. Estos deben ser seguros, estables y tranquilos para que los niños puedan disfrutar de este juego libre. En algunas ocasiones se puede establecer un hilo conductor para que aquellos que sean más extrovertidos o no tengan tan desarrollada la habilidad creativa puedan disfrutar de este tipo de juego. Por lo que el papel que adquiere en este caso el docente es de orientar y animar al alumnado a fomentar el juego.
El juego simbólico ha de estar limitado, pero los niños han de tener tiempo suficiente para que puedan manipular y conocer el entorno e incluso a veces animarlos para obtener beneficio de este tipo de juego, por ejemplo, animándonos a jugar por parejas, al aire libre… Podemos decir, que en este tipo de juego no es necesario un material exclusivo, ya que seguramente el elemento más básico sea el que más les pueda interesar para disfrutar del tiempo del juego. Todos los recursos y materiales que se proporcionen en el aula han de tener algún aspecto característico (texturas, color, tamaño…) para llamar la atención de los alumnos y que ellos mismo puedan usar con más de un significado. Por ejemplo, un palo de escoba, los niños y niñas pueden simular un juego de brujas, un garrote de ancianos y cualquier otro significado que ellos le quieran dar.
En conclusión, en este tipo de juego la postura del docente ha de pasar desapercibida, dando asi protagonismo a los niños y se debe ceñir a observar y conducir el juego cuando no se este alcanzando su finalidad. Para esto será necesario un clima tranquilo y seguro, donde los alumnos tengan libertad a la hora de expresarse y respetar a los demás.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
El papel del profesor ante el juego en la escuela. (2018, 24 enero). Aprendiendo Al Aire Libre (Colombia).
https://aprendiendoalairelibre.org/2018/01/24/el-papel-del-profesor-ante-el-juego-en-la-escuela/
En mi opinión y tras las reflexiones realizadas en clase, creo que el docente debe ser consciente de la importancia del juego simbólico y de los innumerables beneficios que este puede desarrollar en los niños y las niñas. Asimismo, creo que el/la maestro/a debe tener una actitud neutra ante el juego simbólico del alumnado, es decir, no debe intervenir. Gracias a este tipo de juegos, el/la niño/a podrá conseguir un aprendizaje significativo y activo, y podrá mejorar y aumentar los conocimientos sobre el mundo que le rodea. Además, el juego simbólico será desarrollado y considerado como nueva forma comunicativa y beneficiará su motricidad, fina y gruesa. Por otro lado, será aprovechado para su socialización y le ayudará a mejorar su lenguaje. Por todos estos motivos, creo que el/la docente debe dejar al/a la alumno/a un momento de independencia para que pueda desarrollarse en un entorno totalmente libre. No obstante, sería positivo y de gran utilidad que el/la docente proporcionara ciertos objetos y espacios libres para llevarse a cabo este tipo de juego.
ResponderEliminarTras haber leído algunos estudios (Minerva, 2007) e investigaciones (Arévalo, Hernández, Tafur y Bolsegui (2007), se observa que pueden existir en los docentes dos concepciones diferentes sobre el juego. En primer lugar, una ideología en la que se contempla el juego como herramienta de aprendizaje. En segundo lugar, un pensamiento en el que se entiende básicamente como una actividad libre y de ocio para el alumnado. No obstante, estos mismos estudios llegan a la conclusión de que el juego debe ser un recurso educativo fundamental y principal en las aulas de educación infantil, y los/as maestros/as deben considerarlo así. De esta forma, deben promover y fomentar el proceso de aprendizaje-enseñanza a través de los diferentes tipos de juego y no utilizarlo simplemente como una herramienta de entretenimiento o como premio.
Del mismo modo, también es importante mencionar que los/as docentes deben combinar estas dos acciones, respetando el espacio libre y el tiempo de patio o recreo, pues son momentos que los niños y las niñas de estas edades necesitan.
Bibliografía:
Marín-Lozano, R. (2014). El Juego Simbólico como recurso didáctico en la Educación Infantil (Bachelor's thesis). https://reunir.unir.net/handle/123456789/2443
ResponderEliminarConsidero que el papel del/ de la educador/a en los juegos simbólicos es de especial importancia durante su preparación y diseño, pero no durante el desarrollo de la actividad.
Pues bajo mi punto de vista, este/a debe de ser el/la encargado/a de acondicionar el espacio en el cual se llevará a cabo la actividad. Primeramente, debe de asegurarse de que es un lugar seguro, limpio, con un clima e iluminación apropiada, y que no tenga ningún tipo de peligros y riegos para los/as alumnos/as. Posteriormente, creo que debe transformarlo y adecuarlo al máximo a las condiciones y necesidades existentes, permitiendo que sea ciertamente flexible y empleado por los niños y niñas para distintos usos, posibilitando, de esta manera, la realización de los juegos con total éxito.
Asimismo, tiene que encargarse de proporcionar materiales variados, que permitan el desarrollo de la creatividad y la imaginación de los/as alumnos/as, la expresión de sus sentimientos y emociones, al igual que la representación de diferentes roles.
En cuanto al momento en el que se estén llevando a cabo los juegos, en mi opinión, el maestro debe de mantenerse ausente y fuera de la actividad, sin participar en ella. Pues ha de dejar total libertad para que el alumnado juegue según sus gustos y curiosidades, permitiendo que investiguen y conozcan el ambiente por sí mismos, sin estar condicionados por la ayuda y la intervención del adulto. Sin embargo, es crucial que, en este momento, el/la profesor/a observe la diferentes situaciones que surgen, fijándose en el comportamiento y la actitud de cada alumno, viendo cómo se van amoldando y desarrollando a lo largo del juego, y por supuesto, interviniendo en caso de que sea necesario, para evitar cualquier tipo de lesión, pelea u enfrentamiento.
Igualmente, si considero conveniente que antes del comienzo de la actividad el/la educador/a exponga una pequeña presentación que explique en qué van a consistir la sesión, así como los objetivos y aspectos que se van a trabajar en ella. Cabe destacar que también sería adecuada la implementación de una serie de normas, que dirijan la correcta conducta del alumnado, basadas en el respeto, la empatía, la comunicación, el compañerismo, etc.
En el momento de desarrollo de juego simbólico el/la docente de Educación Infantil debe mostrarse como observador, es decir, debe observar todo aquello que está ocurriendo en ese instante con el fin de evaluar las acciones de cada alumno/a. No obstante, en el caso de haber conflicto o disputa entre diversos compañeros deberá intervenir y mostrarse como mediadora con el objetivo de resolver este impedimento en el juego.
ResponderEliminarAsimismo, es interesante que como docentes dejemos jugar y desarrollar el juego simbólico en el aula de manera libre para que todo el alumnado pueda dejar fluir su creatividad e imaginación. Es por esto, que no se debe intervenir durante el juego, aunque si en caso de excepción. Por lo que, una vez terminada la sesión, en mi opinión sería conveniente introducir algunos temas a tratar a modo de asamblea, como por ejemplo en caso de que se haya escuchado una serie de comentarios sobre exclusión, seria interesante fomentar la inclusión y compañerismo.